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Roger Corman, de mentor de los grandes de Hollywood a rey del cine 'friki'
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Roger Corman, de mentor de los grandes de Hollywood a rey del cine 'friki'

Roger Corman dio su primera oportunidad de dirigir a Scorsese, Cameron o Howard, pero pasará a la historia como el mayor productor de cine de serie B de la historia del cine

Foto: Roger Corman en Locarno (Efe)
Roger Corman en Locarno (Efe)

Nadie ha influido tanto el cine de Hollywood trabajando al margen de los grandes estudios como Roger Corman. El gran caballero del cine barato, el velocista de la producción capaz de rodar películas en tiempos récord, el hombre que menos ha gastado en un mayor número de títulos, el padrino de la generación que cambió Hollywood en los años setenta, el director que captó antes que nadie la importancia de llevar a cabo un cine de adolescentes y para adolescentes, el responsable de New World, esa compañía que por un lado producía films de guerrilleras filipinas en bikini y por el otro distribuía lo último de Ingmar Bergman.

El 'Star Wars' de Roger Corman se llamaba 'Battle Beyond The Stars'

El chico nacido en Detroit, de clase media, que cuando su padre se jubiló y se mudaron a Beverly Hills, se colaba con los amigos -muchos cuyos padres eran directivos de los estudios- en los set de rodaje para jugar. Y el que, a pesar de haber estudiado Ingeniería, empezó a trabajar como mensajero de la Fox, donde aprendió cómo se hacían las películas.

Roger Corman se mantiene vivaz y elegante a sus 90 años cumplidos. Su filmografía es un recorrido por el cine estadounidense al margen de Hollywood desde el final de la edad de oro de los grandes estudios hasta la aparición de los 'blockbusters'. Historia viva del cine que responde pausado y con una amable sonrisa a nuestras preguntas desde el Festival de Locarno donde acaba de recibir un premio honorífico.

P: Usted apadrinó a muchos directores jóvenes que luego triunfaron en el Nuevo Hollywood o el cine independiente. ¿Cree que esta vocación de tutelaje sigue existiendo hoy en día?

R: Por supuesto. Creo que hay muchos directores que dan apoyo y promocionan a otros más jóvenes. Yo lo hice porque quería y porque cuando empecé con mi propia compañía en 1970, New World, tenía que “alimentar al dinosaurio”, es decir, llevar a cabo suficientes películas para que aguantara la distribuidora. Y una de las maneras era trabajando y alentando a nuevos directores. Empezaban conmigo y seguían su carrera con otras productoras. Cuando rodábamos 'Loca escapada a Las Vegas' (1977), Ron Howard se quejó de que disponía de muy pocos extras. “Piensa Ron que si haces una buena película en estas condiciones no volverás a trabajar conmigo nunca más”, le contesté riendo. Antes de rodar las dos películas más caras de la historia, James Cameron solucionaba los efectos digitales de algunas de mis películas con 12 dólares, comprando cajas de cartón en un McDonalds y pintándolas con spray. Y el primer trabajo de Francis Ford Coppola consistió en editar los fragmentos de propaganda antiamericana de las películas de ciencia-ficción soviética que yo compraba a Mosfilm para poderlas distribuir en nuestro país.

Las grandes estrellas de Hollywood hablan de Roger Corman

La mayoría de estos directores siempre se han mostrado muy agradecidos conmigo. Algunos de ellos me invitan a salir en sus películas. El primero fue Coppola, que me fichó para un pequeño papel como senador en 'El Padrino II'. Y aparezco en muchas de Jonathan Demme. Pero aquí no doy indicaciones. Cuando trabajo de actor solo hago de actor.

P: Algunos de los directores que empezaron con usted ahora tienen dificultades para seguir con sus carreras.

R: Hace poco hablaba con uno de ellos, que trabaja sobre todo en televisión, y me contaba hasta qué punto la discriminación por edad resulta un problema. Es un tipo todavía joven al que le dicen que ya está demasiado mayor. Hay un excesivo énfasis en la juventud en Hollywood. John Davison, productor de 'Robocop', me anunciaba el otro día que se jubila. "John, pero si eres el jovencito de la oficina. Si tú te jubilas, ¿yo que debería hacer?", le dije. Y me contestó algo tan bueno que creo que diré que se me ocurrió a mí: "Roger, tú eres demasiado viejo para jubilarte".

John Davison, productor de 'Robocop', me dijo el otro día: "Roger, tú eres demasiado viejo para jubilarte"

P: ¿Qué consejos les daba a estos directores?

