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Medio siglo sin dormir por culpa de Chicho Ibáñez Serrador
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Medio siglo sin dormir por culpa de Chicho Ibáñez Serrador

La mítica serie de TVE 'Historias para no dormir' se emitió por primera vez tal día como hoy hace 50 años. Su creador recuerda cómo fue crear uno de los programas icónicos de la televisión

Foto: Chicho Ibáñez Serrador durante una grabación
Chicho Ibáñez Serrador durante una grabación

Viernes 4 de febrero de 1966. Pantalla en blanco y negro, una ventana y un rayo. La cámara enfoca unos libros sujetos con una calavera, hay telas de araña y candelabros. Voz en off: "Maupassant, Gaston Leroux, Henry James, Edgar Allan Poe, Stevenson. Todos ellos escribieron relatos inmortales. Historias donde se mezcla el horror, la locura, el pánico. Historias que muchas veces robaron el sueño de aquellos que las leyeron. Sí, ellos las han escrito".

El plano se abre a un joven Chicho Ibáñez Serrador. "Hoy empieza un nuevo programa", explica antes de dar paso a esa hoy mítica puerta que se abre chirriando y donde se puede leer 'Historias para no dormir' -y a la que después se le añadirían dos rombos-. Serán, prosigue, "guiones de media o una hora con el denominador común de limpiar o intentar limpiar el género de suspense y terror de muchos de sus tópicos y sus lugares comunes". Así comenzó hace 50 años 'Historias para no dormir', todo un icono del terror español que influyó a varias generaciones y grandes nombres del cine como Álex de la Iglesia, Paco Plaza o Jaume Balagueró.

'Historias para no dormir', capítulo 1

Rodada en los estudios de RTVE en el Paseo de la Habana, 'Historias para no dormir' tuvo tres temporadas (1966, 1967-1968 y 1982) y fue un auténtico hito en la televisión del franquismo. Coincidiendo con este aniversario, esta semana se publica por primera vez la serie completa en un DVD y su creador, Chicho Ibáñez Serrador, relata a El Confidencial cómo fue crear aquella página ya no de la televisión, sino de nuestra cultura.

"Historias para no dormir' supuso poner en antena algo que hasta entonces nunca se había visto en España, algo que el público estaba esperando casi sin saberlo: ver unas historias, de más o menos miedo, pero que siempre sorprendían con golpes de efecto inesperados", cuenta Chicho por email a través de su hijo Alejandro.

'El cumpleaños' fue el primer capítulo que se emitió hoy hace medio siglo. Ibáñez Serrador optó por rodar esta adaptación del relato de Frederic Brown en 16 mm. -la única que se hizo en formato de cine-. Eligió este título porque "es un relato de suspense magnífico y al no tener diálogos, sino tan sólo los pensamientos del asesino protagonista, los espectadores se veían obligados de alguna forma –bastante incómoda- a identificarse con él, y eso no se había hecho antes en televisión", recuerda hoy.

'El cumpleaños'

Ese siempre fue uno de los leitmotiv de Ibáñez Serrador: hacer lo que todavía no se había hecho. Ahí está esta serie para la historia junto a otro de sus grandes iconos: el Un, dos, tres. Quizás, por eso, echa en falta en la televisión actual "programas nuevos, que no sean clones unos de otros". Sobre si hoy sería posible e incluso necesaria una serie como 'Historias para no dormir', el director cree que "sinceramente, sería bienvenida por parte de la audiencia, ya que el terror nunca pasa de moda".

Enganchados al terror

"Como ya he dicho muchas veces, el terror es una de las emociones primarias del ser humano, como el amor, como la alegría… Los niños se asustan de todo, un ruido, la oscuridad, una sombra, hasta del propio silencio. El terror nos da la oportunidad de volver a ser niños, de experimentar de nuevo sensaciones que viven en lo más profundo de nuestro ser y, sobre todo, de volver a sentirnos vivos cuando nos sabemos a salvo de lo que nos atemoriza", analiza.

