Impagos, broncas y despidos: así se rueda bajo el yugo de José Luis Moreno

Habla un hombre con varios lustros de experiencia en televisión. "¿Moreno? Me llamó para trabajar en 'Reinas' pero ni me lo planteé. Con él solo se va quien no tiene trabajo". 2016 y estamos en un bar atípico del centro de Madrid: decoración castiza y comida china. 'Reinas' es una serie de televisión y Moreno es José Luis Moreno (Madrid, 1947), ventrílocuo, supuesto neurocirujano, productor de zarzuela, ópera y televisión y leyenda negra en el sector audiovisual. Nuestro interlocutor se suelta con otro botellín de Mahou pero pide —como otros consultados— el anonimato; es una industria pequeña y nadie sabe cuándo volverá a cruzarse con Moreno... "En la serie en la que trabajo ahora cuando tenemos que rodar algo cutre y a toda velocidad decimos: 'Hazte un Miramón Mendi", se ríe. Miramón Mendi es una de las productoras de Moreno.

En ese año, Moreno volvió a estar en la brecha gracias a 'Reinas', serie de época para TVE sobre la relación entre María Estuardo e Isabel I. Hablamos con una decena de personas que han estado en sus rodajes —técnicos, actores, abogados, proveedores— sobre los métodos del hombre que bajo una perenne sonrisa a cámara esconde un intenso lado oscuro empresarial. Él sostiene que no hay impagos ni problemas y que las críticas son fruto de la envidia: "Un pequeño grupo se dedica a agredir al éxito en España". Bienvenidos a 'Morenoland'.

¡Este rodaje es un infierno!

Aquel verano, José Luis Moreno colgó un vídeo este verano en su canal de YouTube —YouMore TV— en el que animaba al sector a trabajar en 'Reinas'. “Estamos haciendo una de las producciones más grandes… yo diría que de todos los tiempos…Tenemos la manía de la perfección…Será una de las series históricas más hermosas y mejor escritas”, explicaba Moreno, coguionista de la serie, con su característico entusiasmo.

Pero, ¡ay!, el contraste entre el panorama pintado por el productor y el día a día de trabajo es extremo: el rodaje de 'Reinas' ha estado marcado por los despidos fulminantes, los retrasos en los pagos a proveedores, deserciones por los retrasos en las nóminas y el canguelo laboral generalizado.

Uno de los trabajadores despedidos describe a este periódico un ambiente laboral viciado:

¿Era fácil comunicarse con José Luis Moreno durante el rodaje?
Nadie habla con él… Moreno habla con el otro realizador porque no queda otra, pero la gente normal no se dirige a él, hablas con el jefe de producción y él se come el marrón de tener que hablar con José Luis.

¿Por qué es un marrón?
Porque tiene la costumbre de echar a la gente. La gente tiene miedo de que la echen, y por eso no se dirigen a él.

O sea, que cualquier conversación con Moreno…
Puede llevar a que te eche, sí. Han echado a mucha gente durante este rodaje.

Daniel Molina entró en 'Reinas' como director de sonido el verano de 2015: “La nómina de agosto me la pagaron el 15 de septiembre y el resto el día 25. Y eso que yo tuve suerte”. La serie fue un continuo éxodo de técnicos. En las primeras semanas, cuenta, salieron “dos directores de producción, un jefe de producción, dos ayudantes de dirección, un operador de cámara, la decoradora y luego nos fuimos los tres miembros del equipo de sonido y despidió a una regidora”. Mucha gente no soportaba el ritmo de Moreno, sus formas y, sobre todo, sus retrasos e impagos. El 10 de octubre de 2016, los actores británicos de la serie se negaron a salir del hotel hasta que no les pagaran los atrasos.

Otro ejemplo de dinámica laboral perversa: una trabajadora osó dirigirse a Moreno delante de parte del equipo para pedirle que pagara a un proveedor. Según un testigo directo, la conversación transcurrió en estos términos:

—José Luis, hay que pagar a estos o se llevan las cosas.
—¿Me estás amenazando?

