El diario invisible de Vetusta Morla

"La música es tiempo, es armonía, es movimiento, / música es energía, fuerza. La música es silencio". El silencio que se extendió tras el fin de gira de Vetusta Morla en Alemania se rompe ahora para hablar de su nuevo proyecto: 'Memoria instantánea' (Temas de Hoy). Un libro que apila y recoge esos silencios, esas esperas, los recuerdos, anécdotas y sentimientos en forma de textos, polaroids, coordenadas y canciones para dar forma a lo que no se ha visto de los casi dos años que ha durado la gira de su último disco, 'La deriva'. Casi como un diario de viaje o una de esas cajas llenas de fotos de adolescencia, cartas escondidas y entradas de los primeros festivales que aparecen con décadas de retraso bajo unas tablas sueltas de una habitación llega este nuevo proyecto de la banda de Tres Cantos que, en el fondo, abre las puertas a su intimidad porque, como escriben aquí, se trata de "percibir el momento, porque es irrepetible".

Nos encontramos con Vetusta Morla el primer día de entrevistas de 'Memoria instantánea'. Hablamos con Guille Galván, Álvaro B. Baglietto y Jorge González, porque los seis componentes del grupo se han dividido en dos para atender la intensa promoción. Mientras, Pucho atiende a escasos metros a su ordenador. Y el silencio lo rompen los cuatro para preguntarnos curioosos sobre Los Papeles de Panamá, que está publicando este periódico desde el domingo. Buscan también de ese otro diario de lo que no se ve que ahora ellos mismos desnudan en su primer libro.

'Memoria instantánea' estriba entre la bipolaridad de la ausencia y la euforia. Nos presenta al Vetusta Morla del día a día, el de los aeropuertos, las legañas y las esperas. Su versión más íntima y desmitificada con sus glorias y sus miseras, con sus buenos y malos momentos y nos desvela lo normal que es la banda y cómo ha vivido la gira de 'La deriva', que sin duda ha sido otro de los grandes puntos de inflexión de su éxito.

"Hemos tenido que vencer el pudor para contar algunas cosas", comentan, porque este libro "es un trabajo colectivo basado en fotografías de Pucho, que ha ido haciendo a lo largo de la gira, y entendido como una caja de recuerdos donde van apareciendo reflexiones, ideas, comentarios y aportes individuales. Aquí hemos tenido la oportunidad de reflexionar y darnos tiempo para pensarnos a nosotros mismos como seis personas que comparten oficio, furgoneta y viaje", explica Guille.

Esa colección de salas de espera, poemas, relatos o reflexiones acompañan a las fotos, que Pucho ha ido tomando con una cámara instantánea y guardando en una caja de colonia. A veces las fotos inspiraron los textos. Otras el trabajo se hizo a la inversa. De uno u otro modo, no es la primera vez que muestran esta cara más íntima. Ya lo hicieron en forma de post con 'Un día en el mundo' y 'Mapas'. Este libro, asegura Jorge, "al ser un escrito, que es algo más pensado y reflexionado, te permite mostrar tus vergüenzas de la forma que quieres. De todas formas no es un anecdotario. Refleja una parte más de vivencias y sentimental".

"No hay una intención de exhibicionismo y sí una necesidad de compartir, no como colectivo sino como la suma de seis puntos de vista, y querer que la gente se sume a la mirada que podemos tener nosotros de todos esos espacios que tienen que ver con una sala de espera, un aeropuerto o una enfermedad... Aquí nos hemos permitido reflexionar y no sacar un yo biográfico, porque entonces sí habría más de exhibicionismo, pero sí un yo más personal, que implica otra forma de exponerte", resume Galván. Y así se va mostrando el grupo, a través de esos fogonazos con los que consiguen hablar tanto o más de ellos que en un disco. De hecho, aseguran, lo han trabajado igual que en uno de sus álbumes.

"Es verdad que al releer el libro y ver cómo explicarnos nos dimos cuenta, de repente, de que en cierta medida habíamos hecho otro disco. Al final, lo bonito del libro es que ha sido un proceso creativo más en el que hemos tenido que exprimirnos y luego mirarnos, porque este tipo de trabajos te sirven de espejo para saber dónde estás o hacia dónde vas a tirar", añade. Y termina Jorge: "Para nosotros es un punto de creación más y nos lo hemos creído desde la primera a la última página". Por eso, hay quizás menos presión. Lo afirma una banda que había vendido todo para los conciertos de presentación de 'La deriva' antes de que saliera o que cerró la gira en España con dos 'palacios de deportes' llenos ante 15.000 personas. Cuestiones numéricas, analizan. Igual que las críticas, que las hay. "No te puedes limitar por lo que te dicen porque sería como enjaularte en tu propia obra, en tus canciones o en tu forma de sentir. Nosotros nos preocupamos más por el proceso que por el resultado", remacha.

