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Aquí se salva la historia del cine español (a pesar de los recortes)
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inauguración de la nueva sede de la filmoteca

Aquí se salva la historia del cine español (a pesar de los recortes)

La nueva sede de la Filmoteca Española se presenta al público. Un edificio pionero para la conservación y restauración del patrimonio cinematográfico

Películas abandonadas en contenedores, flotando en inundaciones, latas de celuloide vendidas en el Rastro… El patrimonio cinematográfico español ha sido maltratado durante mucho tiempo. Hasta 1954 todas las películas se destruían para evitar que el nitrato provocara incendios no deseados. Más de 50 años de cine español desaparecidos sin dejar huella.

Para encontrar y revivir esas joyas perdidas de nuestro cine existe la Filmoteca, que con su nuevo Centro de Conservación y Restauración (CCR), inaugurado ayer sin la presencia del Ministro de Cultura, José Ignacio Wert, da un paso al frente como protectora del patrimonio cinematográfico.

Sólo así se podrán estrenar joyas como Amores de juventud, de Julián Torremocha. Una película importante no sólo por lo que cuenta, sino porque habla de un momento histórico fundamental para España. El filme comenzó su producción durante la Guerra Civil. El conflicto hizo que los últimos planos se rodaran con el conflicto ya terminado. Durante todos estos años se había dado por perdida hasta que se depositaron en la Filmoteca dos copias en pleno proceso de descomposición.

Esta película, que fue censurada en su momento, fue el primer trabajo de restauración que acometió el nuevo CCR, un proceso que consistió en la reproducción fotoquímica de la imagen cogiendo fotogramas de ambas copias y en repicando digitalmente el sonido. Posteriormente, se escaneó el duplicado en calidad 4K y se sincronizó con la pista de audio. Ahora Amores de juventud puede volver a verse en una pantalla grande.

Más recortes para el cine

Todos estos pasos se realizan en este nuevo edificio, pese a los recortes que ha sufrido la Filmoteca en la partida económica que destina el Gobierno para su mantenimiento. El propio director de la institución, José María Prado, ha comentado en la inauguración que se han pasado de los 800.000 euros de los años más espléndidos hasta los 300.000 actuales. Un descenso del 62,5% en los fondos dedicados a proteger el patrimonio fílmico.

Rubio es una de las leyendas de la filmoteca. Una enciclopedia andante sobre el cine español cargada de anécdotas de las que se acuerda a cada paso por las instalaciones del nuevo centro. Alguien capaz de memorizar años, títulos y hasta escenas censuradas de filmes como El último caballo, de Edgar Neville, que vivió las tijeras del franquismo para impedir que el público viera a José Luis Ozores tirar un cigarrillo.

El filme de Neville es uno de los 300.000 que ya han sido trasladados a las nuevas instalaciones, aunque faltan otros 300.000 por llegar. José María Prado espera que en 2016 todos los documentos estén ya en esta nueva sede.

Estos títulos están sometidos a estrictas condiciones ambientales que aseguran 250 años de vida al soporte, aunque la Filmoteca Española aspira a más. “Si llegamos a la exigencia más crítica, en la que ninguna Filmoteca está trabajando, que son los 5 grados, se llegaría a los 500 años”, explica el director de la institución.

Un futuro digital

Hasta este momento la Filmoteca Española no disponía de un laboratorio fotoquímico. Se externalizaban las labores a otras empresas, pero todas ellas han ido cerrando. Actualmente sólo queda una en Barcelona, y como confiesa José María Prado los rumores es que también cerrará. Por ello, una de las joyas de la corona del nuevo centro es este laboratorio, que todavía no se encuentra funcionando y con el que realizarán sus propias tareas.

La labor de la Filmoteca debe dar a conocer el patrimonio audiovisual español entre los ciudadanos. Una misión difícil, ya que muchas veces el cine es menos considerado que otras artes. “Hay más conciencia en otras disciplinas, pero esto lo sufrimos no sólo en España. El patrimonio audiovisual tiene que ser igual de reconocido que otros que están en la Biblioteca Nacional o en el Reina Sofía”, añade Prado.

Presentación con retraso

La inauguración de la nueva sede de la Filmoteca llega con más de un año de retraso, ya que desde que en 2013 acabaran las obras del edificio se han hecho varias intentonas para presentarlo al público. Tal como informó este periódico, se esperaba que el ministro José Ignacio Wert hiciera los honores en septiembre del año pasado, visita que nunca tuvo lugar. El informe del Tribunal de Cuentas relativo al Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) señaló luego que la presentación oficial de la nueva sede se trasladaba al verano de 2014, fecha que tampoco se cumplió.

Al final, el ministro Wert no ha hecho acto de presencia el día de la presentación, algo que sí han hecho el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, y la directora del ICAA, Lorena González, que avanzó a la prensa que la esperada nueva ley del cine llegará a mediados de 2015, antes del final de la legislatura. Un nuevo modelo que pretende instaurar un sistema de ayudas previas en vez de las conocidas ayudas a la amortización.

La obra, que ha costado 23.609.382 de euros (se presupuestó originalmente en 20 millones), tiene una estructura que la asemeja a un iceberg, con sólo un tercio de la estructura asomando por la superficie, mientras que el verdadero corazón del edificio, los almacenes que albergarán más de un millón de rollos de película, permanecen bajo tierra.

Así se favorecen las condiciones de temperatura, entre los 5 y los 10 grados, que precisan las bobinas dependiendo de su composición o de si fueron rodadas en color o no. Un proceso minucioso, pero la única forma de conseguir que la historia de nuestro cine pueda ser mostrada dentro de 500 años.

Películas abandonadas en contenedores, flotando en inundaciones, latas de celuloide vendidas en el Rastro… El patrimonio cinematográfico español ha sido maltratado durante mucho tiempo. Hasta 1954 todas las películas se destruían para evitar que el nitrato provocara incendios no deseados. Más de 50 años de cine español desaparecidos sin dejar huella.

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