Es noticia
Goran Bregovic, fiestón contra el fascismo
  1. Cultura
concierto en el circo price

Goran Bregovic, fiestón contra el fascismo

El cantante de Sarajevo sale a hombros en la presentación de 'Champagne For Gypsies' en Madrid

Foto: Goran bregovic presenta 'Champagne para gitanos' el pasado abril en Pamplona
Goran bregovic presenta 'Champagne para gitanos' el pasado abril en Pamplona

El sonido fue perfecto, pero quizá el Circo Price no era el escenario ideal para este concierto. Sobre todo porque la música de Goran Bregovic pide baile y desmadre y no cómodos asientos. Por algo sale en la portada de su último disco tirándose dos botellas de champán por la cabeza. El mensaje es de celebración, aunque también de protesta por la hostilidad hacia los gitanos de muchos gobiernos derechistas europeos, de Berlusconi a Sarkozy. A veces, la mejor reivindicación es una fiesta.

En este caso, se presenta con su banda "de bodas y funerales", compuesta por una sección de metal de cinco miembros, un vocalista con batería y dos cantantes de Sofía (quienes descubrieran en los ochenta la espléndida serie 'El misterio de las voces búlgaras' están familiarizados con su registro, alegre y ancestral, a la vez que sobrio). Goran, vestido de blanco, se encarga de la voz y la guitarra. Un equipo suficiente para hacer temblar las las paredes.

Vídeo de 'Balkaneros', junto a los Gipsy Kings

No hay respiro desde comienzo hasta la despedida, tampoco bajones de intensidad, aunque un retraso inicial de veinte minutos se acaba pagando con un recorte de bises. Se come una canción de la Primera Guerra Mundial que ya había comenzado para poder acabar con sus piezas más famosas. A pesar de lo antiguo de las raíces de su repertorio, suena mucho más vivo que el noventa por ciento de los estribillos con los que nos machaca la radiofórmula. Cuando voy a recoger la acreditación, me aborda una señora de unos setenta años preguntando si me sobra una entrada. Por suerte, me han puesto dos, así que le cedo una, que recibe con entusiasmo. “Hijo, es que le vi hace muchos años en la sala Olympia de París y lo disfruté mucho”.

Hay algún pasaje instrumental tan bruto que podrían enganchar a un fan del 'techno'

Una pena que el sonido de los metales sea tan duro que le obliga a abandonar el concierto un poco más allá de la mitad. Doy fe de que hay algún pasaje instrumental tan bruto que podrían enganchar a un fan del 'techno'. A ratos da la impresión de que las voces quitan más intensidad de la que aportan. La mayoría del repertorio funcionaría como música instrumental, con apoyo de los coros, sin necesidad de voz principal.

Goran Bregovic interpreta 'Kalashnikov' en Sofía en 2014

Impulsor de la música balcánica

La noche empieza con la contagiosa 'Gas Gas', que dos músicos arrancan tocando entre el público. El recinto se calienta a los quince minutos, con 'Balkaneros', un pieza en castellano grabada con los superventas franceses Gipsy Kings. También cae 'Quantum Utopia', colaboración con Eugene Hütz, vocalista de Gogol Bordello. Aquí Bregovic inserta su famoso lema 'Party party and after party'. En ambos casos, podría haber escogido gitanos más auténticos, pero no más directos ni pegadizos.

Bregovic tiene una relación conflictiva con la música gitana, ya que ha sido acusado de registrar como suyas melodías tradicionales

Bregovic tiene una relación conflictiva con la música gitana, ya que ha sido acusado de registrar como suyas melodías tradicionales, por ejemplo el clásico 'Ederlezi', pero no hay duda de que en las últimas dos décadas ha devuelto tanto como ha podido robar. El fue el motor de la expansión de la música balcánica, hoy un género demandado en el circuito de conciertos y bien representado en los músicos callejeros de Madrid. Lo comido por lo servido. Antes de hacer los bises, el ambiente se relaja con la reptante 'In The Death Car'.

Vídeo de 'Ederlezi'

Este disco lleva la palabra 'Champagne' en el título, mientras que el anterior se titulaba 'Alkohol' (2009). Las referencias etílicas van más allá de la fiesta. Su madre se divorció de padre cuando él tenía diez años. "El motivo es que, como muchos funcionarios, bebía demasiado. Cuando ella le dejó, se sometió a un tratamiento para erradicar el alcoholismo. Estuvo sobrio los siguientes quince años". Finalmente fue su madre quien murió de leucemia y el padre se mudó a un pequeño pueblo de Hungría donde plantó un viñedo que producía mil litros anuales. "Más o menos, se los bebía solo, así que por eso dediqué ese disco a ambos. Él vivió veinte años más que ella". La realidad supera a las películas de su amigo Emir Kusturica.

Goran Bregovic interpreta 'Alkohol'

La traca final, por supuesto, está entre lo mejor de la noche, con la infalible 'Kalashnikov' y el clásico partisano 'Bella Ciao', canto de los antifascistas italianos durante la Segunda Guerra Mundial. Una canción, por cierto, que ha versionado todo rojo que se precie, desde Manu Chao a Zebda, pasando por Boikot. La única nota triste, como suele pasar en muchos de estos conciertos, es la sospecha de que apenas hay entre el público migrantes del Este que viven en nuestro país. Seguramente por los precios, aunque tampoco se puede tener la certeza de la procedencia solo echando un vistazo. En cualquier caso, estamos ante uno de esos artistas que te hacen salir del concierto con ganas de que vuelva. Alguno pisó la calle gritando "Gora Goran" y "Ese Goran, ese Goran, eh, eh".

La versión de Bregovic del clásico 'Bella Ciao'

El sonido fue perfecto, pero quizá el Circo Price no era el escenario ideal para este concierto. Sobre todo porque la música de Goran Bregovic pide baile y desmadre y no cómodos asientos. Por algo sale en la portada de su último disco tirándose dos botellas de champán por la cabeza. El mensaje es de celebración, aunque también de protesta por la hostilidad hacia los gitanos de muchos gobiernos derechistas europeos, de Berlusconi a Sarkozy. A veces, la mejor reivindicación es una fiesta.

Música Silvio Berlusconi
El redactor recomienda