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'A mi manera': ¿Formato arriesgado o el programa más lamentable hecho jamás?
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'A mi manera': ¿Formato arriesgado o el programa más lamentable hecho jamás?

Cuatro expertos analizan pros y contras del 'reality' de las viejas glorias de la movida

Foto: 'A mi manera'
'A mi manera'

El programa 'A mi manera', que emite La Sexta, ha roto esquemas con su mezcla de 'Gran Hermano', 'Operación Triunfo' y 'Qué tiempo tan feliz' (si existiese una María Teresa Campos obsesionada con los ochenta). Cuando ya nadie esperaba nada de los programas musicales, ni siquiera que existieran, ha resucitado el debate sobre el papel del pop en televisión, además en plena crisis de la industria discográfica.

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Por eso hemos decidido consultar a cinco expertos y conocer su visión sobre este espacio. Les pedimos que nos contaran lo que más les gustaba, qué aspectos les chirriaban y si eran capaces de proponer novedades o posibles invitados para futuras temporadas.

'A mi manera'

Igor Paskual (artista, compositor y guitarra de Loquillo): “Que haya un programa donde la música esté presente siempre es una buena noticia. La idea está muy bien y me gusta que no sea una competición con votaciones o nominados. No es muy educativo convertir la música en una cuestión exclusivamente de números y aplausos, aunque sea un negocio. Supongo que uno de los problemas del programa es que la sombra de 'Gran Hermano' planea invisible, aunque no tenga nada que ver. Y es que parece que la gente sólo está dispuesta a ver programas de música si hay un poco de cotilleo o nostalgia en ellos. No se sabe si se ve el programa por las canciones o por cotillearles un poco la vida a quienes participan. Tenemos mucho Telecinco tragado en este país. Es un acierto no forzar o mostrar peleas entre ellos. Para eso ya está la prensa deportiva”.

Roberto Herreros (coordinador y guionista de Mapa sonoro, La 2): "Solo vi el capítulo en el que homenajeaban a Nacho García Vega. Estaba zapeando, no lo conocía. Lo cogí empezado y no pude parar de verlo. Reconozco que el cóctel de narcisismo, autocelebración empalagosa y buen rollo forzado me dejó fascinado. También era un nuevo programa de música y obviamente me interesaba verlo. En este sentido, me apenó ver una idea tan desaprovechada y que el formato fuera tan cutre".

Nega (rapero de Los Chikos del Maíz): “Es lamentable, el enésimo intento de rescatar la Cultura de la Transición. Lo veo como un sinsentido, una mezcla absurda entre 'Gran Hermano' y 'Operación Triunfo', pero con artistas consagrados que conocieron tiempos mejores. Lo más patético es cuando empiezan a lanzarse piropos los unos a los otros y a decir cuánto se quieren y cuánto se admiran mutuamente”.

El cóctel de narcisismo, autocelebración empalagosa y buen rollo forzado me dejó fascinado

Diana Aller (guionista del reality 'Alaska y Mario'): "Tenía muchos prejuicios, pero ahora mismo me parece un formato arriesgado, algo que no abunda en televisión. Me gustaría que fuera menos sutil. Que se mostrara abiertamente la nostalgia de los protagonistas por su propio reconocimiento. Sin reírse de ellos, sin hacer parodia, pero sí evidenciar sus egos, sus carencias... Mostrar a una pandilla de artistas en declive reprimiéndose no aporta demasiado. Sobre todo comparando con lo que nos podríamos estar perdiendo".

Garikoitz Gamarra (profesor de filosofía, miembro de Ornamento y Delito): “Tal vez sea el programa musical más lamentable que se haya hecho jamás. El concepto mismo del programa, de hacerse homenajes los unos a los otros, no me interesa nada (no me gustan las versiones). Luego está el contexto del chalet de lujo. Tocar para cuatro amigos. Todo da mucho asco y vergüenza ajena. Solo vi el primer programa. Marta Sánchez cantando 'Una calle de París' vestida de parisina en homenaje a las víctimas del atentado. Mikel Erentxun hablando de sus manías. Manolo Tena desde el más allá. Tantos y tantos momentos especiales. Este programa no hace ningún bien a la música, ni siquiera a la de los protagonistas. La cantidad de falsedad y falta de autenticidad de las conversaciones, de las versiones, de las reacciones al escucharla... Es vomitivo. Si lo veo a los doce años tendría claro qué no querría ser de mayor: como esos señores y esas señoras".

Todo da mucho asco y vergüenza ajena

Igor Paskual: "¿Lo que más me gusta? Algunas de las versiones que hizo Erentxun están muy logradas, por ejemplo. La banda del programa, sin ser la que yo llevaría, hace muy bien su trabajo y hay una preocupación por que haya un sonido digno. Los momentos más bochornosos no son cuando hay música sino cuando hablan. Sus conversaciones demuestran una y otra vez que los músicos no son seres especiales y no cuentan cosas más interesantes que cualquier otra persona. Hay reflexiones a lo Paulo Coehlo y conversaciones trufadas de lugares comunes que están más cerca de una pandilla que adolescentes en el recreo del instituto que de unos profesionales con muchos kilómetros a sus espaldas”.