—No, solo estoy haciendo mi trabajo.
—¿En qué barco estás?

—En el de que salgan las cosas adelante, pero pagando…
—Con esta señorita no vamos a trabajar más…

Dicho y hecho: trabajadora despedida. ¿Exageran sus extrabajadores?

José Luis Moreno recibió a este periódico sentado en una butaca de la Cineteca de Matadero, tras proyectarse el piloto de 'Reinas'. Moreno, que no rehúye ninguna de las preguntas, responde tranquilo y educado. Él achaca las críticas a la inquina que genera el éxito: “Esto ocurre porque soy un personaje notorio. ¿Despidos arbitrarios? Si se despide a alguien es que o no está a gusto él o no está a gusto la producción (con él). Esto ocurre... desde que empecé hace mil años... Es porque soy yo, esa parte la tengo que asumir, en lo que me tengo que concentrar es en el resultado de lo que que hago. Impagos no hay ninguno, porque si los hubiera, irían a los tribunales. Y los despidos, chico, unos se han ido porque tenían cosas mejores y, sinceramente, si alguien no se ve (trabajando) en un pedazo de proyecto como 'Reinas'...", razona el productor. Sin embargo, las controversias sobre la serie van más allá de lo laboral...

Hacienda somos todos

Dos de las empresas de Moreno —Alba Adriática y Kulteperalia— debían, a fechas de noviembre de 2016, 3,4 millones a Hacienda, según la lista de morosos. A eso hay que sumar deudas que no aparecen en el fichero porque no llegan al millón de euros. En teoría, TVE no podría contratarle hasta que liquidara su deuda. Ocurrió que TVE no contrató 'Reinas' con Moreno, sino con la enigmática Indiana Pictures, que habría subcontratado a su vez a Moreno. Nadie en el sector conoce a Indiana Pictures y TVE no reveló cuánto pagó. “Somos una empresa pública pero actuamos como una del sector privado, no desvelamos nuestros gastos a la competencia”, contó un portavoz de la cadena. La serie, según Moreno, contaba con un presupuesto de 2,1 millones de euros por episodio.

Tampoco es que TVE y Moreno, coproductor y codirector de 'Reinas', hayan disimulado mucho su relación laboral directa. "La serie es una cosa de TVE y mía", confirmó Moreno en la presentación de 'Reinas' en el festival MIM, a la que asistió Fernando López Puig, director de ficción de TVE, quien aseguró que "José Luis vino con una caja llena de ideas y de guiones y me dijo que quería hacer 'Reinas'".

La relación de TVE con Moreno siempre ha sido estrecha y lucrativa: solo en 2000 y 2001, sus productoras facturaron 12,1 millones de euros (más de 2.000 millones de pesetas de la época) por programas como 'Noche de fiesta', según el libro 'Las guerras del pirulí: el negocio de la televisión pública en la España democrática', de Ramón Tijeras. Ninguna otra productora externa recibió tanto dinero esos años de la tele pública.

Moreno siempre ha tenido buen enganche con el PP. Especialmente en la época de Aznar: Bárcenas le identificó como uno de los donantes de sus papeles. Según 'El Mundo', el extesorero del PP declaró en sede judicial que el productor donó 60.000 euros al partido entre 1999 y 2003. No obstante, acabado el 'aznarato', la relación continuó con Zapatero y con Rajoy. "Cuando en Canal Nou estaban de huelga íbamos a producir, lo mismo que en Telemadrid o en las teles de Castilla-La Mancha y Baleares. Siempre en comunidades del PP", explica una antigua empleada.

