Javier Reverte: “No queremos dinero, ni subvenciones: sólo que no nos roben"

Le piden 120.000 euros. “Yo no los tengo”, asegura, muy cabreado, tomando un copa de Rioja a las 12.30 de la mañana. Es Javier Reverte, uno de los autores más leídos en España. Y, ahora, de los más perseguidos… Está “de pleitos” con la Seguridad Social, a la que acusa de “enriquecimiento ilícito”. Reverte como víctima de la ley anticreadores en la que hay que elegir al cumplir los 65 años entre cobrar la pensión o los derechos de autor de los libros. “No queremos dinero, ni subvenciones: sólo que no nos roben”, proclama a El Confidencial tras una charla en el seminario 'Lectura y turismo' organizado porla Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga.

Cotizó 40 años como periodista y cuando ya empezaba a ganarse bien la vida con sus libros, se tomó excedencia de su puesto en el servicio de Prensa de Moncloa. Era el puesto donde trabajaba tras el cierre del diario ‘Pueblo’ en 1984, donde fue redactor jefe. Para seguir cotizando continuaba pagando 600 euros al mes. Le ha quedado una pensión de 1.800 euros mensuales. “Tenía que haber pagado más para quedarse con la pensión máxima [2.000], pero hubiera dado igual, me lo hubieran quitado todo”, admite. La ley es de 2013, pero el Gobierno no ha empezado a aplicarla hasta 2015. "A mí me piden lo cobrado en cuatro años. Quieren arruinarnos".

Todos los grupos políticos han decidido que retirarán esta medida para la próxima legislatura. ¿Y por qué no ahora? El Gobierno argumenta que no lo puede hacer un Ejecutivo en funciones. “¿Han podido prolongar la papelera que envenena la ría de Pontevedra? Claro que eso es otra cosa”, ironiza. La campaña de la Declaración de la Renta de 2015 ya ha empezado y los autores siguen intentando ‘tumbar’ esta ley. “Lo que tienen que hacer es cortar esta campaña. El Gobierno tiene capacidad para hacerlo ya e incluso devolver las cantidades. El PP, muy aficionado al decreto-ley, podría hacerlo.Yo necesito estos 1.800 euros al mes. A mí me hace falta para vivir. La literatura ya no da para tanto. Ya no existen los adelantos millonarios de otros tiempos”.

“Si doy un ‘pelotazo’ en Bolsa nadie me lo quita”

Reverte sí puede especular con su dinero de la pensión. “Si doy un pelotazo en la Bolsa nadie me lo quita. ¡Manda cojones la sociedad que están creando!”, se lamenta. “¿Y cómo se les ocurre hacer esto en pleno periodo electoral? '¿Cómo se te ocurre tener a la literatura enfrente?', le dije a la ministra Fátima Báñez. ¿Sabes que me contestó? Que a ella también le gustaba la poesía… Le dije que si íbamos a un nuevo Gobierno se haría un manifiesto pidiendo que no se votara al PP. Tenemos cierta fuerza social, más de 30.000 firmas. No queremos dinero, queremos que no nos lo quiten”. Se plantea incluso, si hay convocatoria de elecciones generales, hacer campaña en Huelva, la provincia donde se presenta Báñez, para explicar "quién es la ministra que odiala cultura, que lo sepan en su tierra. A la guerra vamos como en la guerra".

Él no ha venido a hablar de Málaga de sus pleitos con el Gobierno. Tampoco de su libro, sino de su experiencia como viajero. La conversación continúa hacia la figura de Albert Camus, sus huellas en Argel. Es la obra que acaba de presentar. “Me fascina desde siempre como escritor tanto por su capacidad de emocionar, va directo al corazón, como por su capacidad moral,llena de coraje, y eso que abunda tan poco en estos tiempos es algo admirable”.

Llevaba tiempo Reverte con la mirada hacia el Sur. Argelia. Los 30 años que vivió allí Camus. El viaje de 2004 a los escenarios de ‘El extranjero’, ‘El primer hombre’ (obra no publicada hasta 2011) y ‘La peste’, que transcurre en Orán. “Camus es la simbiosis perfecta: es filósofo, dramaturgo, periodista y novelista. Un escritor muy completo, un hombrede dos patrias. No encuentro a un autor que cubra tantos ámbitos y tan bien”, narra el autor, que ha inaugurado junto a Ramón Lobo (‘Todos náufragos’) la colección de libros de periodistas en Ediciones B llamada Papel.

“El reportaje ha muerto. Ahora los periodistas son todólogos. Hay que volver al reporterismo: ver, oír, contar y olfatear”

Una vuelta al periodismo considera el escritor este libro. Al mejor reporterismo que homenajea en ‘Billete de ida’ (Aguilar, 2000), colección de sus mejores 40 reportajes. “Yo volvería mañana a escribir reportajes, lo que pasa es que el reportaje ha muerto. Ahora el mundo opina. Lo que hay son todólogos. Hay que volver al reporterismo: ver, oír, contar y olfatear. A mí ya no me lo pagan. Si acaso me llaman para decirte que tienen unas fotos deagencia de Mali, si he estado alguna vez allí y que haga los pies de fotos. Eso no es un reportaje”.

África continúa en su retina.‘El sueño de África’ (1996) y ‘Vagabundo en África’ (2000), las obras que estrenaron su trilogía africana completada en 2002 con ‘Los caminos perdidos de África’ podrían compararse con los libros del continente negro de Kapuscinski, uno de los mejores reporteros del siglo XX. “Él fue un grandísimo periodista que se observa en ‘El Emperador’, por ejemplo. ‘Ébano’, una de sus obras más conocidas, es un libro lírico de una evocación de África muy emotiva, pero yo no he seguido esos caminos. He escrito más literatura viajera. Lo admiro mucho, pero no empecé a leer a Kapuscinski hasta después de publicar cuatro libros de viajes”.

Es lo que ha hecho Javier Reverte. El método que nunca le falla: “Agarrar del cuello al lector para llevarle a tu terreno. Lo que hago es contar la realidad con la técnica de la ficción para llamar la atención, pero no creo que estén relacionadas la ficción y la no ficción. No se pueden mezclar fácilmente. De eso no sale nada bueno”.

Sin portátil ni teléfono móvil

El autor habla de su literatura de viajes, siempre tan “tremendamente subjetiva”, esas sensaciones que se encuentra un viajero como él que recorre territorios sin ordenador portátil, sin teléfono móvil. Sólo con una pequeña libreta para tomar notas a vuela pluma y unos cuadernos grandes donde cada noche reflexiona sobre lo que ha visto y pasa a limpio las conversaciones. Ese es su verdadero equipaje. “Yo me voy fuera para poner en juego los sentidos de la realidad. Nos gusta el tacto de otras manos, el paladar de otras comidas, cómo nos toca el aire, un aire sensual como el del trópico”, cuenta.

Hay veces que el encuentro con el otro puede ser peligroso. Él lo vivió en el Amazonas, cuando se asomó la calavera al contraer malaria o en un viaje por Alaska donde volcó la canoa. “Vas a un viaje y nunca vuelves igual. Has roto la uniformidad de la vida. Viajar enrique mucho, te rejuvenece y disfrutas de la belleza del mundo. Muchas veces no nos damos cuenta de lo estupendo que es vivir”. Reverte, quizá uno de los últimos viajeros clásicos, y sus ganas de ir “a un lugar soñado, la nostalgia de lo que no conoces”.Porque viajar, comolo relató en 'El sueño de África', "puede ser, sobre todo, darse de bruces con la aventura".