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¿Qué cantan los cineastas andaluces de ahora?
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la industria andaluza toma la iniciativa

¿Qué cantan los cineastas andaluces de ahora?

En pocos años directores como Alberto Rodríguez, Paco León y actores como Dani Rovira, Antonio Banderas o Paz Vega han llevado la industria de la comunidad un paso por delante

Foto: Alberto Rodríguez junto a Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo en el rodaje de 'La isla mínima'
Alberto Rodríguez junto a Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo en el rodaje de 'La isla mínima'

Ayer votaron los andaluces y, como no podía ser de otra manera, los partícipes en esta fiesta han analizado con mayor interés el descalabro ajeno que la pesada viga propia. También los medios; alguno incluso con más imparcialidad que indisimulado interés. No nos toca a nosotros sumarnos al recuento de víctimas y lisonjas.

Desde aquí seguimos con la matraca de la creciente influencia que los poderes públicos pueden tener en la implantación de "su cine", de un cine hecho por gentes crecidas en sus latitudes. Texas intenta construir una industria propia que antes no existía. Nueva York quiere que la capital del mundo siga siendo principal referente del cine mundial. Y así la mayoría de los Estados americanos pugnan contra California para que no les avasalle su hegemonía. Europa no queda rezagada en esta carrera: Francia es el mejor ejemplo. Alemania equilibra aportaciones entre sus Lands y su Estado Federal. Reino Unido ha incrementado la semana pasada sus incentivos fiscales. Ninguna de estas facilidades son regalos sin retorno. Además de favorecer el crecimiento económico en un territorio, desarrollan una cultura propia en su manera de hacer e interpretar realidades.

En esto no existen Gobiernos de derechas o de izquierdas. Son Gobiernos torpes o inteligentes en las asignación de sus recursos, en la aplicación de sus políticas

En esto no existen Gobiernos de derechas o de izquierdas. Son Gobiernos torpes o inteligentes en las asignación de sus recursos, en la aplicación de sus políticas. Y los resultados son determinantes para disfrutar de una cinematografía propia o para tener que llenar sus pantallas con lo de fuera, que es mucho y con ganas de viajar. No hace tanto que en España se hacía casi todo el cine "desde Madrid", con alguna excepción en Cataluña. Hasta la brillante escuela vasca debió desplazarse abandonando lo suyo. Quién quería destacar tenía que viajar. En los últimos años se ha iniciado un recorrido inverso gracias a la voluntad de algún Gobierno autonómico. Los casosgallego y andaluz destacan sobre el resto, habiendo conseguido crear desde su origen muchas de las mejores películas que ha dado nuestro cine en los últimos años.

Es probable que algunas autoridades andaluzas tengan que responder ante las acusaciones de la jueza Alaya por "desvíos" económicos y despilfarros varios, pero habrá que reconocer al mismo tiempoa otros responsables públicos andaluces su acierto y buen hacer ante la política audiovisual ejercida en ese territorio durante los últimos años de la democracia,que ha permitido levantar la cabeza con orgullo y potenciar a un gran número de técnicos, actores, actrices, directores, guionistas, productores andaluces, que han desarrollado su trabajo, en una gran mayoría, con honradez e ilusión.

Estéticamente Andalucía formaba parte de los coletazos de la opereta romántica francesa, rama Merimée, subsección flamenco. Andalucía era un tema, un telón de fondo. Bailables y cantables cuya última descendencia fue la copla. Paradigma de esta época: El sueño de Andalucía. Una película en colores (Gevacolor) lo que marcaba la modernidad, coproducida con Francia (Director, fotógrafo y decorador franceses y protagonizada por el ídolo francoespañol Luis Mariano,que hacía de ambiguo torero botijero). ¿Y de Andalucía? Pues el sueño. Muchos actores y actrices españoles reclutados en las oficinas de Madrid y lospaisajes.

Económicamente debió ser un buen negocio para los estudios CEA, que participaron en la producción. Pero, para Andalucía, poco más; quizá rodaron en algún pueblocomo Carmona… Dejarían los beneficios de hostelería, alquiler de algún caballo oburro para transportar los botijosy los salarios de algún extra. Poca cosa. Pero vamos, ese era el beneficio que dejaban los del cine en las películas,incluidas los spaghetti western que tanto hicieron hablar de Almería. Profesionalmente, tampoco fue nada importante. Porque cuando pasaba el cine por las ciudades andaluzas, sus paisajes y sus desiertos, no dejaban profesionales en ciernes, meritorios ni siquiera de producción… Lo que hay en Almería es mucho ramalero, conductores de rodaje ydobles de acción.