Los años del caviar

Obviamente, Moreno tiene sus méritos: vio la producción de galas y series como una industria, montó sus propios estudios y si una cadena le pedía una serie en dos o tres semanas podía tenerla lista. Sabía conectar con el público. Llenó la plaza de toros de Las Ventas con una antología de la zarzuela. Hubo una época en la que pensaba a lo grande y a lo grande le salía. Producía óperas, musicales... lo que fuera, y generalmente con éxito.

Uno de sus primeros fiascos fue la serie 'A ver si llego', estrenada por Telecinco en 2009 y que transcurría en un mercado. Eran los tiempos en los que aún era el rey del mambo. "Tenía actores conocidos: Neus Asensi, Miriam Díaz Aroca… Solo en el decorado del mercado se gastó un dineral, decían que tres millones de euros", recuerda una trabajadora con muchos años junto al productor. En la cabecera Neus Asensi se baja de un precioso Bentley plateado, el mismo que suele trasladar con chófer a José Luis Moreno. "Ahí se creyó guionista y empezó a meter bailes por todas partes, que es lo que le gusta. Era un producto antiguo y claro, no duró mucho. Ahí perdió mucho dinero", cuenta un excolaborador de su círculo. La serie solo duró cinco semanas en antena.

Poco después, comenzaron los despidos colectivos en sus empresas. Tanto, que fue de los primeros en aplicar la reforma laboral del PP que rebajaba la indemnización por despido. En el primer ERE presentó la información de las empresas a los trabajadores y ahí descubrieron gastos que no siempre tenían que ver con la producción.

Según publicó 'El País', entre enero de 2009 y el 16 de agosto de 2010, una de sus empresas, Gegaguma, gastó 700.000 euros en vuelos privados con la empresa Executive Airlines y 2,9 millones con Tag Aviation. "Él presumía de que nunca iba en vuelo regular", recuerda un antiguo empleado. Gastó 1,2 millones en El Corte Inglés, con partidas de miles de euros en caviar para sus fiestas.

Ahí arrancó una racha de despidos continuados. "Antes pagaba y pagaba bien, pero con la crisis dejó de producir y cortó el pago de nóminas". Tanto, que los trabajadores esperaban ansiosos la llegada de su chófer con el dinero a ver si les tocaba a ellos cobrar. A veces, cuentan, cuando al fin le tocaba pagar pedía a Personal el listado de trabajadores y tachaba a unos cuantos: "A estos no se les paga". Cuando algún empleado demanda, sus productoras estiran el procedimiento, pero minutos antes del juicio acuerdan un calendario de pago para los salarios atrasados.

El productor responde: "Impagos no hay ninguno, porque si los hubiera, irían a los tribunales"

Gabriela Weller, portavoz del sindicato de Técnicos Audiovisuales y Cinematográficos del Estado Español (TACE), explica cómo funciona el sistema Moreno de gestión de Recursos Humanos. Cuenta que Moreno ha dicho alguna vez que tener a la gente en tensión mejora la productividad, que pagar a la gente tarde es su sistema de 'management', su manejo de los recursos humanos.

La tensión es un elemento clave que describen varios de los consultados. Moreno es capaz de improvisar un guión sobre la marcha, de despedir de un plumazo a un equipo porque algo no le gusta —"¡tú, tú y tú, fuera!"—. "En 'Noche de fiesta', a veces cambiaba la escaleta sobre la marcha, durante la publicidad. A veces nadie sabía qué espectáculo venía después. No era raro ver a gente llorando entre bastidores. La tensión unía al grupo contra él", recuerda un colaborador.

Ha dicho que pagar a la gente tarde es su sistema de 'management', es su manejo de los recursos humanos

Moreno insiste en que lo que ocurre es que el éxito genera enemigos. Sobre las acusaciones de impagos a los proveedores, responde: "No es cierto que haya impagos; y además, en vez de quejarse, lo que tienen que hacer es llevarlo a los tribunales". Y sobre los trabajadores de 'Reinas' que denuncian despidos arbitrarios, añade: "Curiosamente los despidos no son míos: hay departamentos de personal que te dicen: 'Mira, esta persona ha hecho esto y deberíamos…'. Hay contratos. Y si son despidos indebidos, está la ley para decidir si lo han sido o no... Ese tipo de notoriedad la voy a llevar siempre encima. ¿Y los [trabajadores] que siguen trabajando en una cosa preciosa ('Reinas') que les va a abrir muchas puertas en el mundo? Eso es menos popular”.

