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Modestia Aparte, el triunfo del pop cotidiano
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el grupo de Fernando López

Modestia Aparte, el triunfo del pop cotidiano

El grupo madrileño celebra 30 años de éxitos en Las Ventas con una concierto exclusivo

Foto: Fernando López de la banda Madrileña Modestia Aparte. (EFE)
Fernando López de la banda Madrileña Modestia Aparte. (EFE)

La nostalgia pop es una caja registradora, pero no todos los grupos que fueron algo en los años ochenta pueden presumir de haber quedado en la memoria colectiva. ¿Qué tienen Modestia Aparte, el grupo de Fernando López, para poder permitirse esa hazaña? Ni fueron emblema de nada, ni trajeron un cambio de paradigma estético, ni levantaron grandes debates pop. Simplemente se dedicaron a hacer canciones directas, descarnadas y chisposas, que fueron calando en la vida cotidiana de millones de personas. Estribillos de uso diario, que no implicaban cambios en el look ni el estilo de vida de sus fans, pero que lograron el milagro de hacer compañía a millones de adolescentes de la época en sus años más engorrosos.

Ripios imposibles

Eran menos solemnes que Los Secretos, menos punkis que Hombres G y mucho menos malévolos que Un Pingüino en Mi Ascensor, por poner tres ejemplos de superventas colindantes en aquella época. Al final, les distinguía un punto cursi y honesto bien llevado, letras que eran confesiones al borde las lágrimas. No tener miedo a mostrarse ñoños o vulnerables acabó por convertirse en marca de la casa. También jugó a su favor un descaro poético que permitía ripios imposibles, del tipo “yo sigo comiendo pizza/ tú sigues tan maciza como ayer”. Como quedó claro anoche, tres décadas después, su repertorio sigue sonando tan fresco como cuando eran reyes de la radiofórmula. Repasaron su carrera de cabo a rabo, incluyendo su primer single, el cándido “Playas de Mazarrón”.

Willy Bárcenas y Lara Dibildos

La arena de Las Ventas se llenó con miles de entusiastas, todos ellos invitados por el grupo, su promotora Nautalia Live o por la emisora Cadena 100. La acción empezó a las ocho y media de la tarde, con un animado photocall por donde desfilaron desde Lara Dibildos hasta joven fauna fashion de Mediaset, pasando por Guillermo Bárcenas (Taburete) con cuatro botones de la camisa desabrochados (uno se lo imagina nacido para triunfar, heredando en 2030 “En tu casa o en la mía” de Bertín Osborne). En honor a la verdad, Bárcenas fue uno de los grandes protagonistas de la noche, bordando el dueto de “Cómo te mueves”, la canción más sexy del repertorio de Modestia.

El grupo presentaba su disco de celebración de treinta años de carrera y puede presumir de que solo faltó una de las estrellas invitadas a la grabación, el maestro flamenco José Mercé, que tuvo problemas de agenda. Un Mercé digital alabó el arte del grupo desde un mensaje grabado y emitido por las pantallas. La canción donde participa el flamenco es “Trapos sucios, platos rotos y algunas fotos”, conseguido retrato pop de una ruptura amorosa juvenil. Por cierto, Dibildos estaba allí por un motivo: su mejor amiga es la esposa de Fernando López. “Me lo robó porque ella es morena con los ojos verdes”, bromeó ante los miles de fans, mientras agarraba su bolso de diseño adornado con la palabra “Karl” (en alusión a Karl Lagerfeld, no a Karl Marx).

Concierto sólido y simpático

El recital, que duró más de hora y media, arrancó con “Mi generación”, un contagioso himno sobre los ochenta, que retrata el ingenuo hedonismo de la época, salpicando las rimas con referencias a series emblemáticas como “Fama” y “Falcon Crest”. Ochenteros hasta la médula, el grupo incluyó entre los bises una elegante y sentida versión de “La chica de ayer” de Nacha Pop. La traca final fue la arrolladora “Es por tu amor”, una de sus joyas pop más redondas, hipervitaminada por el cantante de El Lagarto Amarillo. Fue un broche de oro que nos hizo salir a todos para casa con una sonrisa de oreja a oreja. La locura juvenil queda bien retratada en versos como “Es por tu amor, es por tu amor/y si llamo no me abras/ es por tu amor, es por tu amor/porque estoy como una cabra”. ¿Quién no habría tenido que cantar eso alguna vez entre los trece y los diecinueve?

Noche redonda

Chenoa, vestida con una espectacular chaqueta plateda, sacó brilló a “Cosas de la edad”, otro de los clásicos de la banda madrielña. Portu, ex miembro del grupo, se vació en ese baladón destemplado que lleva por título “Ojos de hielo”. El baladista gaditano David DeMaría puso un toque extra de clase a “Pasión”. No hay planes para gira ni para nuevas grabaciones del grupo, pero nunca se sabe con los artistas que atesoran tanto cariño popular. Un equipo de “Sálvame deluxe” realizó un amplio reportaje sobre el concierto de Las Ventas. Aunque a alguno le extrañe, Modestia Aparte suenan más frescos y vivos que el noventa por ciento del indie actual. Y que el pop-rock anglosajón de radiofórmula.

La nostalgia pop es una caja registradora, pero no todos los grupos que fueron algo en los años ochenta pueden presumir de haber quedado en la memoria colectiva. ¿Qué tienen Modestia Aparte, el grupo de Fernando López, para poder permitirse esa hazaña? Ni fueron emblema de nada, ni trajeron un cambio de paradigma estético, ni levantaron grandes debates pop. Simplemente se dedicaron a hacer canciones directas, descarnadas y chisposas, que fueron calando en la vida cotidiana de millones de personas. Estribillos de uso diario, que no implicaban cambios en el look ni el estilo de vida de sus fans, pero que lograron el milagro de hacer compañía a millones de adolescentes de la época en sus años más engorrosos.

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