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¡'The Get Down' es una ruina! La última gran apuesta de Netflix se le va de las manos
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Netflix produce 'The Get Down'

¡'The Get Down' es una ruina! La última gran apuesta de Netflix se le va de las manos

Baz Luhrmann, director de 'Mouline Rouge' (2001) produce 'The Get Down', la serie original de Netflix más cara hasta la fecha, después de una producción llena de contratiempos

Foto: Fotograma de 'The Get Down'
Fotograma de 'The Get Down'

Guiones escritos, desechados, reescritos y 're-reescritos'. Una producción que empieza, se retrasa, más tarde se para y al final vuelve a empezar; así durante más de dos años y medio. Un creador/guionista/productor ejecutivo extremadamente perfeccionista -conocido por haber hecho que Nicole Kidman acabase desmayada en un rodaje en medio del desierto-. Un 'showrunner' que dimite, guionistas que huyen, broncas entre la cadena y las productoras. Un presupuesto que se dispara hasta convertir la serie 'The Get Down' en una de las más caras de la televisión estadounidense. No ha sido el Quijote de Gilliam, ni 'The Canyons' de Paul Schrader, pero el camino que ha seguido la producción de esta serie original de Netflix ha estado lleno de todo menos de rosas.

Tráiler de 'The Get Down'

Hasta el 12 de agosto, cuando se estrenen los primeros seis capítulos, nadie sabrá si 'The Get Down', creada, escrita y producida por Baz Luhrmann -el director de 'Moulin Rouge' (2001)-, consigue convencer a la crítica y batir récords de público. Lo que sí ha batido han sido todas las previsiones de producción presupuestadas -de los 7,5 millones de dólares que iba a costar cada capítulo hasta los 10 millones que han acabado costando, con un total final de 120 millones de dólares en la primera temporada-. Demasiado incluso para Netflix, que hasta ahora parecía disponer de una olla de oro infinita para financiar para sus series originales.

De los 7,5 millones de dólares que iba a costar cada capítulo a los 10 millones que han acabado costando, con un total final de 120 millones en la primera temporada

Con 'The Get Down', Luhrmann - que cuando dirigió 'El gran Gatsby' (2013) superó la dotación económica fijada en más de 25 millones de dólares- se ha embarcado por primera vez en la producción de una serie de televisión. Una historia ambientada en el Bronx de finales de los 70, con números musicales y canciones -marca de la casa del director australiano- que entretejen la historia de la explosión del hip-hop, la música disco y el rap desde los ojos de sus protagonistas adolescentes. Y Netflix ha acabado pagando la novatada.

Una bola de nieve cuesta abajo

Al principio, el australiano iba jugar el rol de mero impulsor de 'The Get Down'. Dar la idea, echar una mano, supervisar de vez en cuando; nada extremadamente complicado. Sin embargo, decisión de producción tras decisión de producción se ha ido entretejiendo una telaraña en la que Luhrmann ha quedado atrapado y a la que más vale que también se enganchen los espectadores para evitar el gran fiasco. "Pensé que iba a ser una especie de tío [no padre] del proyecto", admitía recientemente Luhrmann en una entrevista con 'Variety'. "Nunca hubiese creído hace dos años que todos mis días y mis noches, siete días a la semana, serían absorbidos por esta colaboración gigantesca. Nunca he trabajado con tanta gente, y eso que he hecho muchas cosas". Una idea que al final ha acabado yéndose de las manos y a la que a lo largo de estos dos años y medio el autraliano ha estado a punto de abandonar en más de una ocasión.

Una fijación adolescente: la eclosión de la música negra en el Nueva York de los 70. Una serie de taquillazos - 'Australia' (2008) no está entre ellos- y Luhrmann consigue una posición privilegiada en Hollywood. Varios intentos de vender la idea hasta que en la puja sólo quedan FX y Netflix. Una plataforma audiovisual pujante que pone sobre la mesa, además de una gran cantidad de dinero, total libertad creativa y la promesa de un espacio libre de publicidad. El trato está hecho.

