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El Museo Reina Sofía empieza a ver la luz
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prevé cerrar el año con 3,1 millones de visitantes

El Museo Reina Sofía empieza a ver la luz

El museo consolida su situación económica frenando las pérdidas y aumentando el número de visitantes y de ingresos propios, aunque lejos de la situación de independencia de otras instituciones

Foto: El ministro Iñigo Méndez de Vigo y el director del museo, Manuel Borja-Villel, en una visita en septiembre (Efe)
El ministro Iñigo Méndez de Vigo y el director del museo, Manuel Borja-Villel, en una visita en septiembre (Efe)

En 2013 las pérdidas del Museo Reina Sofía superaron el millón de euros. El año pasado, los 320.000 euros negativos y para este año el centro espera cuadrar las cuentas... o, al menos, que si hay pérdidas sean insignificantes, tal y como confirmó el subdirector gerente del museo, Michaux Miranda, a este periódico. Solo con estos datos en la mano su director, Manuel Borja-Villel, ha cambiado el discurso y si a finales de 2014 hablaba de situación insostenible que de proseguir les abocaría incluso a tener que "apagar la luz", ahora el tono es otro a pesar de que quedan muchas cosas por hacer.

Lo cierto es que las cuentas del museo son un balón de oxígeno para el museo. Si en 2012 sumaron alrededor de 3,5 millones de beneficio, su año récord: 2013 con la gran exposición de Dalí, el balance cayó a números rojos. Según las cuentas publicadas por el BOE, las pérdidas fueron de 1,16 millones de euros en parte por el drástico recorte de la subvención del Estado (que pasó de 33,6 millones a 24,5 millones). El balance de 2014, por su parte y también según el BOE, frenó la caída pero seguía en números negativos: menos 320.885 euros. Además, la venta de entradas cayó casi un millón pasando de los 3,94 millones de euros que recaudó el rodillo del genio surrealista a los 3 millones de euros.

Para este año, la situación empieza a estabilizarse aunque el museo aún tiene una gran dependencia de las ayudas públicas que, además de la mengua que han sufrido durante los años de la crisis (en 2008, cuando llegó al museo Borja-Villel, eran de 44,5 millones de euros frente a los 27,2 millones de este año o los 26,8 previstos para 2016), aleja al museo de la independencia económica y la autogestión. Una situación que sí consiguen otras grandes instituciones del país como el Museo del Prado o el Teatro Real, que sustentan la mayor parte de sus gastos gracias a los ingresos propios (representan en torno al 70%).

En el caso del Reina Sofía, la dependencia de las aportaciones estatales supone un 76,3% del presupuesto de 2015 y supondrá un 73,3% el año que viene, según las cifras hechas públicas ayer por su director, a pesar del aumento de los ingresos propios del museo. "La institución es sostenible y empieza a funcionar con ingresos propios", destacó ayer.

La financión que llega por la venta de entradas y el alquiler de espacios u obras ha crecido en menos de medio millón de euros entre 2012 y 2015 (de 8,1 millones de euros, es decir el 19% del presupuesto total, a 8,45 millones este año, el 23% de las cuentas). A pesar de ello, la previsión es que lleguen a los 9,7 millones de euros en 2016, es decir más de 1,3 millones en un único año, para que supongan el 26% de los ingresos del museo.

Aun así, Borja-Villel quiso destacar los ingresos propios incluyendo los pagos en especie y el remanente de tesorería -intacto, puntulizó-. Estas cuentas arrojan que de 2012 a este 2015 prácticamente se han doblado: de 4,6 millones de euros a 9,5 millones este año y con la previsión de alcanzar los 10,14 millones de euros en 2016. En concreto, en este 2015 la venta de entradas y los patrocinios suponen las partidas más importantes (3,4 millones de euros cada una) y los augurios son buenos para el año que viene. "Existe una línea de crecimiento importante que atañe a las concesiones, como la tienda o los restaurantes, y a los alquileres, en la que tenemos una expectativa de un millón" de euros procedente de una exposición sobre Dalí que se organizará en Tokio junto a la Fundación Dalí de Figueras y el Museo Dalí de San Petesburgo.

"La idea es que la crisis no afecte al visitante y se pueda mantener la gratuidad, y que los ingresos propios vengan por otro lado. Es una área en la que podemos crecer bastante", aseguró el director. Para ello, destacó la importancia de las concesiones en el caso del patrocinio y la negociación del nuevo convenio colectivo, que esperan tener listo en dos años y empezar a configurar tras las elecciones, con el que pretenden modernizar la estructura del museo.

