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Tommaso Debenedetti, el hombre que inventó la muerte de Vargas Llosa
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COMBATIR LA FALSEDAD CON MÁS PATRAÑAS

Tommaso Debenedetti, el hombre que inventó la muerte de Vargas Llosa

Más conocido como el campeón de la mentira, este periodista se ha dedicado a realizar entrevistas “imaginarias” a celebridades como el Dalai Lama o Noam Chomsky

Foto: El escritor estuvo muerto durante 20 minutos, o eso creímos. (Efe)
El escritor estuvo muerto durante 20 minutos, o eso creímos. (Efe)

Estuvo muerto durante 20 minutos, o eso creímos todos. La editorial Alfaguara, o eso también pensamos, informaba a media mañana del martes del fallecimiento de su escritor fetiche, Mario Vargas Llosa, a causa de un infarto. Segundos después las redes se hicieron eco; los internautas, incrédulos porque Vargas Llosa, a tenor de las muchas y sonadas noticias, estaba más vivo que nunca, especulaban si podía tratarse del ataque de un hacker con gusto por el humor negro. Y sí, resultó que era un bulo.

El autor del 'hoax' no ha sido otro que el periodista italiano Tommasso Debenedetti, más conocido como el campeón de la mentira, quien se dedicó durante un tiempo a realizar entrevistas “imaginarias” a celebridades como el Dalai Lama o el propio Noam Chomsky, haciéndolas pasar por ciertas. Su objetivo, como explicó el periodista, no era una burla al uso, sino casi una cuestión de activismo: en una sociedad donde todo es pura falsificación y ante la frustración que le causaba no poder hacer periodismo serio en Italia, jugaba al juego de los corruptos. Y lo hizo bastante bien.

Y todo parece indicar que a Debenedetti le encanta burlarse del escritor peruano, porque no es la primera vez que se convierte en objeto de sus bulos: en 2015 creó una cuenta ficticia a nombre de Vargas Llosa para anunciar su boda con Isabel Presley. Pero esta vez su broma ha durado poco, lo justo para sacudir Internet levemente, porque el periodista había creado una cuenta falsa de la editorial Alfaguara y desde ella anunciaba poco después que todo había sido un 'hoax' inventado por él mismo.

De profesión, trolero

Cuenta Tommasso Debenedetti que empezó a escribir críticas y entrevistas con escritores italianos en 1994, pero que luego se dio cuenta de que algo olía a podrido en la prensa italiana, que nadie le daba trabajo en un panorama cultural ya copado, y por eso empezó a fabular. El año 2000, sin ir más lejos, “jugó” a que entrevistaba a Gore Vidal y le salió bien. Luego vinieron Arthur Miller, Gorbachov, e incluso el Papa. Los medios, admite, jugaban también con él y si por alguna fatal casualidad Berlusconi o Noam Chomsky descubrían en éste o aquel diario de provincias una entrevista que no habían concedido, los directivos del periódico sólo tenían que fingir indignación y acusar al freelance impostor.

En el año 2015 inventó la muerte del escritor Thomas Pynchon y lanzó la bomba en la red social Twitter a través de la falsa cuenta de Don Delillo

Sería tal vez porque escribía novelas de espionaje, pero John Le Carré fue el primer 'falso entrevistado' en descubrir que un desconocido italiano había puesto palabras en su boca, y de qué calibre. Una ficticia declaración del autor afirmando que de haber sido italiano hubiese votado a Berlusconi incendió los ánimos del escritor. Pero el mentiroso compulsivo todavía haría de las suyas: en 2013 el diario 'El País tuvo que retirar de su página web una fotografía que mostraba a un hombre intubado en una cama de hospital y que una sospechosa agencia informativa había identificado como Hugo Chávez.

Matar de broma se le daba bastante bien; eso sí, que la desagradable noticia la diera otro. En 2015 inventó la muerte del escritor Thomas Pynchon y lanzó la bomba en Twitter a través de la falsa cuenta de Don Delillo. Y tanto éxito tuvo, que lo hizo de nuevo: anunció en las redes la muerte de García Márquez desde la cuenta 'fake' de Umberto Eco, y 'asesinó' a Fidel Castro, a J.K Rowling y a Pedro Almodóvar.

Pero, ¿quién es Tommaso Debenedetti, un mentiroso patológico, un bromista o un neoludita poniendo a prueba la capacidad de desinformación de Internet? “Las redes sociales son la fuente de información más inverificable, pero los medios creen en ellas por su necesidad de velocidad”, afirmó en una ocasión. Y quién nos puede negar que no todo lo que ocurre en Twitter va a misa...

Estuvo muerto durante 20 minutos, o eso creímos todos. La editorial Alfaguara, o eso también pensamos, informaba a media mañana del martes del fallecimiento de su escritor fetiche, Mario Vargas Llosa, a causa de un infarto. Segundos después las redes se hicieron eco; los internautas, incrédulos porque Vargas Llosa, a tenor de las muchas y sonadas noticias, estaba más vivo que nunca, especulaban si podía tratarse del ataque de un hacker con gusto por el humor negro. Y sí, resultó que era un bulo.

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