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Comienza la pelea por el Oscar más 'indie': 'Boyhood' Vs 'Birdman'
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en Hollywood triunfa el cine independiente

Comienza la pelea por el Oscar más 'indie': 'Boyhood' Vs 'Birdman'

A una semana de la gala de los Premios de la Academia de Hollywood la película de Alejandro González Iñárritu parte como favorita

Foto: Michael Keaton y Edward Norton en un fotograma de 'Birdman'
Michael Keaton y Edward Norton en un fotograma de 'Birdman'

Queda menos de una semana para que se despeje la incógnita. Birdman o Boyhood. Richard Linklater o Alejandro González Iñárritu. A estas alturas de la partida nadie duda de que será una de las dos películas la que se haga con la estatuilla que la reconocerá como la mejor del año para la Academia de Hollywood.

La gracia de este curso es que la carrera por el Oscar está más reñida que nunca. Hasta hace un mes era Boyhood la que tenía todas las papeletas para ganar, pero los premios de los sindicatos han puesto en cabeza al filme de Iñárritu. Los Weinstein miran desde la tercera plaza esperando que la pelea entre estos dos titanes permita que su Descifrando Enigma pueda dar la campanada.

Es importante recordar que en los Oscar no gana la película favorita de la mayoría, sino la que alcanza un consenso entre las que más han gustado gracias al sistema de voto preferencial. En casi todos los premios cuando uno vota por el ganador simplemente escoge la que considera la mejor película. La que tiene más votos, gana. En los Oscar esto no es así y usan una forma que recuerda más a la elección de la sede de los Juegos Olímpicos.

Los Académicos ordenan todas las nominadas en orden de preferencia, y la ganadora tendrá que obtener mayoría de votos (la mitad más uno)para ganar el Oscar. Así que al recontar las papeletas se miran todos los títulos que han sido votados en el primer lugar. Si hay un filme que en este primer recuento tenga el número suficiente de números uno se acaba la votación. En caso contrario se eliminará a aquella que haya sido situada menos veces en la primera posición y se sumarán las que estaban en segunda posición en estas papeletas. Así sucesivamente hasta que una obtenga el número suficiente de votos.

Esto provoca que la película que en otra situación ganaría pueda perder contra otros títulos que han sido situados muchas veces en segunda o tercera posición. ¿Y cómo afecta este rollo a la pelea Boyhood y Birdman? Pues básicamente en que si los Académicos son cucos y quieren favorecer a una de las dos no tienen más que colocar a su elegida en primera posición y a la otra en última, lo que favorecería la aparición de una tercera vía. Los Weinstein se frotan las manos con esta opción. Tienen pocas opciones, y su campaña de promoción alabando la figura de Alan Turing (‘Honra al hombre, honra a la película’, decían sus anuncios) no ha terminado de calar, así que la división de votos es la última bala que les queda.

Jugando con el espacio

Gane quien gane la noche del domingo será el triunfo del cine de autor e independiente. Dos formas de hacer películas alejadas de los grandes estudios y de las imposiciones de los productores. Tanto Boyhood como Birdman son, a su estilo, atrevidas e innovadoras. Dos directores que han decidido retar los cánones habituales.

Si el cine es jugar con el tiempo y el espacio, Birdman es CINE con mayúsculas. La apuesta formal de Alejandro González Iñárritu lleva la técnica hasta el virtuosismo y al espectador hasta los límites. Su ya famoso plano secuencia deja en un juego de niños a los de Gravity (ojo, el filme de Alfonso Cuarón tenía el mismo director de fotografía y ganó este premio y el de Mejor dirección).

Una vez vista la película nadie duda de que la forma en la que el director cuenta la película (casi a tiempo real, y siguiendo al omnipresente Michael Keaton por las tripas del teatro) es la mejor elección. Si a eso sumas la batería de Antonio Sánchez latiendo al compás marcado por el hombre pájaro queda una película con muchas papeletas para gustar. Un canto al teatro, a los actores, a la técnica, sólo su mala leche para hablar de Hollywood puede ir en su contra.

Hasta ahora Birdman ha ganado el premio del Sindicato de Productores, de Directores y del Sindicato de Actores, lo que significa que ha sido favorita con los sectores más numerosos de la Academia. Un apoyo que históricamente se traduce en el Oscar a la Mejor película, aunque nadie confíe al 100% en su victoria.

Jugando con el tiempo

La apuesta de Richard Linklater es formalmente más tradicional, más académica, pero su gran baza comercial e incluso de cara a los premios ha sido su carácter de ‘experimento’. Boyhood ha querido captar la esencia de la infancia, el paso a la adolescencia, e incluso a la madurez, y lo ha hecho con un rodaje prolongado durante 12 años.

El espectador ve crecer, literalmente, a su joven protagonista, y envejecer a Patricia Arquette y Ethan Hawke. Lo que hace grande a Boyhood es su capacidad para atrapar el momento y para hacer que cada espectador sienta como suya la historia de este chaval. Un filme que no tiene los alardes formales de Birdmany cuya aparente sencillez puede ser su mayor contra.

Desde su pase en Berlín ha sido la favorita de la crítica, y ha ganado los galardones más prestigiosos de las asociaciones especializadas, así como el Globo de Oro y el Bafta. Los gremios la han nominado a todo, pero no la han premiado en nada, algo muy sospechoso.

Queda menos de una semana para que se despeje la incógnita. Birdman o Boyhood. Richard Linklater o Alejandro González Iñárritu. A estas alturas de la partida nadie duda de que será una de las dos películas la que se haga con la estatuilla que la reconocerá como la mejor del año para la Academia de Hollywood.

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