El museo recupera al público

Con todo esto y los buenos datos de visitas, Borja-Villel destacó que el museo vive "un momento bastante feliz". El mejor dato que ha destacado de este 2015 es el de visitantes. El Reina Sofia casi ha logrado superar la cifra mítica alcanzada en 2013 con la exposición de Dalí y Borja-Villel espera llegar a esos 3,1 millones de visitantes cuando acabe el año. Frente a los 2,6 millones del año pasado, a día de ayer el museo sumana 3.095.111 visitantes. Eso sí, conseguirán alcanzar esta cifra teniendo en cuenta que la mayor parte son entradas gratuitas procedentes tanto de las visitas vespertinas al Edificio Sabatini como a los palacios de Velázquez y de Cristal.

Esta evolución, destacó el director del museo, se debe a la combinación de grandes exposiciones con otras más nicho. En concreto, este año las exposiciones que han arrastrado más público han sido la del Kunstmuseum Basel y Constnat. "Lo interesante para mí es la posibilidad de combinar exposiciones como las del Kunstmuseum, Constat o Mohamedi, que es una exposición de pequeños públicos, porque entendemos la institución como un servicio público. La idea es que el museo se dirija a toda la gente. El hecho de que aun combinando exposiciones populares con otras que no lo son se haya aumentado los visitantes nos parece especialmente importante", declaró el director.

De todas formas, Borja-Villel criticó la medición puramente cuantitativa de los logros del museo basado en el número de visitantes o la cuenta de resultados del actual sistema neoliberal. "Nuestra condición es el neoliberalismo", aseguró. Por eso, añadió, "necesitamos cambiar de modelo porque esta situación neoliberal es negativa porque priorza la marca. El problema es cuando eso es lo único que se ve".

El Guernica será el gran protagonista de 2017

El director del museo, Manuel Borja-Villel, presentó ayer las principales líneas expositivas del Reina Sofía para el año que viene aunque por encima de todo destacó el anuncio de la gran exposición que en 2017 conmemorará los 80 años de 'El Guernica', de Picasso, y los 25 de su llegada al museo.

La exposición, que se celebrará en primavera de 2017, se centrará en el trabajo del pintor malagueño antes y después de pintar su mítico muralpara el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París de 1937 por encargo del Gobierno de la República.

En colaboración con el Museo Picasso de París, la familia del artista y colecciones privadas, la muestra explorará el trabajo creativo de Picasso y los periplos que vivió 'El Guernica', abordando desde su preparación e influencias hasta el contexto histórico, el exilio de la pieza, su vuelta a España y su importancia en la historia de nuestro país e internacional.

Antes, en 2016 el Reina Sofía seguirá combinando grandes exposiciones con muestras más segmentadas. Entre ellas, destacan la retrospectiva del artista mexicano Ulises Carrión (15 de marzo a 29 de agosto); la primera retrospectiva que se hace en España del suizo Rémy Zaugg (31 de marzo a 28 de agosto); o la dedicada al pintor cubano Wifredo Lam, organizada junto al Centro Pompidou de París y la Tate de Londres (5 de abril a 15 de agosto).

Asimismo, habrá otra gran retrospectiva sobre Marcel Broothaers, realizada junto al MoMA de Nueva York (4 de octubre al 9 de enero de 2017) y en 'Campo Cerrado. El arte español de la posguerra 1939-1953' se abordarán los años cuarenta del arte patrio con obras de Max Aub, Joan Brossa, Dalí, Guitérrez Solana, Tàpies o Jardiel Poncela (26 de abril a 3 de octubre).

De igual modo, el Reina Sofía reorganizará su colección contemporánea para presentar una nueva visión de las obras comprendidas entre los años 2000 y 2015, el 90% de las cuales nunca se han expuesto antes ya que, muchas de ellas, son nuevas adquisiciones. También dedicará una sala a AFAL (Agrupación Fotográfica Almeriense), a partir de la donación hecha por Carlos Pérez Siquier.

En 2013 las pérdidas del Museo Reina Sofía superaron el millón de euros. El año pasado, los 320.000 euros negativos y para este año el centro espera cuadrar las cuentas... o, al menos, que si hay pérdidas sean insignificantes, tal y como confirmó el subdirector gerente del museo, Michaux Miranda, a este periódico. Solo con estos datos en la mano su director, Manuel Borja-Villel, ha cambiado el discurso y si a finales de 2014 hablaba de situación insostenible que de proseguir les abocaría incluso a tener que "apagar la luz", ahora el tono es otro a pesar de que quedan muchas cosas por hacer.

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