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"Trump se quiere mucho, demasiado"
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"Trump se quiere mucho, demasiado"

Edward James Olmos, el mítico teniente Castillo de 'Corrupción en Miami', defiende la causa latina en Estados Unidos y es una de las voces más críticas contra el candidato republicano

Foto: El actor Edward James Olmos. (EFE)
El actor Edward James Olmos. (EFE)

En la memoria fotográfica colectiva el nombre de Edward James Olmos (Los Ángeles, 1947) quizá no provoque ninguna respuesta. Pero si cambiamos el estímulo y decimos el teniente Castillo, automáticamente aparecerá ese alto bigotudo jefe de la Brigada Antivicio que se partía el cobre con Don Johnson y Philip Michael Thomas de 'Corrupción en Miami'. Este papel le valió un Globo de Oro, un Emmy y la fama. Después llegaría su nominación al Oscar en 1988 por 'Lecciones inolvidables' y personajes como Gaff, de 'Blade Runner', el comandante William Adama en 'Battlestar Galactica' o el teniente Gonzales en 'Agents of S.H.I.E.L.D.', aunque sobre todo este californiano de origen mexicano es uno de los abanderados de la causa latina en Estados Unidos.

Tras la lluvia de palos que se llevaron este año los Oscar, acusados de racistas (con la campaña #OscarSoWhite) y machistas, Olmos es uno de impulsores de las nuevas normas que están posibilitando la entrada de más artistas afroamericanos, asiáticos, latinos y mujeres para acabar con esa supremacía de hombres blancos y talluditos que reina en Hollywood. Tras las críticas, a finales de junio la Academia invitó a más de 600 nuevos miembros, entre ellos los directores españoles Juan Antonio Bayona e Isabel Coixet, la actriz Marisa Paredes o el productor Fernando Bovaira.

No es de extrañar que, como afirma el actor y activista, una de sus películas "más relevantes" sea 'The ballad of Gregorio Cortez' (1982), un filme que retrata los estereotipos racistas que aún perviven en la sociedad estadounidense a través de la historia real de un granjero méxicoestadounidense acusado en 1901 del asesinato de un policía en Texas. Y más con Donald Trump en plena carrera presidencial, con los latinos en su diana. Por eso, defiende el orgullo y la unión latina en la sociedad y en el cine, tal y como contó a este periódico en los pasados Premios Platino. Olmos está promocionando por el mundo 'El americano, the movie', la primera coproducción de animación entre México y EEUU, y tiene pendiente de estreno ‘Monday night at seven’, 'In a Little spanish town', 'Accomplice' y 'The art of living', una película de Sebastián del Amo que verá la luz el próximo año con Paz Vega y Óscar Jaenada.

placeholder 'Corrupción en Miami'.
'Corrupción en Miami'.

P. ¿Por qué es importante que la industria iberoamericana se una?

R. Es lo más importante que le está pasando al cine y al arte iberoamericano en toda la historia del cine. Es fundamental unir el español en el mundo y atraer la atención a nuestro cine. No somos consciente de su fuerza, pero atraer la atención al cine es vital, porque es el arte más poderoso de todos. Nada ataca al subconsciente como una película, ni los libros ni el teatro en vivo ni la música. Nada.

P. En todo el mundo hay cerca de 500 millones de hispanohablantes, ¿por qué ha costado tanto organizar a la industria latina? ¿Cree que realmente podría plantarle cara a Hollywood?

R. Seguro, pero eso se consigue económicamente. Cuando una película hecha en Japón, en China o en español tiene éxito, se buscan más. Hemos tenido éxitos, pero tenemos que tener más. Por eso estos premios Platino son vitales. Hay que llevarlos a Estados Unidos para decirles que ya llegó el cine latino. La gente ya entiende qué representan estos premios y hay interés en ver qué está pasando. Lo mejor es que se está generando curiosidad, y eso contagia.

P. Este año lo empezamos con la polémica #OscarsoWhite. La Academia respondió después incluyendo a más afroamericanos, latinos, asiáticos y mujeres en sus filas. ¿Es suficiente?

placeholder Edward James Olmos, en los Premios del Sindicato de Actores. (EFE)
Edward James Olmos, en los Premios del Sindicato de Actores. (EFE)

R. No, pero ya se ha comenzado a hacer algo. Yo soy uno de los que están en la Academia haciendo la selección para entrar. Este año ha sido el mejor de toda la historia de la Academia. Entraron más de 68 mujeres, latinos, africanos, asiáticos e indígenas. Era necesario, sobre todo porque por primera vez entendieron que el 94% de los que están son hombres anglosajones y muy mayores. Cuando les decía hace 10 o 15 años que necesitábamos a una mujer de 24 años que estaba arrasando, ellos me respondían que era pronto y que podía entrar más tarde. Me decían: "Vamos a dejar a esa de momento. Ahora metemos a este que se lo merece y ya tiene mucha experiencia". Y yo les decía: "Todos los que estáis aquí sois viejos". Necesitamos sangre joven. Tienen que dejar que gente de 20 o 30 entren ya en la Academia. Savia nueva.

