Peter Bogdanovich: “Ahora sólo se hacen comedias facilonas”

A los chavales que han crecido con la saga de Torrente, la de Scary Movie y las películas de los Farrelly ni se les ocurra preguntarles qué es una screwball comedy, ni un slapstick… ni por supuesto quién es Peter Bogdanovich. El director, de 75 años, fue una de las figuras clave de eso que se denominó 'El nuevo Hollywood'. Esa tanda de directores entre los que se encontraban Martin Scorsese, Francis Ford Coppola y George Lucas y que terminaron de rematar al Hollywood clásico.

Adios a los géneros y bienvenida la modernidad, los temas se hicieron más complejos y oscuros, y el sistema de estudios y el star system fueron cayendo poco a poco. En esos años (finales de los 60 y década de los 70) Bogdanovich ganó popularidad y mucho prestigio crítico gracias a filmes como ¿Qué me pasa doctor?, La última película (por la que fue nominado al Oscar como guionista y director) y Luna de Papel.

Pero en Hollywood el éxito pronto desaparece, y Bogdanovich vio cómo, tras dos fracasos (Una señorita rebelde y Por fin, el gran amor), la industria le dio la espalda. De director estrella a olvidado en menos de diez años. Desde entonces ha intentado volver a la palestra con películas menores, hasta que en 2001 se le perdió la pista. Más centrado en sus libros de conversaciones con grandes directores como Orson Welles (antes que realizador fue crítico) Bogdanovich no se había puesto tras la cámara desde El maullido del gato (excepto para un capítulo de Los soprano y un par de documentales) hasta que en el Festival de Venecia del año pasado llegó Lío en Broadway (She's funny that way), su nuevo intento por volver a la industria y por recuperar un estilo de cine olvidado, que se estrena en España este viernes.

A pesar de su ausencia Bogdanovich se encarga en repetir que durante este tiempo no ha parado, casi como justificando que no haya estrenado una película en tantos años. Libros, documentales, guiones desarrollados, decenas de cameos en series y películas… y entre tanto Lío en Broadway, un filme que ya intentó levantar hace más de una década. “Íbamos a rodar esta historia en 2001 con John Ritter, pero murió y tuvimos que poner el proyecto en un saco hasta ahora”, cuenta Bogdanovich a El Confidencial. Para producir la película ha tenido que venir un director de culto, Wes Anderson, y un equipo de actores en los que Bogdanovich confiara para resucitar el guion: Owen Wilson, Jennifer Anniston, Imogen Poots y Will Forte entre otros.

Tras casi 50 años de carrera reconoce que la industria ha cambiado mucho y que ahora uno acaba un proyecto sin saber si va a poder comenzar el siguiente. “Es muy difícil hacer una película, cada una es como si comenzaras de nuevo, no hay continuidad. Es como si siempre hiciera mi primera película, un quebradero de cabeza. No viví el sistema de estudios de Hollywood, pero ojalá existiera algo parecido y que cada uno tuviera su equipo listo para rodar”, explica Peter Bogdanovich recordando días mejores aunque también es consciente de que Hollywood apuesta por un cine muy diferente al que él hace: “Ahora las productoras no están interesadas en buenas películas, sino en dibujos animados, superhéroes y efectos especiales”.

Reivindicando los clásicos

Lío en Broadway es el regreso de Peter Bogdanovich a lo que mejor sabe, la comedia clásica, un género que quiere reivindicar, por lo que niega tajantemente que su película sea sólo un homenaje sino que es un “intento de hacer que la gente se ría con un tipo de comedia que ya no tenemos. Ahora sólo se hacen comedias facilonas”, critica el realizador.

Pero no cree que el espectador haya cambiado o que el sentido del humor del público haya evolucionado, sino que simplemente los estudios no les están dando la posibilidad de disfrutar con el género. “Lo que ha cambiado es la forma de hacer películas, pero no el sentido del humor. Cuando hemos proyectado la película la gente se ha reído a carcajadas, por lo que confío en que hay un público que quiere este tipo de comedias, que demuestre que pueden ser hechas”, añade mientras alaba a Buster Keaton y a Laurel y Hardy.

'Es muy difícil hacer una película, no hay continuidad. Es como si siempre hiciera mi primera película, un quebradero de cabeza'

Y es que por mucho 'Nuevo Hollywood' que representara Bogdanovich ha mamado de los clásicos, aquellos a los que entrevistó y de los que se hizo amigo durante años de entrevistas como periodista y crítico de cine. Célebres (y publicadas) son sus conversaciones con Orson Welles, pero otros muchos maestros como John Ford o Alfred Hitchcock pasaron por su diván.

De cada uno de ellos se llevóun buen consejo, de Ford a “aguantar el plano cuando los actores eran buenos” y de Welles el “cortar en movimiento para que la audiencia no lo notara” o “que toda actuación es mejor en blanco y negro”, cuenta el director a este medio.

Aunque parezca que todo tiempo pasado fue mejor, Bogdanovich tiene claro que el cine nunca morirá, ya que para “poder disfrutar de una película hay que verla en una sala a oscuras, eso no puede desaparecer”. Para el director no importa el auge del video on demand o de internet, la forma tradicional permanecerá, eso no significa que no le interese dirigir para otros medios, como ya hizo con el episodio de Los Soprano, de hecho se encuentra preparando una serie para televisión. Eso será después de su nueva película que espera comenzar a rodar en primavera. ¿El género? Qúe va a ser, una comedia, aunque esta vez con “toques de dramay con fantasmas pero muy conmovedor”.