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Cuando el ejército español se cuadró ante Clint Eastwood en Burgos
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Cuando el ejército español se cuadró ante Clint Eastwood en Burgos

El documental 'Sad Hill Unearthed', que se estrena este fin de semana, sigue la reconstrucción del cementerio de 'El bueno, el feo y el malo' y rescata cómo fue el rodaje en Burgos en el verano del 66

Foto: Eli Walach y Clint Eastwood buscan el oro confederado en el cementerio de Sad Hill, en Burgos
Eli Walach y Clint Eastwood buscan el oro confederado en el cementerio de Sad Hill, en Burgos

Al borde del nacimiento de un riachuelo que afluye en el río Mataviejas, a media altura del camino que lleva de Contreras a Santo Domingo de Silos, corría el rumor de que bajo un túmulo frente a una cruz con el nombre de un tal Arch Stanton, muerto el 3 de febrero de 1862, había enterrados 200.000 dólares de oro confederado, una cantidad por la que más de uno y de dos y de tres hombres se arriesgarían a dejarse meter una bala en la cabeza. Difícil, entre más de 5.000 tumbas, encontrar la del tal Arch Stanton. Todavía más difícil encontrar "la tumba del soldado sin nombre".

Sad Hill Cemetery: provincia de Burgos. Cuando en 1966 quiso finiquitar su Trilogía del dólar con 'El bueno, el feo y el malo', Sergio Leone encontró en la aridez de la altiplanicie burgalesa el lugar idóneo para rodar una de las escenas más míticas no ya del 'spaghetti western', sino del cine en general: el duelo a tres de miradas y pistolas entre Rubio (Clint Eastwood), Tuco (Eli Walach) y Angel Eyes (Lee Van Cleef). El rodaje acabó, Eastwood y compañía se marcharon, pero las tumbas y las piedras se quedaron. En los años siguientes, el pillaje, las necesidades más prosaicas, el tiempo, la tierra y la maleza acabaron por sepultar el cementerio, sus tumbas y cualquier vestigio de que en esa porción de tierra rural y aletargada de 300 metros de diámetro alguien hubiese hecho nunca historia del cine.

placeholder El cementerio de Sad Hill en julio de 1966 | Zapruder Pictures
El cementerio de Sad Hill en julio de 1966 | Zapruder Pictures

El documental 'Sad Hill Unearthed (Desenterrando Sad Hill)', dirigido por Guillermo de Oliveira, rescata la historia del cementerio burgalés de Eastwood y Leone, desde su construcción y su posterior olvido hasta la reconstrucción que ha llevado a cabo la Asociación Cultural Sad Hill, que lo ha desenterrado y lo ha convertido en lugar de peregrinaje para los fanáticos del séptimo arte. Un trabajo de más de dos años que se estrena este fin de semana y que ha conseguido el premio principal en la sección Noves visions del Festival de Sitges.

La construcción del cementerio se hizo en apenas dos días con 250 soldados. Llenaban cajones de tierra y los volcaban

"El cementerio se lo construyó el Éjército a Sergio Leone para la película. Pero se lo construyeron de verdad, con empedrado de verdad y con tumbas", explica Luisa Cowell, productora junto a De Oliveira de la cinta. "Los artífices del cementerio eran jóvenes que estaban haciendo en la mili en Burgos. De la noche a la mañana les dijeron que tenían que ir a rodar una película, haciendo de extras (en la escena de la batalla del puente) y construyendo decorados como el cementerio; cada mañana se presentaban en el campamento de Hortigüela y un sargento del ejército les ordenaba vestirse de unionistas y confederados".

placeholder Un momento del rodaje de Leone | Foto: Zapruder Pictures
Un momento del rodaje de Leone | Foto: Zapruder Pictures

"La construcción del cementerio se hizo en apenas dos días con 250 soldados. Llenaban cajones de tierra y los volcaban. Después colocaban una cruz o una lápida y pasaban a la siguiente. Así hasta 5.000. Un trabajo que seguramente debía de ser muy tedioso", prosigue el director. Pero aquellos que participaron guardan "recuerdos fantásticos de aquel mes de julio de 1966", porque "para muchos fueron 'unas vacaciones'". Uno de ellos, 50 años después, recuerda al director italiano como alguien "muy perfeccionista", que "repetía la misma escena una y otra vez". "Después de cada toma decía: 'Molto bene'. Y yo me preguntaba: '¡¿Si molto bene por qué repite?!'".

Cuando Olivera y Cowell decidieron sacar adelante este largometraje documental, se propusieron hablar con el propio Eastwood, un reto que consiguieron después de superar innumerables trabas burocráticas y administrativas. Eastwood, que nunca ha sido muy dado a la evocación pública de su paso por España, recuerda en 'Sad Hill Unearthed' la "voladura accidental del puente de Langstone". "Aquella escena de batalla que llevaban semanas rodando en el río Arlanza culminaba con la espectacular voladura del puente", explica la productora.

