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Kiko Veneno: "La deriva derechista de Felipe González es de espanto"
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el regreso de nuestro gran músico popular

Kiko Veneno: "La deriva derechista de Felipe González es de espanto"

El músico sevillano, con cuatro décadas de música en la mochila, presenta esta noche un doble en directo en el teatro Nuevo Apolo de Madrid

Foto: Kiko Veneno durante la grabación de 'Doble vivo'. Foto: Agustín Quintero/Efe
Kiko Veneno durante la grabación de 'Doble vivo'. Foto: Agustín Quintero/Efe

Es una de las voces más queridas de nuestro país. Sin él no tendríamos 'Volando voy', ni 'Joselito', ni 'En un Mercedes blanco'. Kiko Veneno (Figueras, Gerona, 1952) se ha ido convirtiendo en una pieza clave de nuestra música popular, que él siempre ha intentando poner a la altura de los tiempos. Ahora presenta su primer álbum en directo, ‘Doble Vivo’, con un espectáculo que tiene parte acústica y otra con banda y cuarteto de cuerda. Una oportunidad para disfrutar de su talento mutante, donde conviven flamenco, hippismo y estribillos pop sureños, cálidos y cotidianos. Estamos ante uno de los pocos compositores pop actuales que se ha ganado el estatus de clásico.

Pregunta. ¿Qué ha sido lo más complicado de hacer este disco?

Respuesta.- Nada. Salió todo muy fluido y natural. Ni siquiera teníamos proyecto de hacer un disco, sino que íbamos grabando cosas por lo que pudiera pasar. Era la primera vez que me ofrecían hacer algo con una orquesta de cámara, me gustaba mucho el rollo Beatle de hacer arreglos de cuerda. Matábamos varios pájaros de un tiro: hacer mi primer disco en directo, hacerlo solo con canciones mías y aprovechar esas grabaciones que habíamos ido recogiendo.

Era la primera vez que me ofrecían hacer algo con una orquesta de cámara, me gustaba mucho el rollo Beatle de hacer arreglos de cuerda

P. ¿Hay alguna canción que te traiga recuerdos más intensos que las demás?

R.- A veces, las menos conocidas. No he hecho en mi vida ninguna canción que no me trajera un recuerdo especial. Para mí todas son tan importantes como 'Volando Voy'. Por ejemplo, 'La catástrofe mayor', que ha pasado bastante desapercibida y creo que ha quedado muy bien con la aportación de Cordes del Món y los nuevas acordes que le he hecho. La compuse en la mesilla de noche, grabándola con un casete. También 'El barón rampante', que surge de mi entusiasmo por el libro, que leí y volví a leer, saqué una frase y a partir de ahí lo monté todo. No todas las canciones sintonizan con el gran público, pero hasta las más pequeñas tienen un grupito de diez o cien personas que las consideran sus favoritas. Incluso las más raras. Eso es muy bonito.

Kiko Veneno - 'La catástrofe mayor'

P. Empezaste tu carrera en los años de la contracultura. ¿Ha quedado algo de aquellos experimentos o se han desvanecido?

R. Es una pregunta demasiado filosófica para esta hora de la tarde. Puedo decirte dos cosas: yo escucho mucho Radio 3 y ponen grupos que suenan bien, impecable, la comprensión adecuada, bien de afinación, pero que imitan canciones que los Beatles hicieron hace cincuenta años. A mí no me aportan nada. Me puede gustar el último disco de Kendrick Lamar, este que no tiene título, sino sólo números. Ahí veo imaginación y veo vida. El último álbum de David Bowie es bestial. Escucho seguidas 'Space Oddity' y 'Blackstar' y veo un siglo de vida, una epopeya. La corriente cultural dominante no me interesa nada.

P. No te preguntaba solo por la música de la contracultura, sino por sus experimentos sociales y vitales.

R. La historia es una espiral, un torbellino, que nos lleva al poder de lo oscuro y la opacidad fiscal. Estábamos aquí discutiendo en el jardín que Imanol Arias y Almodóvar guardan el dinero en Panamá, pero lo que se ahorran es una miseria. El problema es que Apple, Zara, Bankiter, Santander, Movistar y todas las grandes compañías del mundo no pagan un duro de impuestos. ¿Por qué nadie pide que cumplan sus obligaciones? Deberíamos hacerlo con la misma energía que usamos para Arias, Almódovar, e incluso con Bertín Osborne, con lo falso que es. ¿Quién exige a las grandes compañías que paguen impuestos?

El problema es que Apple, Zara, Bankiter, Santander y Movistar no pagan un duro de impuestos. ¿Por qué nadie pide que cumplan sus obligaciones?

P. Totalmente de acuerdo, pero yo te preguntaba por la contracultura.

R. La contracultura terminó con la guerra de Vietnam. Fue un movimiento totalmente antieconómico, ya que las economía se basa en la guerra. No hay nada que dé más dinero que el miedo. El gran negocio es la guerra. El capitalismo ha llegado a su fase terminal: ya no estamos compitiendo unos contra otros, sino que estamos comprándonos los unos a los otros. El sistema quiere a la gente acojoná, siempre con las carnes en vivo. Mira los campos de refugiados y la miseria espantosa. Esa es la palanca que mueve el mundo, aunque nosotros estemos aquí, en el híper.