R: Dos básicos: no rodar una película más grande que tu presupuesto y trabajar al máximo en la preproducción, porque así te ahorras perder el tiempo tomando decisiones en el rodaje que podrías haber resuelto antes. Creo que se debe ser ahorrador no solo en los presupuestos sino también a la hora de diseñar la puesta en escena, las localizaciones y todo el proceso.

P: Uno de sus "discípulos", Joe Dante, está trabajando en un guion sobre usted y el rodaje de 'The Trip'. ¿Lo ha leído?

R: Sí, y es bastante preciso. Hay un poco de ficción, pero justo la necesaria en cualquier 'biopic'.

'The Trip' (1967)

P: ¿Qué recuerda de aquel rodaje? ¿Tomó drogas?

R: Tomé LSD, porque creía que como director concienciado no podía hacer una película sobre drogas sin conocerlas. Y recuerdo que tuve un viaje fantástico. Pero me di cuenta que si basaba la película en mi experiencia positiva se iba a convertir en una apología del LSD. Peter Fonda, Dennis Hopper y Jack Nicholson, que escribieron el guion, todos probaron el LSD y luego tuvimos esa gran conversación para que todo el mundo explicara su viaje, sobre todo si había sido malo, para encontrar un punto intermedio. Para mi papel en el film de Dante pensamos en Colin Firth, pero luego hizo esa película en que hace de rey y se volvió demasiado caro.

P: En el documental 'Corman's World: Exploits of a Hollywood Rebel' de la directora Alex Stapleton, Jack Nicholson incluso llora cuando habla de usted. Y suelta un “fuck 'Star Wars'” cuando habla de los primeros 'blockbusters' que tomaron la misma idea que caracterizaba su cine pero contando con grandes presupuestos. ¿Está de acuerdo con que la aparición de este tipo de films acabó con el tipo de producciones que usted llevaba a cabo?

R: Empezó un poco antes de 'La guerra de las galaxias', con 'Tiburón'. El crítico de New York Times Vincent Canby escribió "¿Qué es 'Tiburón' sino una película de Roger Corman con mayor presupuesto?". Lo que no dijo es que también era mejor que las mías. Y me di cuenta cómo me afecta a mí y a mis colegas. Por primera vez los grandes estudios sabían lo que se hacían. Y cuando se estrenó 'La guerra de las galaxias' vi que realmente estaban haciendo lo mismo que nosotros. No había forma humana de que compitiéramos con esos presupuestos.

P: Su primera drama lejos de la serie B, 'The Intruder' (1962), resultó un fracaso comercial.

R: Fue un fracaso que me afectó en todos los aspectos y cambió mi forma de pensar. Me di cuenta de que posiblemente me había puesto demasiado serio. Creo que las películas tienen que ser hasta cierto punto una forma de entretenimiento. Así que decidí rodar historias más comerciales pero introducir en el subtexto aquello que me interesara. Por ejemplo, 'Los ángeles del infierno' en apariencia no es más que un film de acción, pero a un nivel más profundo encierra una reflexión sobre los jóvenes de clase obrera y la frustración con la sociedad que les empujaba a convertirse en motoristas. 'The Intruder' fue mi primer fracaso. Era 1960. En el año 2000, William Shatner y yo hicimos el audiocomentario para la edición en DVD de la película... ¡y por fin recobramos el dinero invertido! Por otro lado, creo que las tensiones raciales que denunciaba el film siguen presentes. Ya no en forma de discriminación en la escuela como en el film, pero en otras facetas.

P: ¿Por qué decidió distribuir también a los grandes autores europeos y asiáticos?

R: Siempre admiré el trabajo de directores como Federico Fellini, Ingmar Bergman, François Truffaut o Akira Kurosawa. Pero tenía la sensación de que no se les distribuía de forma adecuada. Así que con New World intentamos dar una atención individualizada a cada una de estas películas pero con el suficiente apoyo como para que se estrenaran de la mejor forma posible. Y sin que yo perdiera dinero, claro. Pero con ganar el mínimo me conformaba, porque era algo que me apetecía mucho hacer.

'Los ángeles del infierno' (1966)

P: ¿Qué ventajas y qué inconvenientes ha aportado la revolución digital al cine de bajo presupuesto?

