El juez investiga si Jaime Botín cometió un delito de contrabando de bienes culturales

La odisea judicial del banquero Jaime Botín a cuenta del cuadro de Picasso 'Cabeza de mujer joven' que intentó sacar de España en agosto de 2004 da un nuevo vuelco. Según han confirmado a este medio fuentes judiciales, el Juzgado de Instrucción número 4 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) está investigando al hermano del fallecido presidente del Santander para decidir si le imputa un delito de contrabando de bienes culturales, "aunque aún no se le ha tomado declaración ni nada por el estilo". Esta investigación sigue a la petición de imputación de la Brigada de Patrimonio de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil a la que el juzgado aún no habría respondido afirmativamente pese a la información publicada esta mañana en El Español.

Se abre así un nuevo frente judicial, esta vez en el ámbito de lo criminal, que se suma a la investigación ya en marcha en la jurisdicción contencioso-administrativa con objeto de decidir el destino final del cuadro.

Jaime Botín, expresidente de Bankinter y principal accionista de la entidad, se echó a la mar con su yate el pasado verano en el puerto de Valencia. En el barco viajaba también el cuadro de Picasso y, pese a que el ministerio de Cultura le prohibió en 2013 sacar la obra de España, la travesía se alargó hasta la isla francesa de Córcega, donde fue interceptado. La Guardia Civil recuperó el Picasso y lo devolvió a España evitando así que Botín lo trasladara hasta Suiza, donde tenía intención de venderlo.

La peripecia de una obra maldita

La peripecia que rodea este cuadro maldito tiene su origen en la petición que realizó el 13 de diciembre de 2012 la firma de subastas Christie's Ibérica a la secretaría de Estado de Cultura española para la exportación definitiva del "Picasso" a Londres en nombre de Botín, "dueño de pleno de dominio" de la pintura. Pocos días después, la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español acordó denegar la autorización al "no existir una obra semejante en el territorio español", ya que se trataba de "una de las pocas realizadas por su autor dentro del denominado periodo Gósol".

La Junta encargó entonces a una de sus vocales, la conservadora jefe de Pintura y Dibujo 1881-1939 del Museo Reina Sofía, un informe sobre la pieza, en el que destacó su "excepcional importancia". Además, ponía de manifiesto que el hermano del fallecido Emilio Botín la adquirió en enero de 1977, procedente de la Marlborough Fine Art de Londres con destino a su colección particular en España.

El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas de España denegó no solo el permiso, sino que emplazó a la autoridad competente a que la declarara obra Bien de Interés Cultural. Cuando se le notificó la decisión, Botín comunicó al Ministerio que la solicitud de la casa de subastas contenía "varios errores", puesto que la obra ni se encontraba en territorio español ni era de su "propiedad directa", sino de la sociedad panameña -de la que es accionista mayoritario- Euroshipping Charter Company, por lo que reclamó que no se tuviera por presentada la petición de Christies's. De hecho, fue esa sociedad la que interpuso el recurso contra la resolución del departamento de Cultura que desestimó el pasado mes de mayo la Audiencia Nacional.

Las autoridades españolas, competentes

En su fallo, los magistrados aclaran que la ubicación del cuadro en España en la fecha de la solicitud de exportación determina la competencia de las autoridades culturales españolas, tanto por las normas protectoras del Patrimonio histórico-artístico como por el Convenio de Montego Bay de Derecho del Mar, de 1982. Según el citado convenio, "la existencia de un buque en un puerto español, salvo que se trate de naves militares, le hace someterse a las normas del Estado ribereño", en este caso a las españolas, afirma la sentencia de la Audiencia Nacional que fue recurrida ante el Tribunal Supremo, donde ahora se encuentra el caso.

A pesar de las medidas cautelares impuestas por la Audiencia Nacional que imposibilitan la salida del cuadro de las fronteras españolas, se perdió la pista del barco que se encontraba fondeado en Valencia. Desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte se solicitó a la UCO que investigara la ubicación del buque. Estas investigaciones llevaron a su localización en Córcega, lo que demuestra que se saltaron las medidas cautelares impuestas por la Audiencia Nacional por lo que podría considerarse tráfico ilícito de bienes.

En el caso de que haya un fallo que determine que se ha cometido ese delito, la obra de Picasso pasaría a ser de titularidad del Estado Español.

La custodia temporal de 'Cabeza de mujer joven', ​un óleo sobre lienzo valorado en 26.200.000 euros, la detenta en estos momentos el Museo Reina Sofía.