La gente de los pueblos usó la madera de las lápidas para hacer arreglos en tejados o calentarse en invierno

"Un capitán del ejército pidió hacer el honor de detonarlo pero, según cuenta Eastwood, no estaba familiarizado con las órdenes de rodaje y en un momento malinterpretó un gesto y voló el puente por los aire ¡cuando no había ninguna cámara grabando! Clint se moría de risa mientras nos lo contaba, pero reconoce que a Sergio Leone casi le da algo. Rocas y pedazos de madera volaron en todas direcciones y destruyeron un Land Rover. Nadie resultó herido de milagro. El capitán, avergonzado, se comprometió a reconstruir el puente sin coste alguno para la producción. Se fueron a rodar escenas pendientes a Almería y una semana después lo hicieron estallar de nuevo", cuenta De Oliveira.

placeholder Clint Eastwood en un momento del documental | Zapruder Pictures
Clint Eastwood en un momento del documental | Zapruder Pictures

Sin embargo, "el rodaje cayó en el olvido y la localización de la escena, en un valle de difícil acceso se convirtió en un misterio para muchos hasta la llegada de internet", lamenta Cowell. "El cementerio, al igual que el otros decorados de la película, fue abandonado tras el rodaje: retiraron las lápidas de piedra pero todas las cruces de madera y el empedrado central quedaron abandonados a su suerte. La gente de los pueblos usó la madera de las lápidas para hacer arreglos en tejados o calentarse en invierno. Poco a poco, la vegetación fue cubriendo el empedrado".

Rescatado del olvido

"El punto de partida fue la muerte de Elli Wallach [24 de junio de 2014], cuando varios de los miembros de la Asociación Cultural Sad Hill se encontraron en el cementerio para hacerle un homenaje", revela De Oliveira. "Allí encontraron las piedras originales debajo de la tierra y decidieron que había que hacer algo. A partir de ese momento, empezaron a trabajar para lograr las autorizaciones administrativas. Después de unos meses, obtuvieron el permiso de la Junta de Castilla y León y se pusieron manos a la obra [octubre de 2015]. En seguida se dieron cuenta de que iba a necesitar ayuda y recurrieron a las redes sociales. Lanzaron convocatorias de voluntarios y cada fin de semana aquello se convirtió en una romería de gente de España, de Francia, Italia, Portugal... Desenterrar el círculo y reconstruir el muro perimetral que se ve en la película les llevó 9 meses, desde octubre de 2015 hasta julio de 2016, cuando se celebró el 50 Aniversario. La colocación de cruces todavía continúa. Hasta la fecha han puesto unos 1.500 de las 5.000 originales".

placeholder Imagen de 'Sad Hill Unearthed' | Foto: Zapruder Pictures
Imagen de 'Sad Hill Unearthed' | Foto: Zapruder Pictures

Después llegó la idea de inmortalizar el proceso, primero como un pequeño corto para YouTube y luego, a medida que el proyecto fue creciendo, como un cortometraje con distribución internacional. "Yo soy muy fan de las localizaciones de cine y allá por octubre de 2014, gente de la Asociación de Burgos salió por la radio. Un amigo lo escuchó y me habló de ello", explica el realizador. "El primer rodaje fue en septiembre de 2015, antes de que empezaran las obras. Y, a partir de ahí, empezamos a grabar un par de veces al mes".

Ha sido una odisea: todo nos ha costado 10 veces más de llamadas

¿Y qué tal si entrevistamos a Álex de la Iglesia, que con '800 balas' (2002) homenajeó a los especialistas del 'spaghetti western'? ¿Y a James Hetfield, líder de Metallica, que desde 1983 utiliza 'The Ecstasy of Gold' como introducción en sus conciertos? ¿Y a Joe Dante, que trabajó con Luciano Vincenzoni, guionista de Leone en un 'eurowestern' que nunca salió a la luz? ¿Y a Eugenio Alabiso, montador de 'El bueno, el feo y el malo'? Y ya puestos, ¿por qué no a Ennio Morricone? ¿O al mismísimo Eastwood?

placeholder Cartel de 'Sad Hill Unearthed'
Cartel de 'Sad Hill Unearthed'

Casi dos años y 88 minutos de montaje después, De Oliveira y Cowell por fin empiezan a ver los primeros frutos de un proyecto quehan financiado desde sus bolsillos y con la ayuda del 'crowdfounding'. "Nosotros dos nos hemos gastado 35.000 euros", explica Cowell. "Ha sido una odisea: todo nos ha costado 10 veces más de llamadas. Para conseguir los derechos de la música tienes que enterarte de quién es el dueño de la partitura y de la versión que está sonando -el master y el recording-, que a veces es el mismo y a veces no. Han tardado 10 meses para conseguir la música una cosa que nosotros pagamos". "Queríamos usar dos canciones de Morricone y hemos conseguido los derechos, pero a un precio prohibitivo, así que sólo podemos coger una". "La música original nos la compone Zeltia Montes, que el año pasado estuvo nominada al Goya por 'Frágil equilibrio'".

La película ayudará a conocer la historia del rodaje, pero los planes para cuando el cementerio Sad Hill esté acabado van mucho más allá: conseguir que Eastwood vuelva a pisar las piedras en las que se batió en duelo allá en 1966. David Alba, uno de los voluntarios que ha ayudado a desenterrar Sad Hill, reconoce que "sería un bonito tributo a la tierra en la que creció como actor y donde se filmó lo que se ha convertido en un icono del cine western".

Al borde del nacimiento de un riachuelo que afluye en el río Mataviejas, a media altura del camino que lleva de Contreras a Santo Domingo de Silos, corría el rumor de que bajo un túmulo frente a una cruz con el nombre de un tal Arch Stanton, muerto el 3 de febrero de 1862, había enterrados 200.000 dólares de oro confederado, una cantidad por la que más de uno y de dos y de tres hombres se arriesgarían a dejarse meter una bala en la cabeza. Difícil, entre más de 5.000 tumbas, encontrar la del tal Arch Stanton. Todavía más difícil encontrar "la tumba del soldado sin nombre".

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