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Ésta es la Virgen de Antonio López que desechó la basílica del Pilar
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ocho fotografías superpuestas y un rostro

Ésta es la Virgen de Antonio López que desechó la basílica del Pilar

Tras siete años y medio de trabajó, el Cabildo consideró que la imagen presentada por el artista carecía de símbolos marianos y parecía "cualquier mujer"

Foto: Así es como ve Antonio López a la Virgen. (Fundación Arte y Gastronomía)
Así es como ve Antonio López a la Virgen. (Fundación Arte y Gastronomía)

Podría ser Nuestra Señora o la de cualquier otro; éste fue el argumento en el que se basó el Cabildo que administra la basílica del Pilar para rechazar el proyecto de Antonio López, ya que carecía, según señalaron, de símbolos marianos. Y así se lo hicieron saber en una carta a la Fundación Arte y Gastronomía, impulsora del proyecto 'Letanía' –tal es su nombre–, que hoy ha declarado mediante un comunicado que, tras siete años y medio de trabajo, lo da por finalizado. Al artista se le informó personalmente y, como explicaron fuentes cercanas, no se quedó "ni ilusionado ni desilusionado". Tal vez tenga que ver, como declaraba cinco años atrás a 'Heraldo de Aragón'. que "el arte del siglo XXI es el de la libertad".

El principio del fin de este proyecto llegó el pasado 20 de enero. Se habían reunido en la basílica el artista y su equipo, el déan y una comisión creada especialmente para valorar la actuación artística; era un acto a puerta cerrada que ya ese había presentado ocho años atrás al exarzobispo de Zargazoza Manuel Ureña. De repente, descubren la obra: el rostro de una mujer proyectado en una luneta de la iglesia y un grupo escultórico, abajo. Y surge una pregunta: ¿Y dónde está el manto? ¿Y el niño? En resumidas cuentas, aquella no era la Virgen, o al menos no la del Cabildo de Zaragoza, sino la de Antonio López.

Las caras de una santa

El artista había trabajado la imagen a partir de la superposición de ocho fotografías de miembros de su familia, incluyendo a su nieta, según fuentes que asistieron a la presentación a puerta cerrada, que añadieron que a la comisión allí reunida le pareció una obra "demasiado agresiva". Pero, como dijera el maestro Antonia López: "¿quién sabe en realidad cómo es la Virgen?"; junto a esta otra frase que le acompañó la mayor parte de los siete años en los que estuvo dedicado a la obra: "Este proyecto se llevará a cabo si la Virgen quiere". Y ella no quiso.

El Cabildo señaló que no veía viabilidad, aunque tal vez en un futuro… En tanto, Manuel Almor Moliner, su representante, declaró que la decisión se tomó “después de muchas conversaciones” y tras considerar que “no era adecuado para la basílica”. De forma que la obra pictórica, de la que sólo se presentó una proyección sobre la cúpula, así como el grupo escultórico subsiguiente, no acompañarán a los dos grandes frescos de Goya, 'La adoración del Nombre de Dios' y 'Regina Martirum', que son los grandes atractivos del templo. En cambio, la controvertida Virgen laica podrá verse el próximo otoño en una exposición en Matadero de Madrid.

Además de su belleza, una de las principales bazas de la obra de Antonio López es, según la Fundación Arte y Gastronomía, que reconoce una nueva imagen de la mujer en la Iglesia y también un nuevo arte sacro hijo de la contemporaneidad. Por eso ante la petición de bocetos por parte del antiguo arzobispado, el genio rebelde del hiperrealismo insistió en 2009, haciendo en parte una declaración de intenciones, que "la obra de nuestra época no parte de bocetos. Ya no trabajo con ellos para no sentirme atado".

Podría ser Nuestra Señora o la de cualquier otro; éste fue el argumento en el que se basó el Cabildo que administra la basílica del Pilar para rechazar el proyecto de Antonio López, ya que carecía, según señalaron, de símbolos marianos. Y así se lo hicieron saber en una carta a la Fundación Arte y Gastronomía, impulsora del proyecto 'Letanía' –tal es su nombre–, que hoy ha declarado mediante un comunicado que, tras siete años y medio de trabajo, lo da por finalizado. Al artista se le informó personalmente y, como explicaron fuentes cercanas, no se quedó "ni ilusionado ni desilusionado". Tal vez tenga que ver, como declaraba cinco años atrás a 'Heraldo de Aragón'. que "el arte del siglo XXI es el de la libertad".

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