Enrique Gato: "El sistema de incentivos no está pensado para la animación"

El 31 de agosto de 2012 el cine español conoció a un personaje único en su historia. Se llamaba Tadeo Jones. Un explorador torpe, parodia del mítico aventurero de Harrison Ford, que protagonizaba su primera película. Tadeo Jones no concedió entrevistas, ni posó para las cámaras, tampoco puso ninguna exigencia en el rodaje ni se comportó como un divo, porque Tadeo Jones era un dibujo animado. Hasta entonces nuestra industria era ajena al cine de animación, sólo excepciones como Planet 51, que consiguió 11,6 millones de euros en nuestro país, habían funcionado con el público. Además, hacer este tipo de cine es caro si se quiere competir de tú a tú con las grandes empresas mundiales. Pero Tadeo pudo con todos, empezando con un IVA cultural al 21% que entraba en vigor el mismo fin de semana de su estreno. Resultado: más de 18 millones de euros sólo en España y una franquicia entre manos.

Por si fuera poco los Goya le recompensaron con cinco nominaciones, de las que se llevó tres, Mejor película de animación, Mejor guion adaptado y Mejor director novel. Un botín desconocido para un filme de 'dibujos animados'. La mente detrás de este fenómeno se llama Enrique Gato, y antes del salto al largometraje había dado a Tadeo Jones dos cortometrajes con los que también se había llevado el cabezón a casa.

Tras demostrar que el cine de animación español es rentable y posible Gato se enfrentaba a su segunda película, un reto que se ha tomado sin presión. Sólo ahora de cara al estreno y a enfrentar su obra con el público sufre unos nervios que no surgieron durante el proceso. “La presión estaba con Tadeo Jones, que era donde teníamos que demostrar todo. Nadie sabía quiénes éramos ni qué iba a salir de ahí. Ahora con Atrapa la bandera ya nos conocen y ha sido incluso más fácil, porque tenías la seguridad de hacer cosas sin que fuera la primera vez”, cuenta el director a El Confidencial.

Para el director no hay duda de que España vive “el mejor momento de la animación de su historia”, algo que considera de vital importancia para que se empiecen a financiar y coproducir proyectos de mayor envergadura que puedan estrenarse en todo el mundo y, sobre todo, para evitar la fuga de cerebros de nuestros profesionales. Por primera vez “se está asentando la industria”. “Ahora podemos enlazar proyectos y no pegar un tiro y que todo se haya terminado”, añade Gato.

La presión estaba con 'Tadeo Jones', que era donde teníamos que demostrar todo. Nadie sabía quiénes éramos ni qué iba a salir de ahí

No todo va a mejor. Los incentivos fiscales siguen estancados en el 20% para el primer millón y al 18% para los siguientes, y si estas cifras son bajas hay que sumar la dificultad de las películas de animación para acceder a ellas, ya que su tiempo de producción suele ser superior a un año, por lo que el cobro de la deducción se alarga en el tiempo, además de pertenecer muchas veces a dos periodos impositivos diferentes, complicando las gestiones. Enrique Gato confirma que esta es una de las principales reivindicaciones del sector.

“Todo el sistema de incentivos y financiación está pensado para la ficción, nuestros tiempos de producción dan mucho miedo y no están adaptados. Estamos muy lejos de los países que ya tienen unos soportes mucho más trabajados y porcentajes más altos para ayudas del tipo que sea, esto es una reclamación constante, igualarnos al resto de países para atraer industria y generar puestos de trabajo”, zanja.

Taquillazos a precio de saldo

La animación española empieza a parir películas de una gran factura técnica con ganas de comerse la taquilla, pero ¿se puede competir contra las todopoderosas Pixar o Dreamworks y sus estrenos de más de 100 millones de presupuesto con la décima parte de dinero invertido? Para Enrique Gato sí que se puede, y cree que esos presupuestos reducidos están siendo tanto un inconveniente como un atractivo: “Siempre decimos que hacemos milagros con nuestros presupuestos, porque conseguimos que en una sala de cine nadie note si es el 10% del de una película americana. Estamos a la misma altura, aunque muy lejos de cara a la financiación, y eso está haciendo que mucha gente de EEUU diga: 'Ostras, lo que están haciendo en España con un presupuesto ridículo'. Eso está abriendo relaciones y vías de mercado con ellos que antes eran desconocidas”, explica.

En los últimos años el cine de animación que llega a las salas se ha multiplicado, y películas de diferentes nacionalidades se estrenan casi todas las semanas, pero Enrique Gato no cree que haya “una sobresaturación”, es más, cree que estamos “lejos del número de películas de animación que se pueden estrenar cada año”.

Estamos a la misma altura técnica que Pixar y Dreamworks, aunque muy lejos de cara a la financiación

Para el director este fenómeno responde a algo tan simple como que los productores se han dado cuenta de que es un cine que triunfa en taquilla y todos quieren participar, en su caso han sido Telecinco Cinema y Telefónica Studios los socios en el camino (junto al estudio Lightbox), con una ayuda de excepción, la de Paramount, con la que se ha llegado a un acuerdo de distribución que les asegura el estreno de Atrapa la bandera en todo el mundo. Es la primera vez que una película española consigue algo así.

También en EEUU se podrá ver la nueva película de Enrique Gato. Allí se sentirán como en casa con una historia que habla de la carrera espacial y que desarrolla allí toda su trama. Así que puede que en España no se superen los 18 millones de Tadeo Jones, pero en todo el mundo Atrapa la bandera tiene una prometedora carrera por delante.