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¿Qué problemas debería abordar un sindicato de músicos?
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radiografía del sector: y II

¿Qué problemas debería abordar un sindicato de músicos?

¿Cómo es posible que en 2016 aún no se haya sindicado un gremio que mueve tantísimo dinero? En la segunda parte de nuestra panorámica analizamos con ellos las iniciativas en marcha

Foto: Nacho Vegas durante su actuación en el festival Vive Latino en México (2015)
Nacho Vegas durante su actuación en el festival Vive Latino en México (2015)

La mayoría de entrevistados en la primera parte de este artículo aseguran que la actitud de los músicos está cambiando y que se detecta el nacimiento de cierta conciencia colectiva como gremio. De hecho, varios andan ya metidos en distintos proyectos sindicales y algunos incluso se han puesto en contacto entre sí para unir fuerzas, intercambiar conocimientos y trazar estrategias comunes.

Estas declaraciones de la experta en propiedad intelectual Ainara LeGardon sirven para tomar el pulso de la cuestión antes de seguir con la rueda de preguntas: "Ya no recuerdo la última vez que participé en una conversación de camerino en la que no salieran estos temas. Los músicos me hacen preguntas porque saben que llevo años investigando, estudiando y dando talleres, y yo trato de aclarar sus dudas en la medida de lo posible. El simple hecho de que se hagan preguntas ya indica que se está despertando algo parecido a una conciencia colectiva, que los músicos cada vez se preocupan más por tomar el control de sus carreras y por hacerlo de forma responsable".

placeholder Imagen facilitada por Elefant Records de Guille Milkyway Foto: EFE/Lluís Domingo
Imagen facilitada por Elefant Records de Guille Milkyway Foto: EFE/Lluís Domingo

¿Qué problemas debería abordar un sindicato de músicos?

Guille Milkyway: Los de cualquier trabajo: salarios y condiciones dignas, derecho a la Seguridad Social y a pensiones, a convenios colectivos... El músico vive muchas situaciones de riesgo sin seguros que las cubran y no suele cobrar más por trabajo nocturno ni por desplazamientos.

Ainara LeGardon: Primero, modificar el régimen de Seguridad Social en que nos inscribimos y pactar convenios colectivos que garanticen el fin de la precariedad laboral. Por otro lado, defender a los artistas y asesorarnos en materia de propiedad intelectual y mediar en casos de conflictos y abusos por parte de discográficas, editoriales, productoras...

Lalo López: No podemos cotizar como los toreros ni pagar cuotas tan altas de Seguridad Social con un trabajo tan esporádico. Esas cuotas tendrían que ser asumidas por la parte contratante. Y debemos tener una cobertura asistencial: poder pedir una baja laboral si nos ponemos enfermos.

No podemos cotizar como toreros ni pagar cuotas tan altas de Seguridad Social con un trabajo tan esporádico. Deben asumirlas los contratantes

Adriano Galante: Exceptuando quizás la música clásica porque es una institución pública con siglos en su haber, en el 90% de la industria musical de este país no hay contratos, ensayos remunerados, pagos para dietas y desplazamientos, ayudas estatales razonables para las personas físicas ni una cuantificación real del valor del tiempo de trabajo del ámbito cultural. Cualquier músico, en cualquier fase de su carrera, con estudios o no, debería tener unos derechos mínimos desde la primera vez que se sube a un escenario, entra a un local de ensayo o participa en cualquier grabación: baja por enfermedad, indemnización por accidente, pagas por festivos, horas extra y nocturnas, vacaciones, regularización de los sueldos, derecho a paro por despido, facilidades para obtener una jubilación decente...

Marta Fierro: Hay muchas cuestiones que nos afectan a todos, incluyendo la defensa contra el intrusismo profesional y la economía sumergida. Nosotros no vamos a Panamá. Queremos ser legales, pero si Hacienda y la Seguridad Social se comen tus ingresos y no te dan ni paro cuando estás de vacas flacas, menuda estafa.

Nacho Vegas: Cuando tus ingresos además de ser bajos son irregulares, hacerte autónomo significa solo empobrecerte aún más. Una fiscalidad que tuviera esto en cuenta y que facilitara la facturación a los músicos que no superaran determinados ingresos haría posible que muchos se pudieran dedicar efectivamente a la música.

Guille Galván: Lo primero que debería haber es un convenio colectivo que regularizara y generase un marco común donde movernos todos. Y para eso se necesitaría volcar todo el conocimiento e información del sector y, antes incluso de hablar de sindicatos, construir un marco legal más preciso donde todos sepamos el lugar que ocupamos. Habría que analizar y profundizar en cada ámbito: el directo, el sector editorial, el técnico, el formativo… Y luego definir los derechos y obligaciones del resto de convenios colectivos: representación legal, asesorías, fijar salarios mínimos y jubilaciones, defender los intereses del músico ante editores, discográficas, managers…

¿Has participado en un intento de montar un sindicato?