Marta Sánchez en el programa

La versión alternativa

Igor Paskual: "Intentaría no centrarlo tanto en artistas que comenzaron en la década de los ochenta. Hay una tendencia a ningunear a décadas enteras que son tan o más válidas que esa. El único artista joven que hay, y eso que es de mi edad, es David de María, aunque, por actitud, parezca mayor que mis padres. Llamaría, por otro lado, a gente de Los Pekenikes, Los Estudiantes, pioneros que recuerden a la gente lo que suponía hacer rock en esos momentos y que quede constancia de su importancia. También darían cierto juego artistas de rock duro o heavy que viven y sienten la música de una manera muy especial. En la tele, y eso incluye programas como 'Cachitos de hierro y cromo', se les suele tratar con condescendencia y habría que aprovechar a los medios para enseñar otra visión de las cosas. Por ejemplo, el día dedicado a Nacho García Vega, me pareció espantoso que no se empleara para revisitar alguna canción de sus dos discos en solitario, que, aunque no sé si se los peleó en su momento, no están nada, nada mal. Sólo De María revisitó a Rico, otro proyecto musical de Vega. Hubiese sido algo distinto a esa hagiografía perpetua que hay con Antonio Vega en este país. Cuando se dice que en España no se respeta a los artistas, en parte, es mentira. Lo que pasa es que sólo se respeta a dos o tres muchísimo y al resto nada”.

Dicen que en España no se respeta a los artistas, pero es mentira. Lo que pasa es que sólo se respeta a dos o tres y al resto nada

Roberto Herreros: "¿Qué si mejoraría variando el perfil de los invitados? Diría que no. Juntar a Albert Pla, Fermin Muguruza y a Bebe por un lado o a Jota de Los Planetas, La Bien Querida y Kiko Veneno por otro no daría resultados muy diferentes: seguirían regalándose los oídos, contándose batallitas e intercambiando alguna que otra puya en plan simpático. Sospecho que las actuaciones tampoco serían muy memorables. Es probable que esto cambiase con una selección de invitados más heterogénea. Si juntas a los hermanos Salazar de Los Chunguitos o a un rumbero catalán como Chacho, con cantautores como Nacho Vegas, Xavier Baró o Lorena Álvarez, a un DJ como Oscar Mulero, a rockeros como Rosendo o Josele Santiago y a raperos como Mala Rodríguez, El Langui o Jarfaiter lo mismo de ahí sale algo más interesante”.

Nega: “He echado de menos a Loquillo, es el personaje que falta para completar la cuadratura del círculo. Imagínatelo indignándose con los políticos después de hacer anuncios para el Banco Sabadell. El programa es el anuncio de Mahou pero de hora y media. Me sobra David de María, no encaja generacionalmente. Yo lo haría en plan competición para que la gente votara. Y que hubiera expulsiones y enfrentamientos. Así evitamos que todo sea una nube de algodón. El programa es una oda a las versiones, a la cultura de la banda tributo. Y empiezo estar ya un poco harto de tanta versión y tanta banda tributo, se nos va de las manos. He visto conciertos de bandas tributo a Metallica o Nirvana de veinte euros la entrada. La gente tiene mucha cara. Vivimos la dictadura del simulacro, de la copia de la copia”.

La gente tiene mucha cara. Vivimos la dictadura del simulacro, de la copia de la copia

Garikotiz Gamarra: "Me gustaría meter en esa casa (con esos invitados) a Evaristo, de la Polla Records, Jorge Ilegal, Loles de las Vulpes o la Mala Rodríguez, por ejemplo”.

Diana Aller: "Me gustan algunos de los artistas, así que lo que más disfruto es la interpretación de las canciones del repertorio de cada uno. ¿Qué otros nombres incluiría? Estaría bien que se hiciera con músicos de tiempo atrás (los setenta) y también coetáneos (Hombres G, Los Nikis, La Guardia, The Refrescos) y posteriores (Lagartija Nick, Chucho, El Niño Gusano...) Me gustaría mucho ver los clichés machistas, torturados, de perdedores... de los que hacen gala todos los grupos y todas las épocas. Es una exposición que se repite una y otra vez a lo largo del tiempo, y el programa lo refleja con relativa elegancia. En general, el programa me gusta, me entretiene”.

Me gustaría mucho ver los clichés machistas, torturados, de perdedores... de los que hacen gala todos los grupos y todas las épocas

Posdata

Más allá de las valoraciones sobre el programa, no me resisto a incluir la propuesta de Igor Paskual de intentar una versión musical de 'Pesadilla en la cocina', titulada 'Pesadilla en el escenario'. Así lo explica: “Muchas veces me han dado ganas de seguir el ejemplo de Chicote y, en lugar de ir a una cocina, meterme en el local de ensayo de algún grupo. Allí se verán los mismos problemas que nacen entre fogones: la falta de comunicación, el que hace mucho, el que no hace nada, el que parece que no hace pero es imprescindible, el líder que no vale, el líder que sí, el que se empeña en hacer lo que no sabe, el que lo hace genial pero no sabe vender, el que sabe vender pero necesita a los demás porque no sabe trabajar en equipo. Los que ensayan mucho, pero mal enfocados, los que creen que inventan y no hacen más que repetir, los que suenan bien pero impersonales, los que tienen gusto pero sin profundidad. El asunto es que en todos los grupos humanos se replican los mismos problemas. Aplicando las recetas de Chicote a la música, el rock sabría mejor”. Anímense, ejecutivos catódicos.

El programa 'A mi manera', que emite La Sexta, ha roto esquemas con su mezcla de 'Gran Hermano', 'Operación Triunfo' y 'Qué tiempo tan feliz' (si existiese una María Teresa Campos obsesionada con los ochenta). Cuando ya nadie esperaba nada de los programas musicales, ni siquiera que existieran, ha resucitado el debate sobre el papel del pop en televisión, además en plena crisis de la industria discográfica.

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