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Esto es un Pollock y no lo puedes copiar
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un software descubre las falsificaciones

Esto es un Pollock y no lo puedes copiar

El departamento de matemáticas de una Universidad Tecnológica Lawrence de Michigan (EEUU) ha creado un software que demuestra que Pollock no trabajaba por azar ni por mera casualidad

Foto: Una mujer fotografía uno de los cuadros de Jackson Pollock, en una retrospectiva en Tokio hace tres años. (EFE)
Una mujer fotografía uno de los cuadros de Jackson Pollock, en una retrospectiva en Tokio hace tres años. (EFE)

Hay gente en sitios y gente mirando Pollocks. Hipnotizados o desconcertados. Tratando de resolver, imaginamos, el laberinto de ritmos y texturas, el desparrame de colores que el padre del expresionismo abstracto diseminaba sobre el lienzo en horizontal.“¿Cómo sabe cuándo ha terminado?”, le preguntó un periodista de Life. “¿Cómo sabe usted que ha terminado de hacer el amor?”, le respondió él.

Sobre Pollock ha caído la sospecha de la aleatoriedad, que ha desvirtuado su pintura rebajándola a pura casualidad. Incluso, automatismo. En esto el pintor ayudó porque no se hartó de repetir que pintaba “desde el inconsciente”. La historiografía concluía, erróneamente, que lo que el pintor quería decir es que lo hacía de manera automática. Arte de azar, arte fortuito. Por lo tanto, cualquiera puede ser Pollock y repetir su hallazgo chorreado, una y otra vez, hasta hacer del gesto inconsciente una rutina y un negocio.

Sin embargo, el profesor Lior Shamir, del Departamento de Matemáticas y Ciencias de la Computación de la Universidad Tecnológica Lawrence de Michigan (EEUU), ha creado un software –y lo ha liberado- capaz de analizar los fractales de un cuadro para determinar la autenticidad del mismo, alcanzando una precisión del 93%.

placeholder Jackson Pollock en acción.

Lo que el hallazgo demuestra es que nada es casual en la manera de trabajar de Pollock. Su programa de algoritmos analiza, pixel a pixel, la obra y detecta los patrones originales de un Pollock. Pero, además, ha revelado que nuestra limitada percepción “visual impide que entendamos las cualidades físicas específicas de una pintura”. De este defecto humano viven los falsificadores. Así es, Shamir está a un paso de arruinarles el negocio.

El profesor explica que ha recurrido a métodos matemáticos para subrayar las diferencias numéricas entre los originales y las copias de la pintura de Pollock. Ha troceado los cuadros en 640.000 pixeles. Los descriptores fractales formados por el movimiento y el goteo de la pintura hacen que las estadísticas muestren diferencias sustanciales entre un original y el resto.

Nuestra limitada percepción 'visual impide que entendamos las cualidades físicas específicas de una pintura'. De este defecto humano viven los falsificadores

Los experimentos muestran que la singularidad del goteo obedece a un patrón, que el pintor ejecutaba siempre. Consciente o inconscientemente. Cualquiera podría pensar que es fácil desparramar la pintura y hacerse un Pollock, pero eso es imposible como ha quedado demostrado.

El pintor se acercaba lo más posible a la pintura, tratando de dominarla metiéndose en ella. Pollock, un hombre encadenado al bourbon y un pintor libre de convencionalismos. Trabaja por impulso, porque no pretende ilustrar nada, sólo expresarse. De manera natural, sin dibujos previos. Ya saben, el dripping, una línea fluida que lucha por librarse del decorativismo, el azar y Picasso. Como dice Estrella de Diego, al situarse de pie sobre los cuadros, al andar sobre ellos, Pollock abandona a Picasso y el americano se coloca sobre el europeo.

Shamir ha descubierto algo sabido: que el ojo humano es falible y la máquina no. “La obra de Jackson Pollock muestra respuestas fisiológicas y neurológicas de los humanos únicas ante el goteo”, explica. El ordenador puede descubrir la verdadera firma del artista, el hombre no.Podrán calcar su firma, pero no su estilo.

Hay gente en sitios y gente mirando Pollocks. Hipnotizados o desconcertados. Tratando de resolver, imaginamos, el laberinto de ritmos y texturas, el desparrame de colores que el padre del expresionismo abstracto diseminaba sobre el lienzo en horizontal.“¿Cómo sabe cuándo ha terminado?”, le preguntó un periodista de Life. “¿Cómo sabe usted que ha terminado de hacer el amor?”, le respondió él.

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