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Sin montaje no hay Oscar
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una candidatura clave para ganar el premio

Sin montaje no hay Oscar

Desde hace más de 30 años todos los títulos ganadores del premio a la Mejor película han sido también candidatos al Mejor montaje. ¿Quiénes cumplen la norma este año tan reñido?

Foto: Patricia Arquette en un momento de 'Boyhood', una de las favoritas a los Oscar
Patricia Arquette en un momento de 'Boyhood', una de las favoritas a los Oscar

En la carrera por el Oscar existen pequeñas pistas que ofrecenclaves de por dónde van a ir los tiros en los premios. Estadísticas, galardones previos y candidaturas clave que hacen más o menos fuerte a un candidato. Entre estas hay una casi infalible y que todo el mundo olvida, la importancia del montaje, y no el que hacen los hermanos Weinstein para promocionar cada una de sus películas, sino la nominación al Mejor montaje. En un año tan reñido como este cualquier detalle cuenta.

La importancia del montaje ya la dejaron clara nombres como D.W. Griffith o Eisenstein. El mismo Stanley Kubrick decía siempre que “lo que es realmente original en el arte del cine, lo que lo distingue de otras artes, es el proceso de montaje”. La Academia de Hollywood reafirma cada año las palabras de estos maestros dando a este galardón una importancia vital.

Desde 1981, cuando se llevó el Oscar 'Gente corriente', ninguna película ha conseguido el premio gordo de la noche sin estar entre las cinco candidatas al Mejor montaje

Atención a las estadísticas. Desde que el premio a la mejor edición fue incluido en 1934, hace 80 años, sólo nueve películas han ganado el premio al Mejor filme sin haber estado nominadas al Mejor montaje. Las estadísticas sonmás contundentes en las últimas décadas. Desde 1981 nadie ha conseguido el premio gordo de la noche sin estar entre las cinco candidatas al Mejor montaje. La última que consiguió este hito fue Gente corriente, de Robert Redford. En los años posteriores se ha probado que incluso la ausencia en otras categorías a priori más importantes, como guion o dirección, no es tan determinante.

Este año todas las nominadas a Mejor edición lo son también a la mejor película. Estos títulos son: Descifrando Enigma, El francotirador, Whiplash, El gran hotel Budapest y Boyhood. Siguiendo la lógica académica entre estos estará el Oscar al mejor filme. La gran favorita, Birdman, no ha pasado el corte -mientras que su gran rival, la cinta de Richard Linklater sí lo ha hecho- y está tentando a la suerte con su ausencia.

Aquí viene la gran polémica,¿es el falso plano secuencia de Birdman el motivo de su ausencia entre las nominadas? Casi todo el mundo ha usado este argumento como justificación. El prodigio técnico del filme está conseguido gracias a una labor de montaje, trucaje y algo cercano a la magia que ha hecho que sus editores, Douglas Crise y Stephen Mirrione, hayan optado a premios como el Bafta o el que concede el sindicato de montadores, el Eddie.

Así que los académicos especializadosen este área, y por tanto expertos en el arte de editar, han decidido que sus rivales merecían más ese reconocimiento. Echando un vistazo a las mayores sorpresas de la historia de la Academia (como cuando optaron porCrash en vez de por Brokeback Mountain; Shakespeare enamorado en lugar de Salvar al soldado Ryan o cuando escogieron Carros de fuego y no Rojos) todas coinciden en una cosa: estaban nominadas al Oscar al mejor montaje.

Un Oscar que romperá las reglas

Ocurra lo que ocurra el domingo, las reglas que parecían escritas a fuego para predecir el ganador del Oscar a la Mejor película quedarán desarticuladas. Si gana Birdman se comprobará que la ‘Ley del Montaje’ no es infalible. Si pierde será otro principio el que quede en entredicho, aquel que dice que si ganas el premio que conceden los sindicatos de Productores, Directores y Actores tienes el Oscar asegurado.

Arrasar entre tres gremios tan diferentes y con tanto peso dentro de la Academia suele ser sinónimo de éxito. Las películas que lo consiguen, como Chicago, El Retorno del Rey, American Beauty, El discurso del Rey o Slumdog Millionaire, siempre acaban alzando el Oscar, pero también ha habido excepciones, como la de Apollo 13, que en 1996 ganó todos los premios previos, pero terminó perdiendoen los Premios de la Academia frente a Braveheart.

Así que la gala del próximo domingo tendrá un enfrentamiento más allá del Birdman Vs Boyhood que todos esperan, una pelea sindical por ver quién tiene más peso dentro de la institución, los montadores o los productores y directores.

En la carrera por el Oscar existen pequeñas pistas que ofrecenclaves de por dónde van a ir los tiros en los premios. Estadísticas, galardones previos y candidaturas clave que hacen más o menos fuerte a un candidato. Entre estas hay una casi infalible y que todo el mundo olvida, la importancia del montaje, y no el que hacen los hermanos Weinstein para promocionar cada una de sus películas, sino la nominación al Mejor montaje. En un año tan reñido como este cualquier detalle cuenta.