También reflexiona sobre el estado de sus negocios tras haber rozado la quiebra hace ya varios años: "La situación es muy buena. Uno siempre quiere que sea un poco mejor, pero es buena… Cuando ves que grandes empresas han tenido concursos de acreedores reales, pues yo no he tenido concurso de acreedores, he salido de ahí, no he tirado la toalla, he pagado mis deudas, y estoy otra vez en un momento, no te digo todavía que maravilloso, porque arrastras cosas, pero si me lo dicen hace siete años no me lo hubiera creído".

Problemas con la justicia

Gabriela Weller explica que las reclamaciones que han llevado contra Moreno forman una pila de expedientes que superan al resto de productores: "Llevamos con él años de problemas. Cuando un asociado nos contacta y nos dice que le han llamado para una producción de Moreno siempre le decimos lo mismo: 'Debes saber que Moreno paga tarde, si es que paga".

Después del primer ERE y de la filtración de sus gastos, Moreno pareció aprender que no debía dar a los trabajadores los datos de sus empresas. Así que cuando en marzo de 2012 Kulteperalia, una de sus productoras, despidió a seis trabajadores no dio los datos. Los abogados de los trabajadores intentaron que todo el conglomerado de empresas e incluso Moreno respondiera de las indemnizaciones. Es una jugada complicada porque a menudo empresas del mismo dueño están compartimentadas. No era el caso.

En 2013, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid les dio la razón. Porque José Luis Moreno no gestionaba Kuteperalia como una empresa única, sino que había "confusión de caja, confusión de plantillas y apariencia externa de unidad" entre todo su grupo, según el fallo. Era imposible distinguir los bienes de una y de otras. A los trabajadores unas veces les pagaba una empresa y otras otra.

"Confusión patrimonial"

La línea no existe ni entre las distintas productoras ni entre los bienes del propio Moreno: "Nos encontramos ante una auténtica confusión patrimonial entre los bienes del socio y administrador, José Luis Rodríguez Moreno [su verdadero nombre], y los de las sociedades que administra, recibiendo préstamos de ellas, los cuales no constan como devueltos, adeudando más de tres millones de euros, estando al frente del grupo, abonando además ocasionalmente los salarios a los actores". Los jueces fallaron que Alba Adriática, Kuteperalia, Crystal Forest y Gecaguma, el propio José Luis Moreno eran en realidad una sola entidad. Eso implicaba que él debía responder con sus bienes de los impagos de las sociedades.

Moreno, el hombre que pagaba tarde y mal a sus actores y técnicos, que demoraba hasta el embargo los pagos a Hacienda y la Seguridad Social, estaba sacando dinero de sus empresas, según el fallo.

Las cuentas de Gecaguma depositadas en el registro mercantil revelan que a 31 de diciembre de 2015, Moreno debía a sus empresas 6,54 millones de euros. Gecaguma, por ejemplo, despidió a trabajadores afirmando que debía 681.077 euros a Hacienda y 431.932 euros a la Seguridad Social, según documentación a la que tuvo acceso este diario. Es decir, que si Moreno no hubiera sacado dinero de las empresas estas podrían haber tenido dinero para pagar a Hacienda.

Esto es lo que le reprochan sus empleados: que él ha seguido inmune a la crisis y a los despidos. “En su casa —una mansión a las afueras de Madrid— seguía comiendo de carta. Cada día, sus cocineros le preparan un menú”. Sigue con su Bentley fabricado especialmente en Reino Unido, adonde vuela con regularidad.

