Es noticia
Tú también puedes convertirte en un nazi
  1. Cultura
estreno de 'la ola' en el teatro valle-inclán

Tú también puedes convertirte en un nazi

El teatro recrea el experimento que realizó el profesor Ron Jones en 1967 en un instituto de California para explicar el nazismo conocido como La tercera ola

Foto: El elenco protagonista de 'La ola'
El elenco protagonista de 'La ola'

¿Qué puede hacer que alguien renuncie a su libertad a cambio de la comodidad del grupo y de laidea de que somos mejoresque los demás? ¿Cómo es posible que surjan los totalitarismos y que buena parte de lasociedad se amolde sin problema a ellos? O más bien:"¿Qué pasó para que, de pronto, un día los alemanes se levantaran siendo nazis y, después, cuando acaba la guerra, vuelven a ser normales? ¿Y nadie había visto nada? ¿Y nadie sabía nada?".

Esta pregunta impulsó uno de los experimentos pedagógicos más conocidos de la historia reciente llamadoLa Tercera Ola, en clara alusión al Tercer Reich, y que ahora llega al Teatro Valle-Inclán de Madrid.Ron Jones, de 25 años y profesor de Historia Mundial en el instituto Cubberley de Palo Alto (California), se propuso responder a esta cuestión de sus alumnos de secundaria desde la práctica. En abril de 1967, en plena eclosión del movimiento hippie y con la Guerra de Vietnam, el KKK, el partido nazi americanoy Luther King de plena actualidad, creó este movimiento para demostrarleslo sencillo (y peligroso)que esformar parte de una sociedad autoritaria y totalitaria.

Durante una semana, el experimento que comenzó con 15 alumnos acabó llegando a 200 estudiantes del centro y el profesor tuvo que pararlo por miedo a que se fuera de las manos. La fuerza mediante la disciplina. La fuera mediante la comunidad. La fuerza a través de la acción. Y la fuerza a través del orgullo. Estas fueron las cuatro lecciones/lemas que creó para involucrar a sus alumnos y que acabaron derivando en una atmósfera marcial dentro de esa clase y en un sentido de pertenencia a La Tercera Ola preocupante. Jones observó con "sorpresa" cómo las reglas de la vida de la Alemania nazi iban calando con facilidad en sus alumnos.

Cuatro años de silencio fue lo que siguió a este experimento por parte de sus inconscientes participantes. Ron Jones lo rompió para explicar en unartículoen qué había consistido La Tercera Ola. En 1981 un libro tituladoLa oladeTodd Strasser, bajo el seudónimo de Morton Rhue, lo recogió y se convirtió en un auténticobest-seller. Le siguió una serie de televisión y la película del mismo nombre estrenada en 2008 porDenis Gansel. Pero todas estas obras trataban el experimento desde un punto de vista edulcorado o simplista.

Esta obra de teatro que llega al Valle-Inclán desdemañana y hasta el 22 de marzo (tras ser estrenada en el Lliure en 2013) esel primer montajeprofesional basadoen el experimento del profesor que, además, cuenta con el visto bueno del propioRon Jones. Él y dos de sus alumnos de entonces,Mark Hancock(quien participará el día 23 en un encuentro)y Philip Neel, hancolaborado en la investigación que han realizado el directorMarc Montserrat Drukkery el dramaturgoIgnacio García Maypara crear la obra.

Marc Montserrat explica que este proyecto surge hace más de una década por "necesidad vital y obligación ética" ycon "la memoria histórica" como principal motivo. Y más cuando descubrió que el libro era lectura obligatoria en Estados Unidos, Israel o Alemania y que en España se ha traducido a principios de esta década y "está lejos de ser una lectura en los institutos a pesar de haber sufrido el Franquismo"."La ola habla de la memoria histórica olvidada y, por extensión, habla de cualquier fascismo y no sólo político, también dentro del matrimonio, en las aulas o el desprecio al otro por ser diferente", agrega.

Es más, remacha, en el fondo esta obra habla "del mal del silencio". ​"El silenciodel no ver y no decir. La ignorancia o la incultura hacen que tengamos miedo a lo desconocido y el miedo hace que callemos. Ese silencio es el que provoca el holocausto en una casa, en una ciudad o a nivel político. Esla violencia del silencio", dice el director del montaje.

