El Instituto Cervantes vuelve a apartar a las mujeres: sólo 2 de los 12 nuevos directores

De nada sirvió el tirón de orejas que el Tribunal de Cuentas dio al Instituto Cervantes por su falta de promoción de la igualdad. La institución ha vuelto a apartar a las mujeres de sus puestos de responsabilidad. De los 12 nuevos directores que han sido aprobados por su consejo de administración para sus centros internacionales, sólo dos son mujeres.

Se trata de Rosa Sánchez-Cascado Nogales (Madrid, 1964), hasta hoy directora en Budapest, que será la máxima responsable de Brasilia, y de Dolores López Enamorado (Llerena, Badajoz, 1963),que pasa a dirigir el Cervantes de Tetuán.

El resto de directores elegidos son Julio Martínez Mesanza (Madrid, 1955), director Académico del Instituto Cervantes, que se encargará del centro de Estocolmo. El subdirector Académico, Richard Bueno Hudson (Leicester, Reino Unido, 1963), que será el director de Dublín. Carlos Ortega Bayón (Valladolid, 1956), deja Bremen para dirigir la sede de Viena, mientras que a la ciudad alemana se trasladará Ignacio Martínez Castignani (Barcelona, 1972).

Pedro Eusebio Cuesta (Mondéjar, Guadalajara, 1964), será el responsable de Hamburgo;Iñaki Abad Leguina (Bilbao, 1963), de Budapest;Francisco Oda Ángel (La Línea de la Concepción, 1970), de Mánchester-Leeds; Joan Álvarez Valencia (Mislata, Valencia 1953), dirigirá Casablanca;Juan Manuel Casado Ramos (Antequera, Málaga, 1955), se encargará de Beirut y Javier Ruiz Sierra (Peñarroya, Córdoba, 1951), se trasladará a Belo Horizonte.

Con estos nombramientos se continúa la línea discriminatoriaque ha caracterizado al Instituto Cervantesy que incluso reconoció su director, Víctor García de la Concha, cuando aseguró que era “un déficit que tenemos, pero que es heredado” y que haría todo lo que estuviera en su mano para corregirlo. Aunque también aclaró que la selección de cargos responde al Secretario General, Rafael Rodríguez-Ponga, y no a él. En esta oportunidad para remendar la situación han vuelto a apostar por hombres en puestos de responsabilidad.

El Tribunal de Cuentas dejó claro que en la institución “se pone de manifiesto una desproporción en la distribución por sexos en puestos de dirección, especialmente en los centros"

Y es que el Tribunal de Cuentas dejó claro que en su observación que en la institución “se pone de manifiesto una desproporción en la distribución por sexos en puestos de dirección, especialmente en los centros”. Según el informe la institución “no estableció condiciones especiales de ejecución con el fin de promover la igualdad entre mujeres y hombres en el mercado de trabajo” y tampoco adoptaron “medidas tendentes a promover la igualdad efectiva”.

Los datos aportados describían una institución en la que a las mujeres se les prefiere en las áreas de secretariado, y en la que la presencia femenina en los centros repartidos por todo el mundo mantiene una tónica machista (de 56 directores, 38 son hombres y 18 mujeres) que con estos nuevos mandamientos se perpetúa.