"Llama a una actriz para la gala de Nochevieja y esta le recuerda que aún le debe la del año pasado. Entonces Moreno le paga la de 2015. Así va tirando"

Tiene un núcleo duro que aguanta con él llueva o truene, y su familia. Dos de sus sobrinos llevan 'La que se avecina' (en el sector, cuentan que Telecinco exigió que Moreno saliera de la serie para evitar problemas y reclamaciones) y otros dos trabajan con él en sus otros proyectos.

Cuál es el trato por 'La que se avecina' es un misterio. La serie se rueda en sus estudios, en un polígono industrial en Moraleja de Enmedio (un pueblo de 5.000 habitantes al sur de Madrid). Adosados de ladrillo rojo y alguna nave industrial son los exteriores. En esos estudios cuenta la leyenda que puede pasar de todo. Que un día de rodaje pueden precintar un plató o un proveedor aparecer a llevarse su material porque no ha cobrado.

El sector está muy disperso y es poco reivindicativo. Pero una vez lograron montarle una huelga. El TACE cumplió con todos los trámites y él pensaba que iban de farol. Weller recuerda que cinco minutos antes, cuando vio que iba en serio y que el rodaje no iba a empezar, aceptó pagar. Aun así, hubo que esperar porque el dinero no llegaba. Moreno quería pagar en billetes (como hace a menudo) y se decía por el plató que el coche con los maletines de dinero estaba a punto de llegar desde Valencia... La juerga, vaya.

"Ahora llama a una actriz para la gala de Nochevieja y esta le recuerda que aún le debe la del año pasado. Entonces Moreno le paga la de 2015. Así va tirando", cuentan fuentes del sector.

"Un pequeño grupo se dedica a agredir al éxito en España", replica sin esquivar ninguna pregunta

Preguntamos a Moreno sobre su mala fama laboral y da la vuelta a la cuestión: ¿no será él la víctima en realidad?: "Lo de la mala fama sería cuestión de preguntar con quién la tengo y con quién no. Es más notorio lo que publique un libelo. Oiga, este señor viene del mundo artístico, ¿cuántos artistas de su genero —ventrílocuo, humorista o lo que sea— han montado una industria tan grande y han creado tantos puestos de trabajo? Años, años y años de mucho trabajo… No creo que la [mala] fama sea global, soy uno de los pocos personajes que ha pasado de actor a empresario de éxito, eso se recibe unas veces bien y otras regular…".

"¿Cuál es mi realidad hoy día? Una serie internacional que va a dar mucho prestigio a España, y con un equipo maravilloso de jóvenes españoles… Es más cómodo decir: ¡José Luis Moreno, caspa'; o 'José Luis Moreno no paga'… Un pequeño grupo de personas se dedica a agredir al éxito en España. No quiero irme de mi país, porque me gusta mucho", cuenta.

'Reinas' no deja de ser otra serie comercial y ortodoxa sobre intrigas palaciegas. No obstante, dado que el imaginario popular relaciona a José Luis Moreno con productos como Monchito, 'Noche de fiesta' y 'Escenas de matrimonio', iconos de la caspa para los culturetas, verle ahora disertando sobre María Estuardo tiene algo de contracultural. Ojo al dato: 'Reinas' puede ser considerado el primer trabajo declaradamente feminista del productor. Poca broma. "Creo que sí es una serie feminista. Son dos mujeres luchando en un mundo de hombres, porque digamos lo que digamos, las mujeres siguen teniendo que luchar en un mundo de hombres", explicaba.

¿'Reinas' para redimir culturalmente a José Luis Moreno? Eso sí, difícilmente le redimirá laboralmente: su tortuoso rodaje no ha hecho más que aumentar la gigantesca leyenda negra sobre sus implacables métodos empresariales. Noches de fiesta y rodajes de pesadilla. Toma Moreno.