Los personajes andaluces no pasaban de un mariquita de Cádiz o una tonadillera desairada con mala leche a la que jaleaban dos

Y quien dice El sueño de Andalucía, dice Esa voz es una mina, El Cristo de los Faroles. María de la Oy un inacabable etcétera. Y sociológicamente… ¿se conoció más Andalucía, suscostumbres, su cultura? Los que hace tiempo andamos en esto de las películas recordamos cómo, en la España del blanco y negro, los personajes andaluces -con notables excepciones- representados en nuestro cine no pasaban de un mariquita de Cádiz o una tonadillera desairada con mala leche a la que jaleaban dos "morancos" en el malecón del puerto. Ahora es común que los actores y actrices se expresen con acento andaluz, escrito por guionistas andaluces y cuyos directores no tachan los textos para castellanizarlos, más bien los acentúan, los definen y, lo impensable hace apenas quince años, los espectadores españoles los aceptan de buen grado. Esta "normalidad" dialéctica que incluso aceptan los ejecutivos de las televisiones y los distribuidores cinematográficos ha consagrado títulos cinematográficos y episodios televisivos de todos conocidos.

Todo ha cambiado para bien: estéticamente (ahí están los últimos Goya). Económicamente(en vista de la gran rentabilidad, los ganaderos de reses bravas se van a pasar al cine). Profesionalmente (si no, que se lo digan a Alberto Rodríguez, María Galiana, Dani Rovira, Paco León, Antonio de la Torre, Pepón Nieto y tantos más).

Las nuevas autoridades andaluzas del audiovisual van más allá y ya favorecen proyectos que se rueden en otros lugares lejos de Andalucía, eso sí, "siempre que uses a nuestra gente"; que hemos visto y veremos proyectos del Sur rodados en el Norte lo que significa un paso extra en el concepto del audiovisual andaluz. Cualquiera que se aventure al tormento de poner en marcha un proyecto–y sea andaluz y/o establecido en Andalucía–gozará de apoyos que le harán más llevadero el largo y tortuoso camino del éxito. Esta premisa ha sufrido los desastres de la crisis y estos años los apoyos han llegado muy justos y agónicos, pero volverán tiempos lozanos y se activarán los cauces que nos permitan pasear por la orilla del río.

En toda Andalucía, en cualquier municipio que se precie, existe un centro de cultura, un auditorio debidamente equipado, restos del ladrillo y de la opulencia reciente, desde Alcalá de Guadaíra (Sevilla) hasta San Roque (Cádiz), desde Ayamonte (Huelva) hasta Níjar (Almería) y sin embargo las salas de cine han sufrido un tormento superior a las de otras comunidades. Toca recuperar salas conjuntando esfuerzo público y privado para poder salir de casa y ver cine en pantalla grande sin tener que hacer tantos kilómetros como ahora ocurre para ver un estreno, más como heroicidad que como disfrute, y no sólo para filmes andaluces; también para goce de la filmografía nacional y de fuera.

Salas que representen un nuevo modelo de proximidad que favorezca la llegada al público de películas españolas independientes, primeras obras de autores noveles, "joyas" engullidas por la vorágine americana, restos del naufragio y éxitos reciente junto a las películas que por su fortaleza no tienen problema en abrirse camino. De igual manera que las nuevas autoridades andaluzas han mantenido y defendido, incluso en la riada reciente, los Festivales de Málaga, Huelva y Sevilla podrían impulsar esta iniciativa.

Pero¿dónde los hombres y mujeres? A ver si ahora, con las elecciones… No debería hacer falta que entraran en listas electorales –como empieza a ocurrir en otros sitios–los Alberto Rodríguez, María Galiana, Dani Rovira, Paco León, Antonio de la Torre, Pepón Nieto… O Juan Diego, Antonio Banderas, Paz Vega. Ni es bueno que estos peleen por una concejalía ni que los políticos busquen un Goya por sus sobreactuadas interpretaciones. Cada uno en lo que vale o en lo que debería valer.

Continuará...

Ayer votaron los andaluces y, como no podía ser de otra manera, los partícipes en esta fiesta han analizado con mayor interés el descalabro ajeno que la pesada viga propia. También los medios; alguno incluso con más imparcialidad que indisimulado interés. No nos toca a nosotros sumarnos al recuento de víctimas y lisonjas.

Cine español Paco León Alberto Rodríguez
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