Es noticia
Cómo recuperar a tu hija haciéndola reír: 'Toni Erdmann', la película europea del año
  1. Cultura
El film de Maren Ade llega este viernes a españa

Cómo recuperar a tu hija haciéndola reír: 'Toni Erdmann', la película europea del año

La directora alemana ha firmado una de las películas europeas del año, con la que ha arrasado en los festivales se ha quedado a las puertas de ganar el Globo de Oro

Foto: Maren Ade, directora de 'Toni Erdmann'
Maren Ade, directora de 'Toni Erdmann'

Se quedó con la miel en la boca. Al final no hubo Globo de Oro a Mejor película extranjera -es lo que tiene jugarse los cuartos con Verhoeven-, pero con 'Toni Erdmann', que se estrena en España este viernes, Maren Ade se lo ha llevado -casi- todo. A la directora alemana le tiene que faltar estantería para exponer un palmarés festivalero -desde Toronto a Cannes pasando por San Sebastián- que avala el éxito de su tercer largometraje.

'Toni Erdmann' es, ante todo, una película curiosa, libre, personalísima. Es una comedia con drama, con reflexión existencialista y con dosis altas de absurdo. Un poco el reflejo de su protagonista, Winfried Conradi (Peter Simonischek) y de la relación con su hija Ines (Sandra Hüller). Winfried es un tipo peculiar. De 'esa clase de personas' impredecibles, que han hecho del humor su 'leitmotiv' vital. Sin embargo, su hija, es de 'esa clase de personas' predecibles, una adicta al trabajo que evita preguntarse a sí misma si es feliz para no tener que afrontar la respuesta. Cuando Winfried decide visitar a Ines, que vive en Rumanía, se da cuenta del tipo de vida que lleva ella, así que decide convertirse -peluca y dentaduza postiza mediante- en Toni Erdmann, un personajillo estrafalario que pondrá patas arriba su alienante modo de vida.

Tráiler de 'Toni Erdmann'

"Desde hace tiempo me ha interesado mucho el tema de la familia; retratar el papel que jugamos todos dentro de ella y como escapar de esos roles", explica Ade. Parece mucho más joven de lo que es -nació en 1976- y, aunque es de Karlsruhe, tiene ese aire berlinés bohemio de eterna adolescente tan favorecedor. Su discurso suena sincero, sin precocinar, y casi se puede seguir su construcción en vivo, con sus requiebros y recules y con algún "no sabría contestarte a eso" que sabe a fresco frente a la 'todología' enlatada.

Hay gente en Alemania que dice que está habiendo una regresión en el concepto de familia, aunque en mi generación es muy habitual la 'familia patchwork'

"La película trata de un padre y una hija que intentan reconectarse, trata sobre el amor, trata sobre las despedidas", resume esta hija de profesores. "Tenía en mente la idea de dos miembros de la misma familia intentando hacer algo imposible, que es llegar a conocerse como si fuesen extraños o reencontrarse y empezar de cero". Al igual que en España, en las últimas décadas el concepto de familia también ha cambiado en su Alemania natal. ¿Mejor? ¿Peor? ¿Simplemente, diferente? "Muchos piensan que está habiendo una regresión en el concepto de familia, aunque en mi generación es muy habitual la 'familia patchwork' [esa que se compone, como si fuesen retales, de hombres y mujeres divorciados con hijos de matrimonios anteriores]".

Ade, no es una recién llegada. Con sus dos primeras películas ya había conseguido hacerse un nombre en el circuito independiente: con 'Der Wald vor lauter Bäumen' (2003) ganó el Premio del jurado en Sundance, con 'Entre nosotros' (2009), el Oso de Oro de Berlín. Pero además de como directora y guionista de proyectos propios, Ade también trabaja como productora de ajenos. En los últimos años ha coproducido, por ejemplo, la trilogía de 'Las mil y una noches' del portugués Miguel Gomes y 'Una mujer fantástica', del chileno Sebastián Lelio, una de las películas más esperadas de 2017. Prototipo de mujer emprendedora, cosmopolita y ocupada, parece la antítesis de su protagonista, una alta ejecutiva devota esclava de su trabajo, emocionalmente disfuncional e incapaz de disfrutar de la improductividad transitoria. Una mujer representativa de un modelo económico voraz y deshumanizado, succionador despiadado e indiscriminado de las energías y los recursos de todo y todos los que entran en su campo gravitatorio.

