El infierno del emprendedor: mucho trabajo y poco sexo

Jorge Moruno (Madrid, 1982), sociólogo y miembro del Consejo Ciudadano de Podemos, expone la estrategia de su primer libro: "Tengo mucho respeto por el trabajo filosófico duro y abstracto, que es algo necesario, pero creo que muchos de los conflictos que tenemos encima se explican mejor con ejemplos de la vida cotidiana, desde series como Los Simpson hasta películas como Trabajo Basura o las viñetas de El Roto. La película Up In The Air, protagonizada por George Clooney, muestra los cambios del mercado laboral de manera más clara que muchos ensayos sesudos". De ese enfoque sale La fábrica del emprendedor: trabajo y política en la empresa-mundo(Akal), un mapa de las barricadas en la oficina y fuera de ella.

Abundan los ejemplos del sector cultural. Uno de los mejores tiene que ver con los empleados de las tiendas FNAC. "A la hora de contratar, exigen a los candidatos conocimientos que nadie les paga, pero que son imprescindibles, por ejemplo estar al día de las revistas culturales, los conciertos y festivales, si vas a trabajar en la sección de música. El problema es que esos saberes no puedes adquirirlos ni desarrollarlos con el salario que te ofrecen y el horario que te imponen. Exigen una experiencia por la que no te pagan", apunta. Algo parecido ocurre con el exilio masivo de licenciados universitarios después del crash económico de 2008. "En Alemania y otros países del norte deben de estar encantados de recibir a tanto joven licenciado español. Nuestro país ha pagado su formación y ellos recogen los beneficios económicos", señala.

'En Alemania deben estar encantados de recibir a tanto joven licenciado español. España ha pagado su formación y ellos recogen los beneficios económicos'

Moruno no ha pasado su vida encerrado en la universidad, sino que ha padecido en carne propia el mercado laboral español. En el texto comparte sus experiencias como precario en el Teatro del Liceo o el Bus Turístico de Barcelona. "Allí aprendí a trabajar lo menos posible. No por vagancia, sino para aprovechar el tiempo para leer. Me di cuenta de que cuando haces bien tu trabajo tardas mucho menos en despacharlo. Por ejemplo, si un turista te hace una pregunta y se la sabes responder de modo satisfactorio es menos probable que haya repregunta", recuerda.

Su paso por la ciudad condal le hizo ver claro que la industria turística aprovecha los saberes populares para hacer caja. "Barcelona vende fiesta y estilo de vida. Son recursos forjados por la ciudadanía que la industria rentabliza sin devolver nada. Uno de los hoteles emblemáticos es el Barceló Raval, que promete sumergirte en un ambiente multicultural, pero sin renunciar a la máxima comodidad", apunta. Como vivir en el barrio, pero sin vivir en él.

'Barcelona vende fiesta y estilo de vida. Son recursos forjados por la ciudadanía que la industria rentabliza sin devolver nada'

¿Quién ganó en Mayo del 68?

Como telón de fondo, una tesis inquietante: la patronal es quien mejor ha sabido aprovechar las protestas de Mayo del 68. "Fuimos nosotros, los críticos con el capitalismo actual, quienes pedimos más flexibilidad. Dijimos que nos aburría la fábrica y que queríamos trabajos más creativos. El problema es que las empresas supieron desviar todas nuestras aspiraciones hacia sus fines para utilizarlas en nuestra contra. La figura del emprendedor es la forma que tiene el neoliberalismo de articular las demandas de los jóvenes proletarios de los años sesenta y setenta. En realidad, ha sido una derrota", señala.

'Fuimos nosotros, los críticos con el capitalismo actual, quienes pedimos más flexibilidad'

¿Cómo se traduce eso en el terreno práctico? "Basta ver las campañas de Blackberry que dicen que 'Allí dónde estés, está tu oficina'. Antes teníamos delimitado el tiempo de trabajo, ahora las empresas dominan nuestra vida. Se ve muy claro en las industrias creativas. Uno ya no sale del trabajo. No hay un afuera que te pertenezca. Llevamos siempre al jefe o al cliente en el bolsillo". ¿Un ejemplo contundente? La entrada de smartphones, tabletas y laptops en nuestras casas, incluso en nuestros dormitorios. En 2013, la revista científica The Lancet publicó un estudio sobre actitudes y estilos de vida sexuales. Entre 1991 y 2001, la frecuencia de las relaciones había bajado en Inglaterra desde una media de cinco mensuales hasta solamente tres. Es una consecuencia directa de llevarnos el trabajo a casa. Cuando te das de alta en autónomos, para dedicarte al diseño, el periodismo o los guiones, alguien debería advertirte que lo más probable es que vayas a copular bastante menos.

Alternativas sociales

¿Qué soluciones tenemos a mano? Ampliar los derechos sociales, con mecanismos como la Renta Básica Universal. "El otro día Esperanza Aguirre decía que el paro se ha convertido en una subvención cada dos años. También lo dice la CEOE. A mí me parecería estupendo. Lo ideal sería tener tiempo libre, desconectado de la urgencia de acceder a los medios de supervivencia. No hace falta tener a una cajera trabajando cincuenta horas a la semana. Es mejor que haga quince o veinte y dejarle espacio para sus proyectos. Quizá en ese tiempo liberado se le ocurra alguna idea o proyecto que pueda beneficiarnos a todos. Justo ahora se abre la posibilidad de otra forma de pensar la vida y el trabajo", propone.