Una plataforma audiovisual pujante que pone sobre la mesa, además de una gran cantidad de dinero, total libertad creativa y un espacio libre de publicidad.

Pero nada más comenzar, se tuerce la producción. Todo va lento. Y en el cine -y las series- el tiempo ya no es oro: es rodio.

En 2014, el desarrollo del proyecto se inició primero con un grupo de guionistas asentados en Los Ángeles, entre los que se encontraba Shawn Ryan, creador de la prestigiosa 'The Shield'. Cuando Luhrmann decidió que no estaba contento con los resultados, trasladó la producción a Nueva York. Adiós Shawn Ryan, hola Thomas Kelly ('Copper', 'Blue Bloods' y 'Borgia'). Sin embargo, tras unos meses de trabajo, el 'feeling' entre Luhrmann y Kelly se demostraría inexistente y de nuevo, ¡adiós Thomas Kelly!. A varios meses de empezar a rodar.

El presupuesto se iba disparando y empezaron a crecer las tensiones entre Luhrmann, Sony TV -otra de las productoras- y Netflix. Hasta el punto que el director de contenidos de la plataforma, Ted Sarandos, avisó a Luhrman de que no daría luz verde al rodaje de 'The Get Down' hasta que no se comprometiese a actuar como guía y "pastor" desde el principio hasta el final del proyecto.

Sin embargo, al no conocer los ritmos y protocolos de la producción televisiva, Luhrmann se puso en contra a parte del equipo, que consideraba que el director no tiene las herramientas para sacar adelante una serie de estas dimensiones y al que le han achacado no haber tenido en cuenta las opiniones de los veteranos del medio.

La serie de Netflix más cara hasta el momento

Pero ahí no acaba la cosa. Después de un casting colosal en busca de actores latinos y afroamericanos, que fue asímismo costoso, el presupuesto acabó por dispararse con lo que llamaron "la habitación Dojo" -el espacio de entrenamiento de las artes marciales-, donde se durante meses se han ido sucediendo extensos ensayos de las coreografías, día tras día, antes del comienzo del rodaje. Allí a todo el reparto les ha enseñado desde a pinchar en vinilo hasta cómo hacer 'break-dance' al estilo de finales de los 70. Con una disciplina cuasi militar. Y bajo la tutela de una de las compañías más prestigiosas y costosas del sector.

Acabado el rodaje, el presupuesto se había disparado, Sony TV y Netflix estaban de uñas, y Luhrmann pensando que iba a recibir la patada en cualquier momento. Al final, a 15 días del lanzamiento de los seis primeros capítulos, nadie ha pedido la cabeza del australiano, la postproducción de los capítulos restantes avanza sin mayor problema y la duda es si la serie conseguirá sobrevivir durante una segunda temporada.

Eso sí, lo que ya es inevitable es que 'The Get Down' se haya convertido en la serie de Netflix más cara hasta el momento. Y una de las más caras de la historia. Y, aunque su producción haya sido un desastre, al menos tiene seguro el estreno, que ya es algo. Si no que se lo digan a Gilliam, que este septiembre, y que después de 15 años, tres intentos y muchos millones de euros perdidos, intentará acabar con la maldición de su particular Quijote, sin duda el rodaje más gafado de la historia del cine.

Guiones escritos, desechados, reescritos y 're-reescritos'. Una producción que empieza, se retrasa, más tarde se para y al final vuelve a empezar; así durante más de dos años y medio. Un creador/guionista/productor ejecutivo extremadamente perfeccionista -conocido por haber hecho que Nicole Kidman acabase desmayada en un rodaje en medio del desierto-. Un 'showrunner' que dimite, guionistas que huyen, broncas entre la cadena y las productoras. Un presupuesto que se dispara hasta convertir la serie 'The Get Down' en una de las más caras de la televisión estadounidense. No ha sido el Quijote de Gilliam, ni 'The Canyons' de Paul Schrader, pero el camino que ha seguido la producción de esta serie original de Netflix ha estado lleno de todo menos de rosas.

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