En casa del embajador Costos hay arte con mayúsculas... y soldaditos de la Guardia Civil

Bienvenidos a la embajada

Lugar: Residencia del embajador de EEUU en España, James Costos. Dirección: Paseo de la Castellana 48. Evento: Visita guiada a la colección de arte del embajador. Programa Arte en las Embajadas del Departamento de Estado de EEUU.

Para que la lectura de este artículo dividido en cinco capítulos no se convierta en un ejercicio insoportable de tensión... aclaremos algo desde el principio: no, en la residencia de James Costos no hay camareros con bandejas sirviendo Ferrero Rocher...

Lo que no significa exactamente que uno pueda escapar aquí de los tópicos de embajada: sobre una mesa hay tres enormes jarrones chinos con pinta de costar un dineral (y sí: el temor a tropezar, hacer añicos un jarrón y provocar un incidente diplomático no le abandona a uno hasta que sale aliviado por la puerta). Soltado el chascarrillo, vamos al grano.

"El señor Smith" y el embajador

Pese a que EEUU lleva girando obras de arte por sus delegaciones desde tiempos de JFK, la colección de la residencia de James Costos no es una colección cualquiera. "Es la mejor de todas las embajadas estadounidenses en el mundo", aclaran durante la visita guiada.

Contar con una u otra obra no depende del azar burocrático, sino de una mezcla de factores: "De los gustos personales del embajador a su capacidad para negociar préstamos (gratuitos) con coleccionistas y centros de arte".

En otras palabras: el éxito artístico de la Embajada de EEUU en Madrid depende del siguiente factor personal: "El señor Smith y el embajador", como se nos repite durante el paseo.

La crema del arte

Y ahora vamos a poner dicho factor en contexto: James Costos, ex directivo de la cadena HBO ('Los soprano', 'The Wire'), es gay, vegetariano y defensor de los animales. Su pareja, Michael S. Smith, es un diseñador y decorador de prestigio (ejemplos de su trabajo: decorador personal de Steven Spielberg y autor de la reforma del Despacho Oval de la Casa Blanca a instancias de Michelle Obama). Costos y Smith son también generosos donantes de las campañas de Obama.

Y un detalle de importancia para lo que nos ocupa: ambos están muy bien relacionados con el mundo del arte contemporáneo. Algunos de los artistas cuyas obras cuelgan en esta casa son amigos personales de la pareja.

Consecuencia de todo ello: Costos y Smith tienen en su residencia una despampanante colección de arte contemporáneo: De Kooning, Lichtenstein, Motherwell y Schnabel, pero también artistas españoles como Tapies, Chillida, Juan Muñoz y Cristina Iglesias.

El sueño americano

Palabras (escritas) del embajador Costos para presentar la exposición: "Las obras reflejan la enorme variedad y diversidad del arte y la cultura estadounidenses. Michael y yo consideramos que Arte en las Embajadas era la manera perfecta de poner en un escaparate a artistas estadounidenses extraordinarios y, a la vez, contar la historia del sueño americano. Escogimos las obras que se pueden ver en la residencia para exponer la variedad del arte de EEUU, para expresar la diversidad de los orígenes de los artistas estadounidenses...".

Pero no se vayan todavía, porque aún hay más. "Muchos de los artistas reflejan también los valores del emprendimiento tan característicos de EEUU al tratarse de personas que, tras un comienzo humilde, lograron un éxito mediante su talento, su determinación y su motivación incansables", explica Costos. En efecto, EEUU es un gran país.

Con la benemérita hemos topado

Que el gusto de los señores embajadores es exquisito era algo fuera de toda duda.

Así que, al entrar en el despacho del embajador, dejamos de atender a las explicaciones sobre las obras presentes -como un retrato fotorealista de Barack Obama a cargo de Chuck Close- y nos dedicamos al cotilleo y al fisgoneo puro y duro:

La habitación está repleta de fotos de Costos "y el señor Smith" con Barack y Michelle Obama. Pero la verdadera bomba artística de relojería se encuentra sobre la mesa del embajador: una figurilla de un guardia civil a caballo y en uniforme de gala.

Moraleja: uno no puede escapar del kitsch de embajada ni en la casa de los reyes del cool: el embajador (pop) James Costos y su pareja: "el señor Smith".