Cesc Gay y Candela Peña se desvirgan en el teatro

Fue literalmente un orgasmo inspirador. La vecina de arriba no paraba de gemir y gritar escandalosamente mientras follaba. El recital se escuchaba en el piso de abajo a la par que los niños preguntaban y la pareja también se cuestionaba qué hacían los vecinos para alcanzar esos decibelios. Los oyentes de este despliegue sexual eran el director de cine Cesc Gay y su familia, y de esa anécdota surgió su primer obra de teatro.

'Los vecinos de arriba' llega al Teatro La Latina de Madrid (del 7 de abril al 3 de julio) tras su éxito en el Romea de Barcelona, donde durante dos temporadas colgó el cartel de no hay entradas, con Gay y Candela Peña desvirgándose -nunca mejor dicho- sobre las tablas. La obra, que después recorrerá 40 ciudades españolas y en 2017 tendrá su adaptación en Argentina, disecciona a partir de este episodio las relaciones de pareja y sexuales. Los de abajo invitan a los de arriba a cenar y se desencadena una situación en la que una noche tranquila acaba convirtiéndose en un choque de trenes con el sexo, la monotonía y el tiempo como protagonistas.

"No he hecho antes teatro por miedo, pero ha habido circunstancias en mi vida que me han hecho perderlo. Ya no tengo miedo", asegura Candela Peña que pasa del cine a esta comedia que considera su debut, aunque ya se subió a un escenario junto a Sol Picó y La Shica. "Está siendo una experiencia flipante y me alegro mucho de abrir esta puerta y hacerlo con Cesc. Al ser con alguien del cine, te da la sensación de que la transición no es tan complicada", añade la ganadora de tres Goya por 'Princesas', 'Te doy mis ojos' y 'Una pistola en cada mano' en una entrevista con El Confidencial.

El director, que arrasó en los pasados premios Goya con 'Truman', ya contaba entonces que se había "enamorado del teatro". "Es siempre un riesgo y te da cierto vértigo cuando cambias. Pasé tiempo dándole vueltas y leyendo textos hasta que un día me encontré escribiendo algo que pensé que era una comedia más de teatro que de cine", explica a la par que asegura que el proceso que más ha disfrutado ha sido el de la escritura. "Ha sido una cosa hecha desde un lugar de responsabilidad, en el sentido de que es algo que quieres hacer pero no le das más importancia, te relajas y lo disfrutas desde un lugar que hacía tiempo que no me pasaba".

Peña, por su parte, destaca la responsabilidad que supone subirse a un escenario cada noche pero también lo bueno que es para un actor. "Es una responsabilidad por el público y por el texto. Es una responsabilidad que la gente venga y se lo pase bien, disfrute ese rato y se olvide de otras cosas. Realmente es una función perfecta para eso. El texto te invita a salir y comentarla. Es de lo que se trata porque nosotros, en el fondo, no dejamos de ser entretenedores", analiza.

"Me parece extraño que no se hable de sexo"

Pilar Castro, Xavi Mira y Andrew Tarbet comparten escenario con Peña para recrear el mundo de estas dos parejas tan diferentes que se convierten en espejo los unos de los otros. Una comedia que no deja de ser también un melodrama de las miseras sentimentales más cotidianas. "Es un gran combate. Todos los que vivimos en pareja sabemos lo maravilloso y lo duro que es. Yo creo que esta obra refleja eso desde ese lugar más exagerado que te permite el teatro. Yo siempre he sido un defensor de la pareja, de intentarlo, y la obra hace eso: intentar defenderla hasta donde se pueda", analiza Cesc Gay.

Peña cuenta, deseando ver ya las butacas llenas de público, que lo más importante ha sido "medir las marchas, el tono" de esta comedia que, además de retratrar los conflictos de pareja, rompe los tabúes y la falta de comunicación en cuanto a lo sexual. "Me parece extraño que no se hable de sexo", dice asombrada la actriz. "Esta obra hace pensar mucho. Si tus tienes unos vecinos que se lo pasan muy bien, te planteas por qué a mi no, qué le harán a esta que este a mí no me hace, por qué es capaz de llegar ahí. Las gente no dejamos de ser espejos para otras gentes. Pasa en el sexo y en la vida". Gay prosigue su frase: "Eso pensaba yo, que no sabía hacer gritar a una mujer así. Me sentía fatal, de verdad", añade ante las risas.

Lo cierto es que la vecina alemana de arriba del director, que aún sigue siéndolo, no sabe que sus gemidos han inspirado esta aventura teatral. "Sigue siendo mi vecina y me da un morbo impresionante", confiesa divertido. "El día que me vine a Madrid a ensayar, me vio con la maleta y le dije que venía aquí a hacer una obra de teatro. Me dice: "¡qué bien!". Y yo pensaba: "¡cómo no decirte que todo viene de ti!". Esa noche me pegó una fiesta de gritos como si supiera que me iba", relata. "De despedida", resume la actriz.

Ambos también destacan la diferencia de tempos del cine y el teatro, no solo en la rapidez con la que se materializa un proyecto teatral frente al cine. "La gran diferencia es que en el cine, como director eres un gran manipulador. Tienes muchas herramientas para manipular la película y utilizar el trabajo de todos para elaborar, concretar la película y llevarla donde quieras. En el teatro como director no tienes esa capacidad, es de los actores. Hay que entenderlo como un proceso de trabajo conjunto donde vas a la par. Ese es el gran cambio".

La experiencia les está gustando tanto que dicen que quieren repetir. Gay asegura que quiere seguir escribiendo teatro, ahora mismo está haciendo una serie de televisión. "Claro que sí, si me llaman. Las circunstancias están cambiando y yo quiero cambiar con ellas. Ahora no se hace tantísimo cine. El hecho de actuar cada día es casi más gratificante que una peli, que ruedas una al año, pero saber que tienes tu función cada tarde como actriz te hace tener la maquinaria engrasada y eso me da placer", concluye la actriz que, además, acaba de estrenar 'Kiki', de Pacó León, y tiene pendiente el estreno de 'El tiempo de los monstruos', de Félix Sabroso. Hasta entonces, los dos disfrutan de este desvirgue teatral.