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Lolita: "El teatro me está dando de comer"
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en el teatro la latina desde el 24 de agosto

Lolita: "El teatro me está dando de comer"

La actriz y cantante protagoniza 'La asamblea de las mujeres', un alocado montaje dirigido por Juan Echanove que se planeta cómo sería el mundo si ellas tuvieran el bastón de mando

Foto: La cantante y actriz Lolita Flores (Efe)
La cantante y actriz Lolita Flores (Efe)

"Las mujeres son infinitamente más sensatas que nosotros (...) La mujer es ingeniosísima, como nadie, para reunir riquezas; y si llegan a mandar, no se las engañará fácilmente, por cuanto ya están acostumbradas a hacerlo". He aquí la pregunta del millón. ¿Cómo sería el mundo si estuviera gobernado por mujeres?

Estas palabras las podría haber pronunciado cualquiera para, por ejemplo, apoyar a Hillary Clinton en su carrera por la Casa Blanca o a Angela Merkel antes de convertirse en la mujer más poderosa del viejo continente. O para estrechar esa brecha salarial que hace que las mujeres ganen en España un 19% menos que los hombres (y un 16% menos en Europa). Sin embargo, las dejó escritas hace más de 2.000 años Aristófanes.

Lolita vuelve a poner sobre la mesa la eterna, y todavía necesaria, lucha por la igualdad en la hilarante 'La asamblea de las mujeres'. Un montaje, dirigido por Juan Echanove y con Pedro Mari Sánchez, María Galiana o Pastora Vega en el reparto, que hoy suena igual de actual y crítico gracias al histriónico y cómico prisma del dramaturgo griego. La obra se estrenó el año pasado en el Festival de Teatro Clásico de Mérida y ahora llega al Teatro La Latina de Madrid (24 de agosto a 11 de septiembre).

A pesar de que la mayor de los Flores reconoce que nunca ha sido líder en nada y menos en política, en 'La asamblea de mujeres' vuelve a hacerse grande en un escenario tras el éxito cosechado durante dos años con la Colometa de 'La plaza del Diamante'. Del drama ha pasado al esperpento con Praxágora, la responsable de que todas las mujeres se pongan barba y pantalones para llevar a cabo una carnavalesca revolución cansadas de la corrupción y la negligencia de los atenienses para gobernar su ciudad (¿les suena?). No será su último personaje sobre las tablas, como confirma a El Confidencial, ahora que el teatro se ha convertido en el centro de su carrera.

P: ¿Qué le ha dando Praxágora en este año?

R: Praxágora me da alegría. Me río mucho. No tengo la responsabilidad de un monólogo como 'La plaza del Diamante', aunque sigo teniendo la responsabilidad y la disciplina porque eso lo da el teatro y lo tienes que tener. Esta obra es mucho más amena, no tienes que poner tu hígado sobre la mesa porque lo que doy son mítines políticos y el personaje se parece mucho a mí. Ella mueve las manos, es muy andaluza y muy mediterránea. Es bastante parecida a mí.

P: 'La asamblea de las mujeres' es una obra que sorprende por lo que actual que suena su argumento.

R: Sí, porque desgraciadamente lo que está pasando en parte de Europa, en Atenas y en este mismo país, que estamos sin Gobierno, aparece en la obra. Está muy de actualidad lo que se habla en 'La asamblea de las mujeres'. Pero esta obra es como una chirigota, es decir, estamos contando lo que nos pasa en tono jocoso y de comedia porque nos reímos de nosotros mismos. Un poco como nos pasa a todos los españoles cuando vemos lo que tenemos alrededor.

P: La obra plantea una pregunta básica que es qué pasaría si el mundo estuviera gobernado por mujeres. Tras un año metida en esta historia, ¿qué cree Lolita que ocurriría?

R: Creo que Praxágora propone cosas que son coherentes pero otras que, lógicamente, no. Pero creo que el mundo debería tomar conciencia de que las mujeres estamos preparadas -quizás, a lo mejor, yo no para llevar un cargo político porque lo mío es el arte-. Hay mujeres en el mundo a las que habría que darles paso y, sobre todo, tendríamos que adelantar un poco más en eso porque todavía falta mucho.