Kiko Veneno - 'Dice la gente'

P. Compartiste facultad con los líderes del PSOE. ¿Qué opinas de estas ruedas de prensa de Felipe González, patrocinadas por la Caixa, donde dice que debemos temer cualquier cambio político?

R. A nosotros nos expedientaron cuando estábamos en la facultad por hacer una huelga, por intentar boicotear clases. El pliego de descargo nos lo hizo Felipe González, que era abogado laboralista. Compañero nuestro de facultad era Alfonso Guerra, que había estudiado aparejadores, era profesor y con diez años más que yo se matriculó en Filosofía y Letras. Empezó la carrera conmigo. Hay situaciones de poder que te devoran, por ejemplo dirigir un país. Cuando éramos estudiantes, Guerra decía que “el poder corrompe, no seamos gilipollas, y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Fue una frase premonitoria. La deriva derechista de Felipe González me parece una cosa espantosa. El camino del Partido Socialista en los últimos treinta años le ha llevado directamente a la derecha. El poder les ha convertido en instrumentos del dinero. Lo único que hacen es transmitir miedo al cambio.

El camino del Partido Socialista en los últimos treinta años le ha llevado directamente a la derecha, se han convertido en instrumentos del dinero

P. También viviste La Movida, un periodo que ahora se está revisando, igual que llevamos unos años reevaluando la Transición. ¿Qué recuerdos tienes de aquella época?

R. La Transición fue un paso en falso por la sobrevaloración del peligro. Nos decían que teníamos que ser moderados porque los riesgos eran muy grandes. Los políticos flaquearon, pero la cultura no. Lo que a mí me queda de aquella época es Lole y Manuel, Triana, Paco Ibañez, Raimon, Los Brincos, Jeannette, Serrat, 'Rosas en el mar' de Aute….La cultura de la Transición fue magnífica y la de La Movida también, aunque en los ochenta ya se habían plantado las semillas del neoliberalismo y del acomodo y la falsa peripecia de democracia consumista que hemos vivido en España. Alaska, Radio Futura, Almodovar y Derribos Arias eran movimientos muy auténticos y reales, de un gran valor cultural.

P. Tu etapa de mayor éxito fue ‘Échate un cantecito’ (1992). ¿Te llegó a superar en algún momento?

R. No, fue el primer disco con el que pude vivir de la música. Si la compañía hubiera creído, si hubiera confiado en mí, el disco siguiente hubiera sido un exitazo. Me refiero a ‘Está muy bien eso del cariño’ (1995). Ellos estaban acojonaos conmigo porque no les adulaba y no les pedía prestado el coche deportivo. Soy un artista muy orgulloso del arte. Yo me cago en el niñaterío de esos capataces del capital, que viene dándoselas de culturetas, que van de protectores de los artistas. Quieren que les chupen el culo y yo no estoy dispuesto. Ellos detectan mi actitud porque necesitan el culito siempre bien humedecido, ¿sabes? Yo no me presto.

Kiko Veneno - 'En un Mercedes blanco'

P. ¿Qué es lo que deberían haber hecho en BMG y no hicieron con 'Está muy bien eso del cariño'?

R. Con 'El cantecito' presenté diez canciones brillantes y bonitas que alegraban la vida de la gente. Es razonable pensar que el siguiente disco se hubiera publicado en América Latina, Portugal, Italia y Francia. Era obvio que las canciones llegaban al público y que les sacaban las emociones. Cuando se publicó el siguiente disco, José María Cámara, director de BMG, se encargó de decir personalmente a todo el mundo que no era tan bueno como el anterior. Hablamos de gente que necesita adulación y yo no se la había dado. No estamos ante un Brian Epstein, ni ante el productor que sacó a Bob Dylan…Cuando yo hice el 'Cantecito', las multinacionales españolas eran como delegaciones nacionales de los bancos. Para la industria anglosajona, España era una colonia. Sacaban discos de aquí, pero lo fundamental era vender lo que grababan en Londres y Nueva York. Si comparas con la etapa anterior, los sesenta y los setenta, los artistas de aquí vendían mucho fuera, fíjate en Peret, Los Brincos y Los Payos. Podías vender en toda Europa, como 'Canta y sé feliz', que triunfó en todo el continente. Al cabo de los años, Guardiola celebra un doblete y le ponen 'Que viva España', que es lo que los alemanes cantaban borrachos en Benidorm y se llevaban de vuelta a casa.

Es una de las voces más queridas de nuestro país. Sin él no tendríamos 'Volando voy', ni 'Joselito', ni 'En un Mercedes blanco'. Kiko Veneno (Figueras, Gerona, 1952) se ha ido convirtiendo en una pieza clave de nuestra música popular, que él siempre ha intentando poner a la altura de los tiempos. Ahora presenta su primer álbum en directo, ‘Doble Vivo’, con un espectáculo que tiene parte acústica y otra con banda y cuarteto de cuerda. Una oportunidad para disfrutar de su talento mutante, donde conviven flamenco, hippismo y estribillos pop sureños, cálidos y cotidianos. Estamos ante uno de los pocos compositores pop actuales que se ha ganado el estatus de clásico.

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