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Antonio Machado se pasa a Twitter
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la poeta elena medel recupera su obra

Antonio Machado se pasa a Twitter

Este libro es una invitación personal a entrar en el mundo machadiano, que traza en su vida y en su obra un “concepto hermoso: el de ciudadano”. Muy apropiado para estos días

Foto: Antonio Machado retratado por Alfonso Sánchez Portela. (Museo Reina Sofía)
Antonio Machado retratado por Alfonso Sánchez Portela. (Museo Reina Sofía)

Acompáñelo del hashtag oportuno y láncelos: “Late, corazón… No todo/ se lo ha tragado la tierra”. “Bueno es saber que los vasos/ nos sirven para beber; / lo malo es que no sabemos/ para qué sirve la sed”. “No duermo por no soñar”. “Si me tengo que morir/ poco me importa aprender./ Y si no puedo saber,/ poco me importa vivir”. Que Elena Medel (Córdoba, 1985) cierre el libro en el que explica Cómo vivir con Antonio Machado (Ariel) proponiendo que corran los versos del poeta sevillano por las redes sociales es un guiño a la vigencia del autor de Campos de Castilla.

El encargo al que la poeta ha respondido con sus lecturas de Machado es el primer capítulo de una colección que pretende acercarnos los clásicos. En este caso la responsable es la directora de la revista Eñe y autora de Mi primer bikini (2002) o Chatterton (XXVI Premio Loewe a la Creación Joven, 2014), entre otros poemarios. La cita que abre el volumen que destripa los intereses poéticos y vitales de Machado (memoria, sueños, soledad, fe, felicidad, familia, amor, feminismo, dinero, compromiso, ciudadanía) es de Milan Kundera, en Un encuentro: “Cuando un artista habla de otro, siempre habla (mediante carambolas y rodeos) de sí mismo”.

'La escritura le sirve, a él sí, como ancla y como timón y como remos. La escritura le borra los temores. Con la poesía grita más alto, más claro'

Eso es este libro, una invitación personal a entrar en el mundo machadiano, que traza en su vida y en su obra un “concepto hermoso: el de ciudadano”. Medel ha rescatado al Machado más allá del compromiso político. “Era un inconformista”, cuenta a este periódico para evitar la pregunta de marras con las elecciones municipales y autonómicas a la vuelta. “No creo que se hubiera identificado con un partido político hoy”. Quién se atreve a apropiarse de su poesía. En sus versos aparece la actitud cívica de formar y formar parte de la sociedad en la que se convive.

“La poesía de Antonio Machado se lee como la de un ciudadano orgulloso de sus pertenencias y de sus correspondencias: responsable ante su época y también responsable ante quienes la viven con él”, explica Medel. El futuro, lo que seremos, nos exige acción, que nadie permanezca al margen. “Cuatro cosas tiene el hombre/ que no sirven en la mar:/ ancla, gobernalle y remos,/ y miedo a naufragar”.

placeholder Elena Medel durante la entrega del Premio Loewe. (EFE)
Elena Medel durante la entrega del Premio Loewe. (EFE)

A más independencia del ciudadano, más libertad y con mayor intensidad se escuchará su voz. “La escritura le sirve, a él sí, como ancla y como timón y como remos. La escritura le borra los temores. Con la poesía grita más alto, más claro”, cuenta la poeta sobre la voz alzada de Machado. Lejos de ser un iluso, Machado también fue capaz de pasar a limpio la frustración ante la incomprensión y el inmovilismo de muchos.

Según cuenta Elena, cualquiera tiene cuentas pendientes con el poeta, porque ha marcado nuestras vidas y nuestros pensamientos. “Hay una noticia buena y otra mala: Antonio Machado fue un visionario. La mala es que no hemos cambiado tanto como para que sus preocupaciones hayan dejado de ser las nuestras”, dice. Como se ve, la intención del libro no es cumple con los ritos académicos, sino con los de una lectora y sus lecturas, capaces de relacionar un poema de Machado con un cómic del japonés Jiro Taniguchi. Y cuanto más personal, más vivo.

La escritura es el futuro

“Leer a Machado es una buena manera de entendernos”. Porque cuando el lector se enfrenta a un poema, en realidad, escarba en uno mismo. Para Elena Medel, Machado es un “poeta amplísimo”, sencillo y muy complicado, “su obra admite muchas lecturas y siempre alejadas de los tópicos”. Apostó por la línea clara, por “escribir en el lenguaje de los lectores”. Esa imagen de poeta accesible marca la poesía del siglo XX, con los poetas de los ochenta, como Ángel González. “Hoy es un poeta anzuelo para los lectores no habituales a la poesía”. Sin olvidarnos del Juan de Mairena.

Belleza y mensaje, la fórmula de don Antonio. Podría serlo de las redes sociales, que “son un buen cómplice para su poesía, porque permiten recomendar en público y amplificar la recomendación”. ¿Con qué finalidad? El poeta insistía en la reivindicar la cultura del pueblo, porque creía él que era el camino sin fronteras para la libertad. “Antonio Machado concibe la escritura como un ejercicio de futuro”, cuenta Medel al hablar del interés político, sin alineaciones, de su autor. Su futuro estaba escrito: vivir con dignidad. Aprendamos.

Acompáñelo del hashtag oportuno y láncelos: “Late, corazón… No todo/ se lo ha tragado la tierra”. “Bueno es saber que los vasos/ nos sirven para beber; / lo malo es que no sabemos/ para qué sirve la sed”. “No duermo por no soñar”. “Si me tengo que morir/ poco me importa aprender./ Y si no puedo saber,/ poco me importa vivir”. Que Elena Medel (Córdoba, 1985) cierre el libro en el que explica Cómo vivir con Antonio Machado (Ariel) proponiendo que corran los versos del poeta sevillano por las redes sociales es un guiño a la vigencia del autor de Campos de Castilla.

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