Lalo López: A través de Facebook expuse en una ocasión la necesidad de organizar algo y recibí muestras entusiastas de apoyo. Investigué un poco buscando grupos que realizasen una labor similar a la de un sindicato y encontré la Associació de Músics de Jazz i Música Contemporània y la Asociación de Músicos Profesionales de España. La primera, pese a ser más activa, estaba enfocada al músico de jazz y a sus problemáticas, y la segunda me pareció muy anquilosada en formas y fondo.

Eme DJ: Lo he hablado miles de veces con compañeros y compañeras, pero, como siempre, parecen conversaciones que acaban en la barra de un bar o en la papelera del mail. Incluso me he quejado en estados de facebook que han llevado a posteriores cabreos o malentendidos con otros compas.

Nacho Vegas: Una cosa que he aprendido es que en cuanto llevas un tema de debate a un chat o a un grupo de Facebook en lugar de a una asamblea, el colectivo empieza a desintegrarse. Las dificultades son egos, constancia, machismo... Lo mismo que cualquier movimiento asambleario, vaya.

Javier Rivera: Me llegó alguna convocatoria de reunión e incluso estuve en alguna asociación de músicos, pero no cuajó. Lo que suele pasar es que cada uno se centra en su pequeño problema y los egos impiden cualquier movimiento común sincero. Mi propuesta sería que los músicos empezarán a tener voz e implicación en los sindicatos con el resto de trabajadores.

Me llegó alguna convocatoria de reunión pero no cuajó. Cada uno se centra en su pequeño problema y los egos impiden cualquier movimiento

Enric Montefusco: Lo máximo en lo que he estado es en una asociación de artistas multidisciplinares. Conocí a mucha gente interesante y cogí una perspectiva fundamental sobre mi trabajo. También fue interesante ver lo sola y desamparada que está la gente, lo duro y desagradecido de casi toda acción en el ámbito político (aunque sea el cultural) y lo tremendo de las luchas de poder shakespearianas dentro de la asociación.

Antonio Luque: Según mi experiencia, y no digo que ahora no vaya a llegar alguien que lo arregle, lo único que pueden acordar unos músicos es cuántas litronas y cuántas bolsas de patatas fritas hay que ir a comprar.

Guille Galván: Jorge (González) de Vetusta Morla propuso reuniones en distintas ciudades (Madrid, Barcelona, Granada) para recoger información y empezar a elaborar un marco de mínimos que nos uniera. La mayoría de músicos pertenecían a la escena alternativa, pero también había de jazz y alguno de clásica. Más que de un sindicato, hablábamos de una asociación profesional. Esta idea de asociación trató de enfocar algunos problemas con los que nos encontrábamos a diario, sobre todo en el ámbito del directo, que era el que más puntos de unión encontraba, pero quedaron sin abordar aspectos como el editorial, el técnico, el formativo... Las necesidades eran tantas que eran muy difíciles de abarcar y la iniciativa se deshinchó, aunque creo que fue un buen punto de encuentro para compartir todo esto.

Algunas iniciativas sindicales que ya están cobrando forma

Ainara LeGardon: En el País Vasco hay más tradición cooperativista. Y si salimos del ámbito musical y nos fijamos en el modo de vida a rasgos muy generales, la mentalidad asociativa, ésa que lleva a creer que la unión hace la fuerza, se palpa con más firmeza. Existe un circuito autogestionado muy potente en torno a los gaztetxes, con gente dedicada voluntariamente a la organización periódica de conciertos y cuya savia se va renovando. Y Musikari (Asociación de Músicos de Euskal Herria) ofrece servicios de facturación, consultoría, organización de talleres y apoyo a músicos.

Otra iniciativa histórica ha sido la creación de EKKI, la entidad de gestión vasca, que obtuvo a finales del 2014 la aprobación por parte del gobierno vasco para funcionar como entidad gestora de derechos de propiedad pntelectual en todos sus ámbitos. Actualmente está formada por autores visuales, músicos, bertsolaris, escritores y editores literarios.

Nacho Vegas: La Caja de Músicos en Gijón, los Músicos de Oviedo y el Colectivo Asturiano de Jazz estamos tratando de montar una plataforma que integre colectivos de toda Asturies. De momento, nos estamos centrando en las leyes autonómicas de espectáculos y en las ordenanzas municipales que otorgan las licencias para la música en vivo. Un problema de los músicos es que no tienen sitios donde actuar y muchas ciudades ven mermadas las posibilidades de tener una escena musical viva debido a una regulación absurda que en muchos casos favorece los intereses de las asociaciones de empresarios de salas de medio y gran aforo y de discotecas.