En esto coincide con Jones, que defiendeque detrás de un movimiento fascista lo que hayes el silencio provocado por esos remordimientos y esa vergüenza."Durante años intenté ocultar el tema, pero tenemos la responsabilidad de entender lo que está bien y lo que está mal. Lo que penséque iba a ser una práctica de un día se convirtió en toda una semana de clase viviendo en el terror. Mi ego se infló, me sentí con más mando y me gustó. Ese fue el problema, pero al menos fui consciente de ello", ha contadoen más de una ocasión.

Teatro de tinte documental

Para llevar a escena el experimento, director y dramaturgo han querido mantener con exactitud la época y el lugar donde se sucedió. La razón, cuenta García May, es que "hoy la historia no podría ser igual. En 1967 no se hablaba de los campos de concentración. Era un tema que no existía y un tabú social" hasta bien entrado los años setenta, a lo que hay que sumar el rápido acceso a la tecnología de cualquier joven en la actualidad."Esta distancia ayuda a que el público decida qué absorbe y, sin presión, lo relacione con lo que pasa hoy", asegura Montserrat Drukker.

Además, es una forma de recalcar el valor documental de esta obra de teatro, que se ciñe a los hechos reales, sin convertirlos en anécdotas o sentimentalismos,recogidospor los testimonios de sus protagonistastanto en sus artículos y entrevistas como en las que mantuvieron con el director y el dramaturgo.

Durante más de dos horas, Xavi Mira, en el papel del profesor Ron Jones, y un elenco de actores jóveneselegidos para el estrenoen Madrid de un casting de más de 1.500 candidatos, cuestionan el poder y la maldad intrínseca al ser humano y nos enseñan que, si esa sociedad fascista nazi se pudo replicar en ese instituto de clase media-alta californiano, puede hacerlo en cualquier lugar del mundo.

"Era un hombre muy carismático" que ya en 1967 "cuestionaba la obsolescencia del sistema educativo", apunta Xavi Mira. "Su forma de enseñar le permitió llamar la atención de sus alumnos y tener una audiencia muy receptiva". Ron Jones, señala, fue despedido del instituto dos años después del experimento, pero por sus posturas contrarias a la Guerra de Vietnam, y ha pasado su vida dando clases a personas con discapacidad mental.

"No hablamos de la maldad de los nazis. Lo interesante es ver cómo los mecanismos que se pusieron en marcha entonces siguen activos en nuestra sociedad: la manipulación, el abuso de poder y la perversión de la libertad", apunta el dramaturgo. Unos mecanismos que, sin llegar a los extremos del fascismo y sin necesidad de violencia física, tienen su reflejo hoy.

"En laEspaña de hoy, los ciudadanos le han dado un cheque en blanco al sistema porque les interesaba. Había una connivencia ciudadana con el sistema", dice García May. Pero, añade, cuando llegó la crisis "los ciudadanos no eran responsables de lo que había pasado. Todos dicen 'soy muy honrado, soy muy decente, soy de Podemos...'" y en la diana están los corruptos, Bárcenas y compañía."Vivimos en un país inocente donde nadie sabe nada de cómo hemos llegado a esta crisis", dice, irónico, sabiendoque sus palabras suelen levantar polvareda.

Marc Montserrat detienetambién la mirada en los movimientos y partidos fascistas que están creciendo en países como Francia o Grecia."Hemos visto que el fascismo no es sóloalgo que esas personas hicieron. No. Está justo aquí. En esta sala. En nuestros propios hábitos personales y modos de vida. Si arañamos la superficie, es lo que aparece. Algo que todos llevamos dentro como una enfermedad". Estas fueron las palabras que Jones escribióen los setenta cuando explicóqué fue esa tercera ola con saludo, bandera, membresíasy hasta una especie de Gestapo, perohoy siguen resonando desgraciadamente actuales.

¿Qué puede hacer que alguien renuncie a su libertad a cambio de la comodidad del grupo y de laidea de que somos mejoresque los demás? ¿Cómo es posible que surjan los totalitarismos y que buena parte de lasociedad se amolde sin problema a ellos? O más bien:"¿Qué pasó para que, de pronto, un día los alemanes se levantaran siendo nazis y, después, cuando acaba la guerra, vuelven a ser normales? ¿Y nadie había visto nada? ¿Y nadie sabía nada?".

Holocausto
El redactor recomienda