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Los hermanos Coen vuelven a manchar Fargo de sangre
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Los hermanos Coen vuelven a manchar Fargo de sangre

Los directores producen y dan su beneplácito a la serie de la cadena americana FX que rescata el espíritu de su película en una historia completamente nueva

Foto: Fotograma de la serie 'Fargo'
Fotograma de la serie 'Fargo'

Los hermanos Coen están de vuelta de todo. Pueden permitirse hacer la película que quieran. Si les apetece un western, dirigen un remake de Valor de Ley; que quieren cambiar de registro, realizan A propósito de Llewyn Davis. Su estatus de artistas y directores de culto les coloca en una posición en la que pocos creadores cinematográficos se encuentran.

Por eso todo el mundo pensó que cuando los Coen aterrizaran en televisión lo harían a lo grande. Con un producto a su medida, dirigido por ellos, con su universo trasladado a la pequeña pantalla y en una cadena como HBO. Pero Joel y Ethan han vuelto a sorprender al personal, su primera incursión en el medio no es detrás de las cámaras. Los hermanos han producido una versiónde su propio filme, Fargo, dando el beneplácito a que otros creadores revisitaran su historia.

Algo habría en el guion de Noah Hawley que enganchó a los directores de No es país para viejos, ya que al leerlo solo aportaron un par de líneas de diálogo y chistes, como confesó Hawley a The Hollywood reporter: “Aparte de eso no me dieron más consejos. Me dijeron: ‘Mira, no sabemos de televisión, es tu show. Ve y hazlo”.

Noah Hawley tenía experiencia en series como Bones, pero nada a la altura de Fargo. Los fans del filme original clamaron inicialmente en contra del proyecto, hasta que supieron que sus adorados Coen habían dado el visto bueno y participaban en la producción.

La apuesta no ha podido salir mejor, la crítica se ha rendido a sus pies, ha sido coronada como mejor Miniserie en los premios Emmy por delante de American Horror Storyy ha renovado por una segunda temporada. En España será Canal + series la que la emita a partir de mañana.

Fargo ha vuelto a la vida de los espectadores, con más fuerza que nunca y llena de sangre, como la dejaron los hermanos Coen en 1996.

Homenaje a su universo

A pesar de que desde la cadena y sus creadores se hayan empeñado en desvincular la serie de la película, es imposible no pensar en el filme original cuando uno ve el nuevo producto. Sin el título de los Coen esta serie no existiría, como tampoco lo haríasin el universo que han desarrollado los directores en todas sus películas.

Es cierto que la historia de este nuevo Fargo no tiene nada que ver con la original, más allá de este pueblo de Dakota del Norte donde el crimen está presente en sus ciudadanos. Pero no solo es el escenario lo que comparten amba, sino el tono, el espíritu, esa idea de que la estupidez humana nos hace peligrosos, agresivos e incluso asesinos, todo salpicado con un humor negro que contrasta con elrojo de la sangre y el blanco de la nieve. Porque Fargo es violenta, sangrienta y muy divertida, como lo fue en 1996.

Sus creadores han hecho un ejercicio de traslación del espíritu ‘coenesco’ sin prejuicios. Como en el filme los arrebatos violentos son impredecibles, rozan lo patético, como todos los personajes que habitan lascasas del pueblo.

Martin Freeman y Billy Bob Thornton actúan de maestros de ceremonias de la serie con sus personajes de Lester Nygaard y Lorne Malvo . El primero un pringado que bebe mucho del William H. Macy del original. El segundo un asesino sin escrupulos y mucho gusto por el caos que parece el hermano travieso del Anton Chirugh, al que dio vida Javier Bardem en No es país para viejos (extraño corte de pelo incluido).

Y las referencias al mundo de los Coen siguen, como ese anuncio de Ruso Blanco (la bebida de El nota en El Gran Lebowsky) que hace acto de presencia en el primer episodio, los carteles promocionales de ambos productos como si fueran obras de punto de cruz, y un gran número de guiños al Fargo original (incluida una Sheriff que parece la hermana pequeña del personaje de Frances McDormand).

Su condición de obra que nace gracias al filme de los Coen se hace explícita en el comienzo de la serie, cuando el mismo cartel que abría la película hace aparición:

“Esta es una historia verdadera. Los acontecimientos representados en este film sucedieron en Minnesota en 2006.En respuesta a las peticiones de los supervivientes, los nombres han sido cambiados. Por respeto a los fallecidos, el resto ha sido contado talmente como ocurrió”.

Justo después, donde el filme abría con un paisaje blanco cegador, la serie comienza con una noche oscura. Una vez reconocida la influencia, mejor comenzar con el polo opuesto.

Por supuesto los acontecimientos que ocurrieron en el filme, y los de ahora en la serie, nunca pasaron. Pero nadie duda de que pudiera haberlo hecho. Todos hemos conocidos muchos Lester y muchos Jerry Lundegaard para saberlo.

Los hermanos Coen están de vuelta de todo. Pueden permitirse hacer la película que quieran. Si les apetece un western, dirigen un remake de Valor de Ley; que quieren cambiar de registro, realizan A propósito de Llewyn Davis. Su estatus de artistas y directores de culto les coloca en una posición en la que pocos creadores cinematográficos se encuentran.

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