P. Usted trabaja en Hollywood desde hace muchos años. ¿Se nota la discriminación en el día a día?

'Lo imposible' tenía como protagonista a una familia latina, pero pusieron una familia totalmente anglosajona porque querían ganar más dinero

R. Mucho, mucho. Se siente todos los días, especialmente con todo lo que está pasando en política con Donald Trump. Y en el cine también. Las mujeres no pueden trabajar después de los 40 y en el campo de los latinos nunca nos han dado la oportunidad. Por ejemplo: 'Argo'. Ben Affleck la dirigía y se puso a sí mismo para protagonizarla. ¿Quién no querría hacerlo? Y más cuando últimamente no le contratan... Al mismo tiempo, actuaba Tony Mendes, pero nadie sabía que era latino. Es más, Affleck dijo que a Mendes no le gustaba hacer de latino, que era 'anglo' por su madre porque su padre le dejó de niño, que nunca supo de él y que no quería saber nada de los mexicanos porque él no era mexicano sino anglosajón. Y yo les digo a Affleck y Mendes que tener a un latino para ese papel es hacer mejor la película. Yo no sabía ni que era latino y mucho menos que tenía ese conflicto interno, pero esos mensajes son muy peligrosos. Y pasa con muchas historias. Otro ejemplo: 'Lo imposible' [de Juan Antonio Bayona]. Esa película tenía como protagonista a una familia latina -podrían ser anglosajones latinos, africanos latinos, asiáticos latinos, mezclados o lo que sea-, pero pusieron una familia totalmente anglosajona porque querían ganar más dinero. La 'regaron'. Mejor usar a Javier Bardem, a Penélope Cruz y a unos niños para hacer la película. Hubiera sido mejor y más creíble, sobre todo mejor porque son mejores actores.

placeholder Edward James Olmos, en el estreno en México de 'El americano, the movie'. (EFE)
Edward James Olmos, en el estreno en México de 'El americano, the movie'. (EFE)

P. Sus raíces son mexicanas y siempre ha vivido en EEUU. ¿El ascenso de Trump da miedo?

R. No. Hemos entendido muy bien lo que está pasando y por qué Trump pega cada vez que habla, especialmente en el 'speech' de candidato que dio en la convención republicana. Lo que ha hecho Trump ha sido dividir a la gente. Un presidente de los EEUU no puede ser presidente sin el voto de la mujer, el voto del negro y el voto del latino. Si le falta o falla cualquiera de esos tres, no va a ser presidente, y si no tiene los tres, tampoco. Este cuate no va a ser presidente. No tiene el voto de la mujer ni del africano ni latino. El 89% de los latinos de EEUU no quiere a Trump.

P. Pero salga elegido o no, ¿cree que está provocando que cale más aún una mentalidad muy racista contra los mexicanos y los latinos en general?

R. Así es como ha triunfado: diciendo cosas contra todos, no solo contra los latinos. Es increíble. Se ha metido con el heroísmo de John McCain, con las mujeres...

P. ¿Cómo le definiría?

R. Trump es el más peligroso. Es el hombre más peligroso de todos los que han tratado de ser presidentes de Estados Unidos. Es narcisista. Se quiere mucho, demasiado. Se pone él por encima de todos. Todo el mundo cree que es algo natural, pero no. No hay humildad en él. Dicen que en privado es humilde. ¡Menos mal!, pero en público no tiene nada de humildad y, precisamente, el trabajo que quiere es público. Lo mejor es que se vaya a su casa a ser más humilde.

En la memoria fotográfica colectiva el nombre de Edward James Olmos (Los Ángeles, 1947) quizá no provoque ninguna respuesta. Pero si cambiamos el estímulo y decimos el teniente Castillo, automáticamente aparecerá ese alto bigotudo jefe de la Brigada Antivicio que se partía el cobre con Don Johnson y Philip Michael Thomas de 'Corrupción en Miami'. Este papel le valió un Globo de Oro, un Emmy y la fama. Después llegaría su nominación al Oscar en 1988 por 'Lecciones inolvidables' y personajes como Gaff, de 'Blade Runner', el comandante William Adama en 'Battlestar Galactica' o el teniente Gonzales en 'Agents of S.H.I.E.L.D.', aunque sobre todo este californiano de origen mexicano es uno de los abanderados de la causa latina en Estados Unidos.

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