Diógenes de ausencias, euforias y memorias

Al final es lo efímero lo que engarza este trabajo de Vetusta Morla. La Diligencia (su fiel furgoneta), el hotel nuevo de cada ciudad, los escenarios, la pileta vacía, la recepción en la embajada entre wifi y champagne, los abrazos mexicanos a peso o reecontrarse en casa en un barrio de Buenos Aires. Echar de menos y sumar nuevos espacios a la colección de lo que después echaremos de menos. "Esa sensación bipolar te acompaña tanto cuando te vas como cuando vuelves. Hay muchas entradas que hablan de la falta, de la ausencia y de echar de menos en todos los aspectos, pero también están y son verdad las aventuras, las experiencias y lo impagable y bonito de todo esto. Son las dos caras de la moneda", opina Álvaro.

"A mí me dicen mucho "a ver cuándo paras y vuelves a tu vida normal", y te das cuenta de que tu vida normal es esa: echar de menos. Echar de menos siempre lo vas a hacer. Es una sensación que llevas dentro. Antes nos preguntaban dónde teníamos la sensación de estar en casa y, problablemente, la casa al final es un estado de ánimo que tiene que ver con lo que compartes y con el estar juntos. Eso es lo más parecido a estar en casa. Luego cada uno tiene su familia y su lugar, pero lo que te hace sentir a gusto y seguro a 10.000 kilómetros es saber que estamos pasando por lo mismo y que nos conocemos desde hace un montón de años. Esa es tu vida", analiza Guille.

'Cuarteles de invierno' estructura esta 'Memoria instantánea', que incluye manual de uso, diccionario 'vetustero' y una playlist que pone banda sonora a esta colección de recuerdos porque, defiende Álvaro, este libro se escucha, lee y ve en fotos. ¿Cómo es ir con Pucho haciendo fotos? ¿Es un poco rémora?, les preguntamos. Las risas son generalizadas y quedan como respuesta, pero suben en decibelios cuando les preguntamos si sufren un poco el síndrome de Diógenes, porque el libro está plagado de imágenes de tarjetas de hotel, pulseras y entradas... "Hay unos que sí y otros que no", empieza a responder Álvaro discreto. Pucho levanta la mano desde atrás. "Un poquito. Aunque de vez en cuando hago limpieza...", dice entre las risas de sus compañeros. Reconocen que guardan entradas de conciertos y museos (Álvaro), tarjetas de hotel (Guille y Pucho) o posavasos y periódicos locales (cuentan de Juanma).

Entre los textos de 'Memoria instantánea' también hay inspiración para el nuevo disco. En mayo comenzarán a trabajar en él -aunque esta gira no se ha terminado del todo y en verano tocarán en festivales como Mad Cool, Low Cost o Alrumbo-, que podría ver la luz en 2017. "Lo próximo de Vetusta Morla dirá si había pistas o no. Sí hay material, historias y raíz para alimentar otras cosas", dice Guille, y a su vez reconoce que la presión y el "cosquilleo" lo siente de cara al cuarto trabajo. "Tiene que ver más con el qué y el cómo interno: qué queremos hacer, en qué punto estamos, cómo lo vamos a conceptualizar, a comunicar y a seguir disfrutándolo. Ojalá siga yendo igual de redondo por la otra parte [el público], pero también estamos preparados para cuando deje de ser así", subraya.

"¿Qué nos queda de la gira?", terminamos. "Lo que tiene que ver con la memoria. Es como cuando en el cole te decían que la cultura es lo que queda una vez que te has olvidado de las fechas y lo superfluo. Yo creo que en este caso pasa algo similar. Lo que queda de la gira en nuestras cabezas no son los datos o fechas sino ideas o sentimientos u objetos con los que te cruzas y conectas", resume Guille. Eso es esta 'Memoria instantánea' con la que nos dejan asomarnos al corazón de Vestusta Morla.

"Y brindamos,

para que cada silencio nos regale

un Aquí y un Ahora cegador

donde crezcan

todos los alborotos por llegar".