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'Brandalismo'. Guerreros antisistema que combaten con arte la publicidad
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YA ESTÁN URDIENDO SU PRÓXIMA CAMPAÑA

'Brandalismo'. Guerreros antisistema que combaten con arte la publicidad

El pasado marzo, intentaron convencer a publicistas para que abandonasen sus agencias y se unieran a ellos. Son ingeniosos activistas que no quieren códigos de barras en las calles

Foto: Así dio la bienvenida el colectivo a los Juegos Olímpicos de Londres. (Brandalism)
Así dio la bienvenida el colectivo a los Juegos Olímpicos de Londres. (Brandalism)

Todo comenzó en agosto de 2011. Fueron cinco días que hicieron perder a Reino Unido más de 123 millones de euros. Lo definieron como bandalismo urbano; sin embargo, este movimiento recibe el nombre de 'brandalismo' ('brand', marca en inglés), porque esos miles de personas que salieron a las calles aquel agosto lo hacían para reemplazar cada valla publicitaria, cada banderola y cada cartel comercial por obras artísticas de denuncia.

Protestaban contra los políticos codiciosos, los medios que 'hackean' sus teléfonos móviles, el rescate de los bancos por parte del Gobierno y los abusos policiales, sobre todo a minorías. Pero, entonces, ¿por qué destruir (hay quien diría que mejorar) los neones publicitarios? Según explicó su fundador, Robert Marcuse, a 'Business Insider', el 'marketing' y la publicidad tienen su parcela de culpa: “Los anuncios tratan de convencernos de que necesitamos consumir sin cesar y eso choca frontalmente con la estructura de clases y la exclusión financiera que hay en Reino Unido. No es que la publicidad sea el principal problema, pero es un factor”.

[Pincha aquí si quieres ver algunas de sus acciones]

Este movimiento que combate eslóganes y caras sonrientes con arte urbano recibe inspiración de Brasil, donde en 2007 se llevó a cabo una iniciativa similar. Pero el 'brandalismo' no solo se reduce a colectivos de activistas de estos dos países: la mayor acción se realizó en París en diciembre del año pasado, cuando unos 80 artistas produjeron más de 600 piezas de arte para reemplazar los carteles publicitarios de toda la ciudad. "Hacemos un llamamiento para que la gente salga a la calle a protestar contra la industria del combustible fósil. No podemos dejar la discusión sobre el cambio climático en manos de los políticos y los 'lobbies' que crearon todo este lío", dijo en su momento Bill Poster, uno de los activistas.

Desarmando desde las bases

Tras unos meses de silencio, este marzo, el 'brandalismo' ha vuelto a poner blanco sobre negro, o arte sobre anuncio, en las calles de Londres. La llamaron 'Switch Sides', una campaña destinada a concienciar a los empleados de la industria creativa para que abandonasen las agencias para las que trabajaban y se uniesen al movimiento. ¿Cómo? Utilizando sus mismas herramientas: colocaron pancartas en las paradas de autobús cercanas a las principales agencias, como Ogilvy, BBDO o J. Walter Thompson, pidiendo a escritores, diseñadores y analistas que considerasen sus responsabilidades morales.

Campaña multitudinaria en París (2015)

La reacción de los creativos fue sorprendente. De acuerdo a Marcuse, recibieron al menos un centenar de mensajes de empleados insatisfechos mostrando su apoyo al 'brandalismo. "Recibimos muchísimas respuestas de apoyo a la campaña de hace unas semanas. Es motivador y también bastante triste, porque en las agencias trabajan personas muy creativas, grandes mentes que realizan un esfuerzo artístico enorme; pero bajo un sistema económico y político como el actual`, lo único que consiguen a cambio es algo de dinero por vender cosas a la gente", cuenta.

Sin embargo, el 'brandalismo' no propone una alternativa remunerada a las 'grandes mentes', el trabajo dentro del colectivo no es remunerado, lo que hace inviable, especialmente en una ciudad como Londres, poder vivir dedicándose a la causa. "Gracias a la campaña, reclutamos a creativos para que en su tiempo libre participasen en campañas para ayudar en la crisis de los refugiados o concienciar a la sociedad sobre el cambio climático".

Sorprende que hasta ahora no se haya producido ningún gran enfrentamiento con una marca, a pesar de los daños en cartelería y la contrapublicidad. Durante los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012, estos 'brándalos' dibujaron cuchillos en los carteles deNikeque tapizaban la ciudad, una acción que seguramente tenía que ver con que el famoso eslógan de la compañía ('Just do it') está inspirado en la última frase que dijo un asesino antes de ser ejecutado en Estados Unidos. Sin embargo, el gigante del deporte respondió haciendo más bien lo contrario ('Just do(n't) do it') y optó por guardar silencio. "Estaban enterados de la campaña, pero no quisieron darnos publicidad", admiten desde el 'brandalismo'.

Aunque sus primeras acciones nacieron de forma espontánea, Robert Marcuse y sus aguerridos 'brándalos' adelantan que ya están planeando su próximo abordaje, pero la localización todavía permanece en secreto.

Todo comenzó en agosto de 2011. Fueron cinco días que hicieron perder a Reino Unido más de 123 millones de euros. Lo definieron como bandalismo urbano; sin embargo, este movimiento recibe el nombre de 'brandalismo' ('brand', marca en inglés), porque esos miles de personas que salieron a las calles aquel agosto lo hacían para reemplazar cada valla publicitaria, cada banderola y cada cartel comercial por obras artísticas de denuncia.

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