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Italia también da una lección de cine a España
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más de 100 millones y aumento de los incentivos

Italia también da una lección de cine a España

Aumenta un 21% el dinero destinado a la industria cinematográfica y suben las deducciones fiscales para atraer rodajes. En España las cosas siguen sin cambiar

Foto: Carlos Saura durante el rodaje de 'Zonda' (EFE)
Carlos Saura durante el rodaje de 'Zonda' (EFE)

Fin de año y fin de legislatura del Partido Popular al frente del Gobierno. Toca echar la vista atrás para descubrir que la mayor parte de las medidas solicitadas por la industria del cine no han sido respondidas. Durante cuatro años sólo una (y a última hora) se ha cumplido, la esperada reforma de la Ley del Cine que ya ha entrado en vigor y con la que se espera acabar con el dichoso fraude en las ayudas. Pero por lo demás todo sigue igual. La cantidad dedicada al Fondo de la Cinematografía sigue lejos de esos 100 millones que se establecieron como necesarios para el buen funcionamiento del sector, y los incentivos fiscales se subieron hasta un raquítico 20% para el primer millón que se quedaba en un 18% después.

Todo esto choca al ver el excelente resultado de nuestras películas, que han reconectado con su público y que en 2015 han conseguido una cuota de recaudación del 19%. Muchos quieren ver en este éxito la excusa perfecta para disminuir el apoyo del Estado al cine. "Si funciona sin ayudas, ¿por qué hay que dárselas?", parecen pensar muchos. Pero los productores siguen advirtiendo que mientras no se apueste firmemente por apoyar el cine, se seguirá polarizando entre grandes producciones y películas hechas con cuatro duros y la mitad del equipo sin cobrar.

Como Europa es el espejo en el que nuestros líderes se suelen mirar, sólo hay que coger el ejemplo de Francia, que financia su cine gracias a un porcentaje de cada entrada comprada (es decir, el éxito de 'Star Wars', ayuda a la industria nacional). Pero también otros países se han dado cuenta de la importancia del cine en la industria y están tomando medidas al respecto. La última Italia, que nos ha dado una nueva lección de cómo se cuida el cine desde el Gobierno. Tal como anunciaba 'Variety' hace unos días, el ministro de Cultura, Darío Franceschini, ha subido el presupuesto destinado a la producción de películas (y productos para televisión) un 21% hasta los 140 millones de euros.

Mientras tanto, en España para este año se ha destinado al cine un total de 74,53 millones, de los que 60 son para las ayudas al sector. Pero esa cifra tiene trampa, ya que por primera vez coincidirán en el tiempo las nuevas ayudas establecidas en la reforma de la Ley del Cine con el pago de las anteriores ayudas a la amortización para aquellos filmes estrenados en 2014. Es decir, esos 60 millones son los que se tienen para pagar a dos cursos diferentes.

Italia también se ha dado cuenta de la importancia de unos buenos incentivos fiscales, y por ello otra de las medidas del ministro ha sido aumentarlos a un 25%. Esto viene provocado por los rodajes de grandes producciones de Hollywood como 'Zoolander 2' y el remake de 'Ben Hur', que han repercutido en las arcas de los lugares donde se han llevado a cabo. Aquí da lo mismo que haya venido Ridley Scott o 'Juego de Tronos', los incentivos siguen inamovibles y con un tope de ayuda máximo que aleja a las superproducciones de Hollywood.

En este sentido Puy Oria, productora y responsable de la Asociación Madrileña del Audiovisual, cree que España debería contar "al menos con un 30%", algo parecido a lo que ha establecido Italia, pero lejos de otras cinematografías como la colombiana, que ha sufrido un fuerte 'boom' en los últimos años gracias a las medidas tomadas.

Una de las herramientas fundamentales de la Ley del Cine de Colombia es el ofrecer una exención fiscal muy potente para favorecer la producción de cine. Así lo contaba a este periódico Claudia Triana, la directora del instituto de cine colombiano, Proimágenes, a El Confidencial: “Hay que tratar que compañías que no tengan nada que ver con el cine quieran dar dinero en efectivo a proyectos cinematográficos en cualquier momento, ya sea en guion, preproducción, postproducción o incluso para la promoción. A esas empresas se les devuelve un 40% de lo que aportan en la declaración de la renta”.

Y eso sin haber entrado en otro asunto espinoso, el IVA de las entradas de cine, que aquí sigue en un 21%, el más alto de toda Europa. ¿El de Colombia? Cero, nada. Las entradas a cualquier evento cultural está exento del impuesto. En 2016 toca tomar nota y copiar lo que le funciona a nuestros vecinos.

Fin de año y fin de legislatura del Partido Popular al frente del Gobierno. Toca echar la vista atrás para descubrir que la mayor parte de las medidas solicitadas por la industria del cine no han sido respondidas. Durante cuatro años sólo una (y a última hora) se ha cumplido, la esperada reforma de la Ley del Cine que ya ha entrado en vigor y con la que se espera acabar con el dichoso fraude en las ayudas. Pero por lo demás todo sigue igual. La cantidad dedicada al Fondo de la Cinematografía sigue lejos de esos 100 millones que se establecieron como necesarios para el buen funcionamiento del sector, y los incentivos fiscales se subieron hasta un raquítico 20% para el primer millón que se quedaba en un 18% después.

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