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'Norman': Richard Gere, el triunfo de un pesado desesperado
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'Norman': Richard Gere, el triunfo de un pesado desesperado

El actor parece otro en este retrato del auge y caída de un aspirante a "solucionador" en el debut norteamericano del cineasta israelí Joseph Cedar

Foto: Richard Gere protagoniza 'Norman: el hombre que lo conseguía todo'
Richard Gere protagoniza 'Norman: el hombre que lo conseguía todo'

En inglés llaman 'fixer' a esa persona capaz de solucionar cualquier problema, el tipo al que llamas cuando te has metido en un embrollo del que no te ves capaz de salir por tus propios medios, el que limpia la mierda que tú no sabes como quitarte de encima. Es una figura tan típicamente norteamericana que incluso se ha convertido en un rol habitual en la ficción criminal, del Sr. Lobo (Harvey Keitel) de 'Pulp Fiction' al Ray Donovan que encarna Liev Schreiber en la serie homónima. Pero existe otro tipo de 'fixer' no tan ligado al submundo del crimen. Es aquella persona que conoce a todo el mundo, o eso dice, y siempre sabe a quién llamar para conseguir un buen negocio, cerrar un trato, obtener el contacto de alguien inalcanzable o pedir un favor desesperado en nombre de otro.

Norman, el personaje que encarna Richard Gere en su nueva película, aspira a convertirse en uno de estos 'fixers' que se mueven en ámbitos de influencia política, económica o incluso religiosa. Cuando lo conocemos al principio de la película, se nos presenta como un hombre maduro un tanto desesperado por ejercer tal oficio. Intenta establecer un trato con un financiero a través de su sobrino, que se siente incómodo allí en medio. Y llega a cuasi acosar a otro integrante de la misma firma mientras este practica deporte por Central Park. No acabamos de tener claro si Norman es inasequible al desaliento o un pesado desesperado. Si realmente vive de este negocio o solo aspira a ello.

placeholder Richard Gere es Norman en 'Norman: el hombre que lo conseguía todo'
Richard Gere es Norman en 'Norman: el hombre que lo conseguía todo'

Cedar juega a la confusión en este sentido dado que además en ningún momento nos ofrece información sobre la vida privada de Norman. No sabemos si tiene familia, aunque él saca a colación a una supuesta mujer e hijos siempre que lo considera oportuno. Tampoco lo vemos en ningún espacio íntimo. ¿Dónde vive Norman? Su vida es un relato que se construye según el interlocutor que tiene delante.

Norman aspira a convertirse en uno de estos 'fixers' que se mueven en ámbitos de influencia política, económica o incluso religiosa

Siempre atento a cualquier posibilidad de fichar a un nuevo contacto útil, en una conferencia en la que se cuela Norman le echa el ojo a un político israelí, Micha Eshel (Lior Ashkenazi), y más tarde se hace el encontradizo con él por las calles de Manhattan. Para ganarse su confianza, le acaba regalando un par de zapatos de precio astronómico. El hombre se encuentra en un momento bajo de su carrera y se toma como una muestra de afecto insólito este obsequio del nuevo colega neoyorquino. Lo que nadie espera es que Eshel acabe convirtiéndose en el Primer Ministro de Israel... Y sí, una vez en lo más alto, se acuerda con cariño de Norman.

placeholder Un fotograma de la película
Un fotograma de la película

Al director Joseph Cedar le descubrimos con 'Beaufort' (2007), su tercer largometraje y el primero que tuvo repercusión internacional, un drama bélico ambientado en el Conflicto del Sur del Líbano sobre un destacamento israelí parapetado en el Fuerte que da nombre a la película. En España no tuvo distribución comercial hasta su siguiente película, 'Pie de página (Footnote)' (2011), una tragicomedia en torno a un conflicto paterno-filial provocado por un asunto inédito. Ambos hombres rivalizan en el ámbito académico debido a sus diferentes metodologías a la hora de aproximarse al Talmud y sus respectivas formas de comunicación social y mediática.

En esta su primera obra estadounidense, Cedar desarrolla un drama amable en torno a este curioso personaje

En esta su primera obra estadounidense, Cedar desarrolla un drama amable en torno a este curioso personaje que dice mucho de las formas de funcionar del sistema capitalista. Por un lado Norman es el típico vendedor de humo que se presenta como alguien mucho más influyente de lo que parece ser. Su compleja red de contactos además abarca diferentes ámbitos, todos aquellos en los que se gestiona algún tipo de poder. Esto incluye su sinagoga habitual, que dirige un rabino encarnado por Steve Buscemi. Por el otro, su objetivo no parece otro que el de manejar influencias, hacerse útil en un entramado de favores.

placeholder Richard Gere y Michael Sheen en un fotograma de 'Norman'
Richard Gere y Michael Sheen en un fotograma de 'Norman'

Cedar construye una película que se apoya sobre todo en el guion y las continuas conversaciones entre Norman y el restos de personajes. Las soluciones visuales resultan o planas o demasiado obvias: mostrar al protagonista caerse entre un montón de bolsas de basura en su momento de decadencia no denota precisamente mucha sutileza en el uso de metáforas.

placeholder Cartel de 'Norman'
Cartel de 'Norman'

Guionista además de director, Joseph Cedar se acaba enamorando demasiado de su propio personaje. De manera que Norman se convierte en un protagonista paradójico. Oportunista y camelador profesional, sin embargo se nos presenta como una persona de buenos sentimientos, sin atisbo de cinismo, que genera una empatía inevitable al espectador a través de sus esfuerzos constantes por triunfar en unos círculos donde a priori no le reconocen como uno de los suyos. Sí, es un pesado. Y miente de forma compulsiva. Pero qué mal nos sabe que no consiga sus objetivos. Y resulta un tanto incoherente convertir un personaje de este tipo en una suerte de antihéroe con una trayectoria digna de un film de Frank Capra.

Para quien nunca le encontró el atractivo físico a Richard Gere en ninguna de sus edades, resulta un alivio verlo defender con tanta convicción un papel de perdedor un tanto patético, un rol en el que ya no queda rastro de sus supuestas dotes de galán. Al final, el reclamo más potente de 'Norman' es descubrir a este otro Richard Gere.

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En inglés llaman 'fixer' a esa persona capaz de solucionar cualquier problema, el tipo al que llamas cuando te has metido en un embrollo del que no te ves capaz de salir por tus propios medios, el que limpia la mierda que tú no sabes como quitarte de encima. Es una figura tan típicamente norteamericana que incluso se ha convertido en un rol habitual en la ficción criminal, del Sr. Lobo (Harvey Keitel) de 'Pulp Fiction' al Ray Donovan que encarna Liev Schreiber en la serie homónima. Pero existe otro tipo de 'fixer' no tan ligado al submundo del crimen. Es aquella persona que conoce a todo el mundo, o eso dice, y siempre sabe a quién llamar para conseguir un buen negocio, cerrar un trato, obtener el contacto de alguien inalcanzable o pedir un favor desesperado en nombre de otro.

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