P: Normalmente nos centramos en política, pero la desigualdad campa en muchos otros lugares: techo de cristal, brecha salarial...

R: En todos los ámbitos. Ese tipo de cosas se deberían subsanar. La mujer tiene que tener lo mismos derechos que el hombre y el hombre los mismos que las mujeres. Al fin y al cabo somos seres humanos y lo único que nos diferencia son los pechos, que tenemos más, y la parte sexual porque tenemos órganos diferentes, pero después tenemos el mismo hígado, el mismo corazón, el mismo bazo, el mismo estómago, los ojos, la nariz, la boca... No somos tan diferentes y los sentimientos de los seres humanos son todos iguales seas hombre o mujer.

P: Si en España tuviéramos candidatas mujeres, ¿ya tendríamos Gobierno?

R: Sería muy frívolo por mi parte decir algo porque no lo sé. Yo no sé de política. Yo sé lo que sabemos todos los españoles de lo que vemos, leemos y votamos, que al final y al cabo no sirve para nada. Lo que haría falta en España es que cada uno ponga de su parte y ceder un poco, que todos cedieran algo y que realmente se llegara a un consenso y que España tirase pa'alante, que falta le hace.

P: 'La plaza del Diamante' primero y ahora 'La asamblea de las mujeres'. El teatro llegó un poco tarde a su carrera pero parece que lo hizo para quedarse.

R: Igual si lo hubiera hecho antes quizás no me hubiera ido tan bien. La verdad es que no me puedo quejar. Con 'La Plaza del Diamante' y 'La asamblea de las mujeres' hemos llenado, la gente se divierte y con La Colometa la gente lloraba, se lo pasaba bien y gracias a Dios no hemos tenido críticas malas, por lo que creo que es un éxito. Y el teatro me está dando de comer, por lo tanto yo le estoy muy agradecida.

P: Tras la gira de esta obra que se prolonga hasta enero, ¿tiene más proyectos teatrales? ¿Quiere seguir enfocando en las tablas su carrera?

R: Sí quiero seguir y ya tengo, de hecho, guiones encima de la mesa.

P: ¿Y la música?

R: La música está apartada de momento. No tengo casa de discos. Estoy muy liada con el teatro, pero a parte tampoco me proponen nada que realmente me provoque algo más que el teatro.

P: Aristófanes al hablar de este modo del empoderamiento femenino y de la corrupción política parece que nos está retratando al mundo del siglo XXI. ¿Estamos tan anclados?

R: Es que no hemos avanzando. El ser humano ha avanzado en descubrir cosas como internet, vacunas... pero realmente en sentimientos y en esa lucha de poder no hemos avanzado.

P: En la obra la raza Flores está muy presente, empezando por el guiño al mitíco 'si me queréis, irse' de su madre. ¿Cómo surge eso?

R: Eso fui yo. Estábamos leyendo la obra y dije 'si me apoyáis, irse' y dijo Juan: 'me gusta, quédatelo'. Y a la gente le gusta. Es algo, además, que ni quiero ni puedo separar. Estoy muy orgullosa de ser hija de quien soy y Lola Flores para mi era única. Por lo tanto, para mi es un orgullo poder decir eso.

P: ¿Qué opinarían sus padres de estas dos mujeres de raza que ha interpretado y de su carrera teatral?

R: Yo creo que desde algún lado lo están viendo. Yo creo mucho en la energía. Y mi madre estaría encantada, vendría al teatro todos los días, y mi padre se pasaría casi todos los días por aquí. La desventaja es que desgraciadamente no los tengo, pero seguro que mi madre vendría mucho. Y de La Colometa me diría: 'hija, yo no sé por qué no me lo han dicho a mi que lo hiciera yo que estoy más en la edad' (risas). Praxágora no, pero La Colometa seguro que sí.

"Las mujeres son infinitamente más sensatas que nosotros (...) La mujer es ingeniosísima, como nadie, para reunir riquezas; y si llegan a mandar, no se las engañará fácilmente, por cuanto ya están acostumbradas a hacerlo". He aquí la pregunta del millón. ¿Cómo sería el mundo si estuviera gobernado por mujeres?

Lolita Flores
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