Foto: Spielberg durante la presentación en Cannes de 'Mi amigo el gigante'. Foto: Eric Gaillard/Reuters
TE PUEDE INTERESAR
Un gigante llamado Spielberg parte Cannes en dos
Eulàlia Iglesias. Cannes

Toni Erdmann es una especie de Pepito Grillo sin miedo al ridículo, es el ruido y la fanfarria en el organigrama vital de Ines, el catalizador de la catarsis. "Winfried, el padre cree que los valores más humanos son el sentido del humor, la comunicación, la conexión con la gente. Pero para ella, en algunas situaciones, ese sentido del humor se convierte en algo cínico. En general sabemos que es importante tener buen sentido del humor porque ayuda, pero hay gente en ciertas situaciones que no puede permitirse el lujo de tratar las cosas con sentido del humor. A partir de cierto nivel de pobreza ya no hay nada gracioso".

En la película, la protagonista trabaja como consultora externa de una firma petrolífera con sede en Rumanía, implementando un plan de restructuración -eufemismo de despidos- para mejorar el rendimiento -eufemismo de aumentar los beneficios- de la empresa contratante. El alto y lujoso tren de vida de los ejecutivos contrasta con la calidad de vida de la mayor parte de la población rumana. "Ines trabaja allí y se ha acostumbrado a ello. Ya no siente dolor al verlo, y eso es algo peligroso. Lo extraño es que ella y sus compañeros siguen pensando que están haciendo algo bueno por el país y que los justifica porque viven allí, trabajan allí y se gastan el dinero allí. Tienen la sensación de que están aportando algo al país, haciendo que las compañías sean rentables".

"Los países ricos tienen apetito por los países pobres y los países pobres también tienen apetito por lo que nosotros tenemos. El mundo es terriblemente injusto y no va a cambiar. A veces nos olvidamos de lo mucho que tenemos y no queremos compartir. Aunque también hay gente que tiene mucho más. El otro día leí un informe que decía que la riqueza del mundo… que la mitad más pobre del mundo...", rebusca en su cabeza los datos; se refiere al informe que acaba de publicar Oxfam que destaca que las ocho personas más ricas del mundo -entre las que se encuentran Amancio Ortega o Mark Zuckerberg- acumulan la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial.

"Un mundo terriblemente injusto", que se enfrenta ahora mismo a una crisis humanitaria sin precedentes, en la que Europa ha delegado en Alemania -habría que preguntarse si lícita o ilícitamente- la responsabilidad de liderar la gestión de la migración de ese millón de refugiados que huyen de la guerra y llegan a Europa en busca de asilo. "Creo que Europa es responsable de la crisis de los refugiados. En el momento en el que Angela Merkel tomó la decisión [de acogerlos], yo me sentí muy orgullosa de ser alemana. Ahora hemos intentado solucionar el problema de una forma equivocada. Me resulta difícil creer que nuestras opiniones dependan tanto de lo que aparece o no en las noticias, y temo que ya no reflejen la situación real. Lo que en un momento es el tema candente ya no significa nada".

Creo que Europa es responsable de la crisis de los refugiados [...]. Hemos intentado solucionar el problema de una forma equivocada.

"Hace poco tuve la oportunidad de hablar durante 10 minutos en el Parlamento Europeo de Estrasburgo al ir a recoger un premio, y fue fascinante poner un pie en ese 'hall' tan enorme; es gigantesco, no te puedes imaginar lo alto que es", prosigue, orgullosa. "Allí sentí claramente lo difícil que es, lo complicado que es organizar tantos países, tantas nacionalidades diferentes, todo el mundo con traductores... es como un planeta especial. Además, como artista, Europa es el ámbito espacial en el que pienso cuando creo. Incluso en comparación con Estados Unidos -adonde he viajado mucho últimamente- soy muy feliz viviendo en una parte del mundo en la que hay libertad artística y donde hay un sistema de financiación y donde las instituciones defienden el arte y la cultura. Para mí Europa es algo muy importante y creo que sería una catástrofe que Europa se desbaratase. Y aunque sea complicado, es importante mantenerla, no sólo por la unión económica, sino sobre todo por la unión de valores".

Se quedó con la miel en la boca. Al final no hubo Globo de Oro a Mejor película extranjera -es lo que tiene jugarse los cuartos con Verhoeven-, pero con 'Toni Erdmann', que se estrena en España este viernes, Maren Ade se lo ha llevado -casi- todo. A la directora alemana le tiene que faltar estantería para exponer un palmarés festivalero -desde Toronto a Cannes pasando por San Sebastián- que avala el éxito de su tercer largometraje.

El redactor recomienda