A Brown le siguieron Edgar Allan Poe, Ray Bradbury, James, Carlos Buiza -por la adaptación de 'El asfalto' ganó la Ninfa de Oro al mejor guion del Festival de Montecarlo- además de los guiones originales del propio Ibáñez Serrador, aunque en realidad iban firmados con el seudónimo de Luis Peñafiel. 29 episodios más tres especiales en total, por ciertos algunos protagonizados por su padre, Narciso Ibáñez Menta. En realidad, la serie continuó la labor de 'Mañana puede ser la verdad', enfocada en la ciencia ficción, así como de 'Obras maestras del terror', que ya había hecho en Argentina.

'El último reloj'

Ángel Gómez Rivero, estudioso del cince de terror y fantástico, destaca sobre todo las presentaciones de cada capítulo. "Chicho, a la manera de Hitchcock y sus famosas presentaciones para la también serie televisiva de misterio e intrigra 'Alfred Hitchcock presenta' (1955-1962), emuló al genio británico con unas introducciones breves, cargadas de humor negro, como antesala de los capítulos. Dichos prólogos llegaron a convertirse en tan célebres como las propias historias que presentaban".

Tras las dos primeras temporadas en los años sesenta, el programa se canceló. Cuenta Ibáñez Serrador que una de las razones fue económica. "TVE no tenía entonces tantos recursos como hubiesen sido necesarios, pero sobre todo necesitaba ganar premios internacionales para hacerse conocer, así que se pararon las 'Historias…' con el fin de realizar 'Historia de la Frivolidad', destinada al Festival Internacional de Montreux. Anteriormente había realizado 'El Asfalto' que, aunque se emitió dentro de las 'Historias…' en realidad estaba destinado a uno de esos festivales internacionales, como ya había sucedido con 'N.N.23'.

También recuerda que a la censura franquista el terror le importaba poco o nada. "Mientras se centraba en que las mujeres no llevasen grandes escotes ni mostrasen las piernas, era posible 'colarle' en cierta manera algunas otras cosas, aunque es cierto que el terror clásico no da tanto ese tipo de problemas como podían hacerlo otros temas".

'El cuervo'

'Historias para no dormir' volvió como tal en 1982 con cuatro capítulos en color. Después, en el año 2000, se anunció una nueva hornada de capítulos, incluso se emitió 'El televisor' (un capítulo estrenado originalmente en 1974), pero no fue hasta 2005 cuando Filmax quiso recuperar su espíritu con 'Películas para no dormir'. Fue un intento de relanzar la idea con filmes dirigidos por Mateo Gil, Enrique Urbizu, Balagueró, Plaza o De la Iglesia coordinados por el propio Ibáñez Serrador, que también rodaría un capítulo. Sin embargo, el proyecto, aunque se llegó a estrenar años más tarde, quedó en cierto stand by.

Hoy, 50 años después, esas historias para temblar, sonreír y pensar que se escondían tras el grito terrorífico de esa puerta a la que muchos miraron con una mezcla de miedo y curiosidad, siguen siendo un icono de nuestra televisión. Y en esta época en la que las series se han vuelto las grandes reinas de la ficción, si volvieran sus 'Historias para no dormir', Chicho Ibáñez Serrador confiesa sin dudar que recuperaría varias historias que duermen desde antaño en un cajón. "Utilizaría unos cuantos guiones que tengo guardados en mi escritorio y que nunca antes se han puesto en antena", explica. De los que se emitieron, puesto en el brete de elegir, "tal vez" se quedaría -cómo no- con Poe y 'El último reloj' (basado en el cuento 'El corazón delator').

Viernes 4 de febrero de 1966. Pantalla en blanco y negro, una ventana y un rayo. La cámara enfoca unos libros sujetos con una calavera, hay telas de araña y candelabros. Voz en off: "Maupassant, Gaston Leroux, Henry James, Edgar Allan Poe, Stevenson. Todos ellos escribieron relatos inmortales. Historias donde se mezcla el horror, la locura, el pánico. Historias que muchas veces robaron el sueño de aquellos que las leyeron. Sí, ellos las han escrito".

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