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El 'Macbeth' de Michael Fassbender y Marion Cotillard aburre en Cannes
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El 'Macbeth' de Michael Fassbender y Marion Cotillard aburre en Cannes

La competición mantiene a 'Carol' y 'The Assassin' como principales candidatas a la Palma de Oro que se entrega en la gala de mañana

Foto: Michael Fassbender (R)y Marion Cotillard (L) presentan Macbeth en Cannes (EFE)
Michael Fassbender (R)y Marion Cotillard (L) presentan Macbeth en Cannes (EFE)

El director Justin Kurzel visualiza la desmedida ambición de poder de Macbeth como un estado febril. Desde una voluntad expresionista de transmitir el ánimo de su personaje a través del ambiente, su adaptación de una de las grandes tragedias de Shakespeare está teñida de unos tonos ocres y rojizos, en unos exteriores sumidos en la niebla, a los que se suma una meteorología y una banda sonora siempre furiosas.

Se había generado bastante expectativa ante esta nueva versión de Macbeth a cargo de un cineasta casi desconocido por nuestras lares. El australiano Justin Kurzel debutó en el largometraje con la muy reivindicable Snowtown (2011), una inmersión en el lado más oscuro del white trash australiano a partir de la historia real de unos asesinos en serie. En su ópera prima, Kurzel conseguía crear una atmósfera bruta y angustiosa que sin embargo no se transmite en esta producción de mayor empaque, presupuesto y un reparto de lujo encabezado porMichael Fassbender y Marion Cotillard.

Antes que Kurzel, cineastas como Roman Polanski, Orson Welles o Akira Kurosawa (en Trono de sangre) ya se habían aproximado a la figura del escocés que ambiciona ser rey de su país en pleno siglo XI. Con un pie en el blockbuster de acción y otro en el cine de autor, la versión del australiano se podría situar en el camino medio entre Juego de Tronos y Braveheart. Es inevitable pensar en la serie de televisión de la HBO al ver este Macbeth. No por casualidad la ficción a partir de los libros de George R.R. Martin entronca directamente con el tema central de esta tragedia: la ambición de poder y los juegos de fidelidades y traiciones que propicia.

Por otro lado, Kurzel subraya la idiosincrasia escocesa de la obra a partir de la utilización de múltiples localizaciones exteriores como escenario épico y trágico al mismo tiempo, y de la caracterización de los personajes, muy parecida a la de la película de Mel Gibson. Kurzel ha querido mantenerse fiel al texto de Shakespeare. Pero en lugar de insuflarle vida cinematográfica, los versos del inglés resuenan como una plúmbea carga para una película que pretende acercar una tragedia clásica a un público mayoritario sin perder el estatuto de cine de autor.

Con Macbeth se cierra una competición por la Palma de Oro que este 2015 ha deparado más decepciones que alegrías, sobre todo si nos fijamos en los últimos y fallidos trabajos de cineastas como Gus Van Sant o Matteo Garrone. Las quinielas de críticos apuntan a unas claras favoritas para conseguir el premio máximo del palmarés, que se anuncia este domingo por la tarde. En el panel internacional organizado por la web argentina Todas las críticasThe Assassin de Hou Hsiao-hsien encabeza el ranking, seguida muy de cerca por Carol de Todd Haynes. Los críticos convocados por la publicación Screen también se decantan por estos dos títulos. Mientras que en Le Film Français, la revista de la industria donde vota la mayor parte de la prensa local, las puntuaciones más altas son para Mia Madre de Nanni Moretti y La loi du marché de Stephen Brizé, un film apreciado solo por la crítica francesa.

Otro de las películas que podría colarse en el palmarés es Son of Saul de Laszlo Nemes. Esta ópera prima húngara da una vuelta de tuerca a la representación cinematográfica del Holocausto. El film se centra en un sonderkommando, un prisionero judío encargado de llevar a cabo todo tipo de trabajos sucios en el engranaje de la máquina de matar nazi, que se obsesiona con darle un entierro digno a un niño muerto que podría (o no) ser su hijo. Nemes no separa la cámara de su protagonista, de manera que todo aquello que sucede a su alrededor queda desenfocado o se nos hace presente solo a través del sonido. Desde este dispositivo formal, Nemes resigue todos las labores que tenían lugar en un campo de exterminio, desde conducir a los prisioneros a las cámaras de gas, pasando por apilar sus cadáveres o dispersar sus cenizas en el río, sin necesidad de situarlas en primer plano. Su meritoria labor bien podría ser recompensada con al menos un Premio a la Dirección.

Macbeth press conference - 68th cannes film festivalOtro de los largometrajes que podría entrar fuerte en el reparto final de premios es Youth, una de las películas que más divisiones ha creado entre la prensa acreditada, dirigida por un favorito del festival, Paolo Sorrentino, que sin embargo todavía no se ha llevado nunca la Palma de Oro.

Entre los intérpretes masculinos, Vincent Lindon por La loi du marché, Tim Roth por Chronic y Gérard Depardieu por Valley of Love se configuran como los principales candidatos. Con este premio se podría reconocer de alguna manera al cine francés, que ha estado sobrerepresentado en la programación con títulos la mayoría de escaso interés. Y en el apartado femenino, Cate Blanchett y Rooney Mara siguen siendo las favoritas por su trabajo en Carol. Por normativa del festival, si la película de Todd Haynes consigue la Palma de Oro ya no puede acumular más premios, lo que supondría una oportunidad para otras actrices como la china Zhao Tao, protagonista de Mountains May Depart de Jia Zhangke. La última decisión la tiene ahora el jurado presidido por Joel y Ethan Coen.

El director Justin Kurzel visualiza la desmedida ambición de poder de Macbeth como un estado febril. Desde una voluntad expresionista de transmitir el ánimo de su personaje a través del ambiente, su adaptación de una de las grandes tragedias de Shakespeare está teñida de unos tonos ocres y rojizos, en unos exteriores sumidos en la niebla, a los que se suma una meteorología y una banda sonora siempre furiosas.

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