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'Sharknado 3', la peor película de la historia
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'Sharknado 3', la peor película de la historia

La tercera parte de la saga fenómeno llega a las televisiones con el objetivo de reventar las redes sociales mundiales con su desvarío fílmico. Lo logrará. Es un hito de la serie B gamberra

Foto: Ian Ziering en 'Sharknado 3'
Ian Ziering en 'Sharknado 3'

Orson Welles combinó en Ciudadano Kane diversas formas cinematográficas con la intención de crear un nuevo estilo de producción. En otras palabras: quería rodar una película que pasara a la historia del cine. Cada plano de Ciudadano Kane deja ver los intentos de Wells por crear una obra maestra.

No debe ser fácil filmar una película bajo tal presión creativa. No obstante, hay algo mucho más complicado que rodar la mejor película de todos los tiempos: rodar la peor película de todos los tiempos. Piénsenlo. Si las joyas del séptimo arte se cuentan por centenares, los bodrios se cuentan por centenares de miles…

En ese sentido, el estreno de Sharknado 3 –el miércoles en EEUU y el jueves a las 21:30 en España en el canal SyFy– sería el evento cinematográfico más titánico del año: se trata de superar los niveles de irrisión y descerebramiento B de las dos primeras partes de la saga.

El objetivo de los creadores del nuevo Sharknado no es otro que perpetrar la peor película de todos los tiempos... desde la más gamberra de las autoconsciencias (he aquí, por cierto, una de las claves del fenómeno Sharknado).

Los reyes del mambo

Flashback: Asylum es un estudio independiente estadounidense dedicado a la producción de películas de serie B y Z. Carne picada para frikis de videoclub. Asylum era hasta hace poco el rey de los mockbusters, género de bajo presupuesto basado en el sampleo punk de taquillazos de Hollywood, de Pacific Rim a Atlantic Rim, de El código Da Vinci a El tesoro Da Vinci, siempre en el límite de la piratería cultural.

"Yo no quiero engañar a nadie. Sólo estoy tratando de que mis películas tengan más público. Otros hacen adaptaciones todo el tiempo, sólo que son más sutiles que nosotros. Cualquier estudio podría hacer una película de robots gigantes parecida a Transformers y llamarla Robot Wars, mientras que nosotros la llamamos Transmorphers", ha explicado David Michael Latt, fundador de Asylum.

Ocurre que Asylum estrenó hace dos años Sharknado (2013), la escalofriante historia de un ciclón de escualos homicidas dispuestos a acabar con los Estados Unidos de América porque sí.

Sharknado llevó las copias cutres de películas de catástrofes a una nueva dimensión… cómica. Su estreno televisivo se convirtió en un fenómeno planetario en redes sociales –todo el mundo quería tuitear alguna parida sobre la tormenta de tiburones– y aquello se salió de madre: Asylum iba a pasar pronto de copiar a Hollywood a copiarse así mismo. De la parodia a la autoparodia.

El reto de Sharknado 3 era doblemente mayúsculo: hacer el peor bodrio de todos los tiempos y, al mismo tiempo, la película más desternillante del año. Que los espectadores se rían de lo mala que es, vaya. La peor película y la mejor comedia. El más difícil todavía. ¿Quién da más?

La misión, por tanto, era homérica. Los blockbusters de acción hollywoodiense han llegado a tal nivel de desparrame que no es sencillo parodiarlos redoblando la absurdez. Los grados de humor involuntario de algunos hits de Hollywood son tan altos que resulta complejo superarlos vía humor consciente. Pero cuando todo parecía perdido... apareció Sharknado 3.

¿Han logrado los creadores del filme su objetivo? ¿Es tan risible Sharknado 3? ¿Estamos ante la peor película de la historia?

El reto de 'Sharknado 3' era doblemente mayúsculo: perpetrar el peor bodrio de todos los tiempos y, al mismo tiempo, la película más desternillante del año

Dice The New York TimesThe New York Times, sí, que el fenómeno Sharknado es más serio de lo que parece– que la nueva película de la saga ha logrado la proeza de ir más allá:

“Muchos espectadores del Sharknado original pensaban que su clímax, la escena más grande de la historia de la serie B televisiva, no podía ser superado. Pues estaban equivocados. Pero no se preocupen: el final de Sharknado 3 no romperá internet, porque dejará a todo el mundo sin palabras… Sharknado 3 ha redoblado sus esfuerzos para llevar lo absurdo a niveles hilarantes”.

Pues bien: el plumilla del New York Times se queda muy corto... No contentos con arrasar la Casa Blanca con una tormenta de tiburones al principio del filme –con el Presidente del Mundo Libre ametrallando escualos como si no hubiera un mañana– los creadores de Sharknado 3 reservan lo mejor para la traca final: una astracanada espacial capaz de matar de risa a un pastor luterano que lleve sin sonreír desde 1971. En serio, no hay quien se resista, es un hito del delirio.

¿No ha llegado la hora de que Hollywood ruede una versión de 200 millones de euros de Sharknado como homenaje a la impagable labor pedagógica/cómica/lúdica de Asylum? Sería el broche de oro a la madre de todos los bucles culturales.

Háganse un favor, amigos, pongan un escualo homicida en sus vidas, y sabrán lo que es la acidez mental aguda sin necesidad de tomarse un tripi. De nada.

Orson Welles combinó en Ciudadano Kane diversas formas cinematográficas con la intención de crear un nuevo estilo de producción. En otras palabras: quería rodar una película que pasara a la historia del cine. Cada plano de Ciudadano Kane deja ver los intentos de Wells por crear una obra maestra.

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