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“La culpa de todo la tiene Meg Ryan”, el cine contra los tópicos machistas
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'en tierra de hombres', un libro por la igualdad

“La culpa de todo la tiene Meg Ryan”, el cine contra los tópicos machistas

La periodista Belén Ester Casas repasa el tratamiento dado a la mujer en el cine contemporáneo y el maltrato sufrido en géneros como la comedia romántica o la acción

Foto: Meg Ryan en 'Cuando Harry encontró a Sally'
Meg Ryan en 'Cuando Harry encontró a Sally'

A Hollywood no le gustan las mujeres. Les paga menos, no les da oportunidades como directoras, pero tampoco como protagonistas de sus títulos. Todavía resonaba el discurso reivindicativo de Patricia Arquette en los Oscar pidiendo igualdad salarial cuando un estudio del Centro de Estudios para la Mujer en el Cine y la Televisión de la Universidad de San Diego revelaba que sólo el 12% de los papeles más importantes de los 100 títulos más taquilleros del año fueron protagonizados por mujeres. Una cifra que significaba un descenso del 3% respecto al año anterior y de 4 puntos respecto a 2002.

Por si esto fuera poco, esa sensación de machismo aumenta cuando al leer el informe se descubre que los personajes femeinos suelen ir asociados a aspectos de su vida personal (ser madre, ser soltera) mientras que los masculinos son vinculados a su labor profesional. El cine es tierra de hombres. Ese es precisamente el título elegido por la periodista y crítica de cine Belén Ester Casas para su libro, en el que realiza un recorrido sobre el trato dado a la mujer y al feminismo en el cine contemporáneo.

Tras estar condenada a ser la madre y esposa, o como mucho la femme fatale del cine negro, la mujer del cine de hoy ha visto cómo el séptimo arte oscila entre el tratamiento moderno, contemporáneo y equitativo de su figura, y el machismo imperante en el cine de acción o la comedia romántica de los años 90, que extendieron la tesis de que una mujer sólo puede ser feliz cuando encuentra el amor de su vida.

Para su autora el mundo del cine “sigue siendo tierra de hombres”. “Desde la dirección, a la crítica de cine, que está fagocitada por hombres, pasando por los sueldos. El único género donde las mujeres tienen un sueldo más alto que los hombres es en la pornografía, así que algo está pasando. Es alarmante”, explica Belén Ester Casas a El Confidencial.

El cine y los movimientos feministas nacen casi a la vez, por lo que cada conquista de las mujeres iba siendo absorbida por el séptimo arte, tal como sostiene la autora en su libro. Ahora la presencia de la mujer en un abanico amplio de personajes es habitual, aunque sigue siendo raro que las grandes producciones apuesten por mujeres como protagonistas, y suelen reservarlas como secundarias. “El cine es un reflejo de lo que ocurre, y es que las mujeres seguimos, por desgracia, protagonizando muy pocas cosas. Las Ana Patricia Botín y las Ángela Merkel son minorías en sus sectores”, comenta Belén Ester Casas, aunque asegura ser optimista sobre su futuro.

'El cine es un reflejo de lo que ocurre, y es que las mujeres seguimos protagonizando muy pocas cosas. Las Ana Patricia Botín y las Ángela Merkel son minorías en sus sectores'

Para ello se muestra en contra del sistema de cuotas, que hace que las minorías tengan que tener una presencia establecida para contentar a la audiencia. “Que el porcentaje de mujeres sea tan pequeño demuestra que la industria no tiene considerada a la mujer como un público en sí mismo”, censura la periodista y escritora.

También es capaz de entonar el mea culpa y decir sin pelos en la lengua que muchas veces las propias mujeres son las primeras en fomentar que sean tratadas como mujeres florero. “Desde el momento en el que en los medios femeinos se habla más de la alfombra roja de Cannes que de las películas que se presentan, alimentamos una máquina que se fija en el florero que puede llegar a ser una mujer. Y a mí, como mujer, me parece que favorecemos un tipo de mujer alejada del día a día”, explica la autora.

Contra Disney y el cine de acción

En tierra de hombres (Ediciones Encuentro) deja claro que actualmente los personajes femeninos son mucho más variados, pero también que se han vivido momentos en los que esta pluralidad se vio en peligro. Como con el auge de la comedia romántica en los años 90, con el fenómeno de Pretty Woman a la cabeza y todos los subproductos que surgieron tras ella.

Belén Ester Casas cree que estas películas han contribuido poco a la normalización de la mujer en el cine, y que presentan una lectura demasiado complaciente en la que la mujer tiene que ser redmida y salvada gracias al amor. “Reniego de la comedia romántica, desde George Cukor todas han sido una mierda. Para empezar la comedia clásica no era romántica, era comedia y punto. Aparece como género en los 80, y hay cosas muy buenas, como Cuando Harry encontró a Sally, pero a raíz de los años 90 y de la pobre Meg Ryan, que para mi gusto tiene la culpa de todo”, cuenta Casas.

Por ello agradece la aparición de nuevas comedias que obvian el elemento romántico, porque “las mujeres ya no queremos historias de amor y princesas”. “Hemos encontrado un espacio propio que requiere narraciones e historias”, añade. No es este el único género cuyo tratamiento de la mujer disgusta a la periodista, que cree que Disney está haciendo mucho daño a las niñas, que quieren ser “princesitas”. “Ella piensa que las mujeres o limpiamos o somos princesas, porque son los mensajes que recibe, es alarmante. Su mundo está muy limitado”, critica Belén Ester Casas.

Igual pasa con el cine de acción, que siempre está “protagonizado por mujeres muy sexualizadas con unos atributos físicos explotados para atraer al público masculino”. “Eso debería estar superado ya, o al menos que fueran menos cínicos. Que se atrevan a decir que cogen a Angelina Jolie porque está buenísima, porque las feministas se le van a echar encima. La industria es muy cínica, lo hacemos, pero no lo decimos. Esto es muy propio de la doble moral americana”, dice la autora.

'Las niñas piensan que las mujeres o limpiamos o somos princesas, porque son los mensajes que recibe, es alarmante. Su mundo está muy limitado'

Pero no todo es negativo, también existen acercamientos positivos a la figura de la mujer, incluso alguno que la autora considera sorprendente. Como Gravity, que opta por dar el protagonismo a una Sandra Bullock afeada y sin maquillar por encima de George Clooney, una estrella más atractiva para la taquilla. “Una vez ves la película te das cuenta de que la historia de supervivencia de este personaje se basa en que tiene que redimirse de la pérdida de su hija. Sólo podía protagonizarla una mujer, es una historia visceral, que nace de las tripas de una mujer. Es una película muy femenina”, opina Belén Ester Casas sobre el filme de Alfonso Cuarón.

También valora positivamente el cine español, que trata a la mujer de una forma más abierta y moderna que Hollywood, que sigue vendida a los criterios económicos de cada título, y que sigue relegando a la mujer a un segundo plano.

A Hollywood no le gustan las mujeres. Les paga menos, no les da oportunidades como directoras, pero tampoco como protagonistas de sus títulos. Todavía resonaba el discurso reivindicativo de Patricia Arquette en los Oscar pidiendo igualdad salarial cuando un estudio del Centro de Estudios para la Mujer en el Cine y la Televisión de la Universidad de San Diego revelaba que sólo el 12% de los papeles más importantes de los 100 títulos más taquilleros del año fueron protagonizados por mujeres. Una cifra que significaba un descenso del 3% respecto al año anterior y de 4 puntos respecto a 2002.

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