R: Ahora es más fácil rodar una película que cuando yo empecé, porque todo el equipo es más barato y llevadero lo que facilita sobre todo filmar en exteriores. La tecnología digital juega a favor de la producción. Pero en contra de la distribución. Antes cualquier película mínimamente decente conseguía estrenarse en cines. Ahora ninguna película de bajo presupuesto y pocas de medio presupuesto consiguen distribución en salas, van directas al DVD, la televisión o el 'streaming'. Además el digital ha propiciado que los grandes estudios todavía tiren más copias de sus films, por lo que monopolizan todavía más las carteleras.

P: Usted dio su primera oportunidad a muchas mujeres cineastas como Penelope Spheeris, Barbara Peters, Carol Frank, Amy Holden Jones, Deborah Brock, Sally Mattison, Kat Shea... ¿Por qué cree que todavía es tan difícil para las directoras trabajar en Hollywood?

R: Varias profesionales del cine mujeres empezaron sus carreras conmigo, no solo directoras, también guionistas y, sobre todo, productoras. Cuando empezó el movimiento feminista en mi época siempre pensé que las mujeres iban a triunfar sobre todo en el campo de la dirección, creo que tienen mucha sensibilidad para ello. Pero para mí sorpresa han ganado importancia en el mundo de la producción. Y no encuentras muchas mujeres directoras pero sí una gran cantidad de productoras. Por ejemplo, mi antigua ayudante, Gale Anne Hurd, se ha convertido en una productora muy importante.

Tráiler de 'La máscara de la muerte roja' (1964)

P: ¿Cuáles son sus películas propias preferidas?

R: No me podría quedar solo con una. Tengo debilidad por las que se proyectan aquí en Locarno: 'Boxcar Bertha', que produje para Martin Scorsese, y de las dirigidas por mí: 'The Intruder' y 'La máscara de la muerte roja'. También admiro mucho la obra de Mario Bava, para mí uno de los mejores directores de la historia del cine de terror. Empezó como cámara y eso se nota en lo bien compuestos que están los planos en sus películas.

P: ¿Qué parte de su trabajo le gusta más?

R: Justo el principio, cuando surge la primera idea y la empiezas a desarrollar. En los aviones tienes mucho tiempo libre y por ejemplo en el vuelo de Los Ángeles hacia aquí ya se me ocurrieron un par de ideas para películas. No, no puedo contarlas, es demasiado temprano todavía.

P: ¿Y qué cineastas actuales admira?

R: Soy un gran admirador de Quentin Tarantino, sobre todo de sus primeros trabajos, donde demostró que puedes honrar la tradición de un género y al mismo tiempo aportar algo nuevo.

Tráiler de 'Boxcard Bertha'

P: ¿Usted también cree que parte del espíritu del cine independiente se ha trasladado a la ficción televisiva?

R. Veo series y creo que, por ejemplo, 'House of Cards' es el mejor análisis de la política americana que puedas encontrar. Y 'Juego de Tronos' sería una estupenda película, me parece una muestra excelente del género fantástico.

P: ¿Qué opina de Donald Trump?

R: Citaré a Mark Twain, refiriéndose a la corrupción política en el siglo XIX: "Este hombre es un político. Y un criminal. Vaya, me estoy repitiendo". Por mi parte, me sitúo ideológicamente en la izquierda liberal.

P: ¿Y en qué está trabajando ahora?

R: Produje 'La carrera de la muerte del año 2000' en los setenta y vendí los derechos a la Universal. Hicieron un par de 'remakes', lo que ya me parece bien porque así cobro. Pero nunca hicieron un 'remake' tal y como yo creo que debería haberse hecho. Así que me propusieron si quería hacerlo y acabo de finalizar la producción de 'Death Race 2050'. Cada día, desde el ordenador de mi habitación del hotel, reviso temas relacionados con los efectos especiales y demás. No tengo ningún problema con el concepto de los efectos especiales en sí, pero sí lo tengo con la postproducción digital, porque nunca acaban en el tiempo previsto y para mí las fechas límites son sagradas. Tampoco me gusta cuando se destina más presupuesto a la postproducción digital que simplemente contar una buena historia.

Nadie ha influido tanto el cine de Hollywood trabajando al margen de los grandes estudios como Roger Corman. El gran caballero del cine barato, el velocista de la producción capaz de rodar películas en tiempos récord, el hombre que menos ha gastado en un mayor número de títulos, el padrino de la generación que cambió Hollywood en los años setenta, el director que captó antes que nadie la importancia de llevar a cabo un cine de adolescentes y para adolescentes, el responsable de New World, esa compañía que por un lado producía films de guerrilleras filipinas en bikini y por el otro distribuía lo último de Ingmar Bergman.

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