Los músicos no tienen sitios donde actuar y muchas ciudades no tienen una escena musical viva debido a una regulación absurda

Cesc Freixas: Cuando se organizó el Día Sin Música escribí un texto en el que reclamaba que lo que nos hacía falta era una estructura sindical para los músicos. Tras ese texto hubo muchísimas reacciones. Creamos un correo electrónico donde recibimos 800 peticiones de información. Hemos creado una rama sindical, el Col.lectiu d'Obrers de la Música, que está aprobada por la Coordinadora Obrera Sindical (COS) pero que no es pública porque aún estamos en una fase embrionaria. Hay mucho trabajo previo a hacer y estamos recopilando información del Estado Español y del resto del mundo. Tenemos que radiografiar el sector y ver todo lo que no tenemos.

Pablo Und Destruktion: Para demandar a ATresMedia acudí a la CNT. Allí no existía ningún sindicato de músicos. Planteamos documentar mi caso y a raíz de ahí crear una coordinadora de músicos dentro del Sindicato de Gráficos para luego hacer el Sindicato de Músicos. Ya estamos en ello. El 27 de mayo hay unas charlas en el Ateneo Libertario de Villaverde, en Madrid. Queremos hacer un sindicato de músicos dentro del Sindicato de Gráficas y Espectáculos integrado en la CNT.

No queremos un sindicato mediático que caiga en los errores clásicos. El anarcosindicalismo no es una ideología mayoritaria. No te pide un carnet de anarquista, pero el funcionamiento exige implicación y acción directa y eso es lo contrario de lo que piden muchas asociaciones: que pagues la cuota y ya está. Pagando una cuota las cosas no andan solas.

Cesc Freixas: Lo que reivindicamos desde la COS, el sindicato de la izquierda anticapitalista e independentista, tendrá un marco territorial de los Països Catalans y un marco ideológico anticapitalista porque creemos que nuestras carencias como trabajadores de la música son las mismas que las de cualquier trabajador. Entendemos que no todo el mundo se sienta cómodo en este marco, pero queremos hacerlo público dentro de unos meses y que quien quiera colaborar se apunte a las reuniones.

Partimos tan de cero y de cosas tan elementales que ha de ser muy fácil ponernos de acuerdo. Al final todos los que trabajamos en la música, tanto los que lo hacen de forma profesional como los que lo hacen de forma esporádica, tenemos un mismo problema: la precariedad. Y esta viene determinada por las relaciones económicas del sistema capitalista que determina cómo han de ser las actividades económicas en la cultura.

Partimos tan de cero y de cosas tan elementales que ha de ser muy fácil ponernos de acuerdo. Al final todos los que trabajamos en la música

Ainara LeGardon: En Navarra existe la Asociación Intangia, de la que soy socia. Asesora a los creadores en materia de propiedad intelectual y todo lo referente a activos intangibles y acaba de poner en marcha el proyecto Self Copyright para la autogestión de derechos de autor, además de un servicio de mediación en conflictos.

David García Aristegui: En realidad, ya está todo inventado. Las y los músicos suelen ser autores e intérpretes a la vez, por lo que un sindicato debería tener las dos facetas en cuenta: creación e interpretación. Se podría tomar nota de cómo se organizan sindicatos de artistas que funcionan muy bien como el de guionistas ALMA y la Unión de Actores y Actrices.

Cesc Freixas: El problema es que cuando se organizan cosas de estas se convierten en chiringuitos en lobbies para encontrar bolos o para quedar y hacer las birras. Nosotros vamos lentos porque primero queremos documentarnos bien para, cuando hagamos las primeras reuniones, poder explicar este trabajo de búsqueda previa. Vamos despacio porque al ser algo que no tiene referencias casi ni a nivel internacional necesitamos tiempo para pensarlo bien y podernos hacer muchas preguntas.

Pablo Und Destruktion: Se trata de luchar y de tener solidaridad y apoyo para pagar casos que no puedan costearse de forma individual. No vamos a inventar la pólvora. Se inventó hace tiempo. Lo que pasa es que no se usa.

La mayoría de entrevistados en la primera parte de este artículo aseguran que la actitud de los músicos está cambiando y que se detecta el nacimiento de cierta conciencia colectiva como gremio. De hecho, varios andan ya metidos en distintos proyectos sindicales y algunos incluso se han puesto en contacto entre sí para unir fuerzas, intercambiar conocimientos y trazar estrategias comunes.

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