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A la cultura le ha tocado la lotería… en Holanda, no en España
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el 50% de lo recaudado se invierte en museos

A la cultura le ha tocado la lotería… en Holanda, no en España

Els Ottenhof es la directora de una pequeña institución en Amstelveen (Holanda), el Museo CoBrA de Arte Contemporáneo y le ha tocado la lotería, la Bankgiro

Foto: Visitantes recorren el ala "Philps" del museo Rijksmuseum, en Amsterdam (Holanda), en mayo de 2014. (EFE)
Visitantes recorren el ala "Philps" del museo Rijksmuseum, en Amsterdam (Holanda), en mayo de 2014. (EFE)

Els Ottenhof es la directora de una pequeña institución en Amstelveen (Holanda), el Museo CoBrA de Arte Contemporáneo y le ha tocado la lotería, la Bankgiro Loterij. Es un premio que se concede mensualmente, desde 2002, al que juegan casi 600.000 holandeses y el gordo siempre toca en la cultura, porque el 50% de lo recaudado va a parar a 70 instituciones culturales. En estos 12 años han invertido casi 730 millones de euros en cultura, sólo un poco menos de lo que el Estado español invertirá en cultura en 2015: 749 millones de euros.

La curiosa lotería recaudó en 2014 para las instituciones públicas 62 millones de euros y al Museo CoBrA le correspondió un pellizco de 200.000 euros para comprar obra para su colección y conservarla. El Estado no ha retirado del todo sus ayudas, pero sin esta aportación de la empresa lotera este museo, como el resto, no podría mantener viva la colección. Quizá 200.000 euros no sea mucho dinero –prácticamente la misma cantidad que tiene el Museo Reina Sofía para comprar obra en ARCO-, pero “es suficiente para un museo como el nuestro”, explica a este periódico en uno de los descansos de Pública 15, los encuentros internacionales de gestión cultural que organiza la Fundación Contemporánea en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

“Hace unos años recibimos 2.000.000 de euros porque necesitábamos adquirir mucha obra. Además, podemos pedir más ingresos si organizamos otros proyectos para ampliar nuestro público, porque a la empresa lotera también le interesa llegar a más gente. Pero lo más importante es que tenemos garantizada la inversión anual durante los cinco años siguientes. Y eso te da mucha tranquilidad”, cuenta.

El centro dirigido por Ottenhof se dedica a conservar el legado del grupo artístico CoBrA (acrónimo de Copenhague, Bruselas, Ámsterdam), formado en París, en 1948, por casi 30 artistas dispuestos a acabar con la rigidez de la abstracción geométrica con preferencia por la espontaneidad, y que se disolvieron tres años más tarde. Además de este centro, reciben ayudas de la curiosa lotería la Casa de Ana Frank, que pudo comprar en subasta una importante colección de cartas, fotografías y documentos de Otto Frank, el padre, gracias a la contribución de la BankGiro Loterij. También figura el Hermitage de Amsterdam, el Mauritshuis, el Rijksmuseum o el Van Gogh, entre los beneficiarios.

“Pensar que el Estado financiará todo lo que necesita la cultura es historia”, sentencia Ottenhof. La financiación cultural está en proceso de reinvención, en 2012 la reforma de la ley de Mecenazgo holandesa aplicó una desgravación de impuestos de hasta el 42% para todos aquellos que apoyan el desarrollo de estas actividades. En España, la reforma de dicha norma, bandera durante estos tres años de la Secretaría de Estado de Cultura, ha fracasado estrepitosamente.

¿Cristóbal Montoro?

De hecho, la directora del museo reconoce que hubo contactos con el Ministerio de Hacienda español para exportar la fórmula lotera, pero no saben nada más del corralito de Cristóbal Montoro. “No mostraron interés”, dice. “Lo importante es que el Estado español se dé cuenta de que es una manera muy interesante de volver a financiar la cultura, que en España ha sufrido unos recorte gravísimos. Pero si la Administración pública no lo ve como un problema, tampoco aportarán una solución a estos recortes en cultura. Debe quedar claro que este modelo es complementario, que este ingreso privado no sustituye a los ingresos públicos”, advierte.

No es un modelo nuevo, porque en Reino Unido hay una fórmula similar, pero lo curioso es que esta lotería la funda un empresario, con un patrimonio muy grande, con el objetivo de financiar a la cultura. Cada jugador aporta. “De alguna manera, es un particular que funciona como un Ministerio de Cultura”, dice la responsable del CoBrA.

El secreto está en la presión (lobby) que ejercen las grandes instituciones culturales sobre los políticos. “También en Holanda la cultura ha sufrido recortes y existe la conciencia de que han sido duros y feos. Por eso el lobby es importante”, cuenta. Por eso y para no dejar entrar en el mercado a empresas loteras alemanas e inglesas, que también quieren su pellizco, a pesar de que el sector cultural se opone a esto porque sus impuestos se los lleva el país de origen. “En España también se necesita un lobby para forzar a ponerlo en marcha”.

Els Ottenhof es la directora de una pequeña institución en Amstelveen (Holanda), el Museo CoBrA de Arte Contemporáneo y le ha tocado la lotería, la Bankgiro Loterij. Es un premio que se concede mensualmente, desde 2002, al que juegan casi 600.000 holandeses y el gordo siempre toca en la cultura, porque el 50% de lo recaudado va a parar a 70 instituciones culturales. En estos 12 años han invertido casi 730 millones de euros en cultura, sólo un poco menos de lo que el Estado español invertirá en cultura en 2015: 749 millones de euros.