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Casanova, el perfecto amigovio
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un libro reivindica su figura

Casanova, el perfecto amigovio

José Hurtado Cobles reivindica la figura histórica de Giacomo Casanova en un libro que recupera su correspondencia con las tres mujeres de su vida

Foto: Heath Ledger, en una imagen del filme sobre Casanova
Heath Ledger, en una imagen del filme sobre Casanova

Entre las nuevas palabras aceptadas por la RAE para la nueva edición del Diccionario una llamó la atención por encima del resto: Amigovio. La definición aportada por la institución es la siguiente: “Persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo”. Lo que viene siendo un follamigo de toda la vida.

En la larga tradición de follamigos hay uno por encima de todos: Giacomo Casanova. El histórico seductor siempre ha sido visto como un amante sin principios, que solo buscaba atesorar experiencias sexuales. De hecho su nombre se ha llegado a adjetivar para referirse a todas aquellas personas con un don para seducir. Un sinónimo de la figura del Don Juán.

Ahora un libro viene a reivindicar que Casanova no era un frívolo, ni un seductor cualquiera, sino que, a su manera, amaba a todas sus relaciones. Aunque fuera de manera efímera, en una noche de alcoba él las amaba. Su trato hacia las mujeres fue siempre exquisito convirtiendo a muchas de sus conquistas en sus mejores amigas y confidentes.

La realidad de Giacomo Casanova. Tres historias de amor a partir de su correspondencia (Editorial Círculo Rojo), de José Hurtado Cobles se basa en las cartas que el seductor se escribió con tres de sus amantes para desmontar el mito y ofrecer una visión más humana y diferente del personaje histórico. El libro comienza con toda una declaración de intenciones. Un extracto de un texto escrito por el propio Casanova que dice lo siguiente:

“Como me sentía nacido para el sexo diferente del mío, lo he amado siempre, y me he hecho amar todo lo que he podido”

placeholder Retrato de Casanova (CC)

Pero no solo amó y fue amado, también cultivó su mente llegando a ser un hombre que bebía de todas las artes, aunque nunca fuera considerado por los intelectuales como un hombre de letras.

Gracias a Casanova las generaciones posteriores han podido comprender las costumbres y entresijos de una época: el siglo XVIII. Sus memorias son el mejor ejemplo de que en aquella época el hombre aprendió a ser libre.

Crónica de una época, pero también de un lugar, una Venecia abandonada al libertinaje llena de aristócratas que disfrutaban ante el fin de una época.

No todo el mundo sabe que antes de que Giacomo Casanova sedujera a damas, monjas, cantantes y bailarinas probó suerte en la carrera eclesiástica, llegando a ser abada, predicador e incluso ayudante de Obispo. Está claro que el celibato no era para él y pronto abandonó la institución.

Nunca tuvo una familia, ni un lugar de residencia fijo, ni un puesto de trabajo. Casanova era la máxima expresión del carpe diem. Por mucho que quiera hablarse de su faceta de hombre ilustrado a Casanova lo definieron sus compañeras de cama, a las que dedica un tercio de sus memorias, y de las que cuenta hasta 122, cifra que como indica José Hurtado Cobles en el libro, seguramente fuera mucho mayor.

El libro llama la atención sobre lo injusto que es juzgar a Casanova utilizando las normas de la sociedad bienpensante actual, llena de moralismos, si así lo hiciéramos nos encontraríamos con que sería juzgado por trata de blancas, maltratador, incestuoso y pedófilo, tal como apunta el autor.

Las tres amigovias

De entre sus 122 conquistas hubo tres que destacaron por encima de todas. A través de ella el libro intentará desmenuzar la figura de Casanova y que el lector vea algo más que la figura que películas y libros se han encargado de perpetuar.

placeholder Retrato de Manon Balletti, Jean-Marc Nattier (CC)

Cada una de estas tres amigovias representa una etapa de su vida. La primera Manon Balleti, fue la única de todas a la que propuso matrimonio, su amor más sincero. La segunda mujer que marcó su vida fue la misteriosa Henriette, una noble que pudo haberle cambiado la vida. Y para terminar su último amor: Cécile de Roggendorf, una muchacha necesitada de guía y consejo.

Todos los datos del libro parten de una traducción fiel al castellano de la correspondencia y otros documentos personales hallados a su muerte en el Castillo de Dux (actual República Checa), lecho de sus últimos años, y de los que se incluyen extractos.

En este libro tan importante como su contenido es el cómo se ha llegado a publicar. Ya que todo beneficio económico que pueda conseguir la editorial irá destinado a la Fundación del Hospital San Juan de Dios de Barcelona para la investigación del cáncer infantil.

Además el autor recurrió al crowdfunding para financiar su publicación. Así lo argumentaba él mismo: “No soy partidario que entre editorial y distribuidora se repartan el fruto de tantas horas dedicadas, por eso me parece genial este sistema de la microfinanciación por mecenas. De hecho, durante el siglo XVIII muchos autores recurrieron a ella como, por ejemplo, así hizo el mismo Casanova”. Autor y personaje fundidos con una diferencia de tres siglos entre ellos.

Entre las nuevas palabras aceptadas por la RAE para la nueva edición del Diccionario una llamó la atención por encima del resto: Amigovio. La definición aportada por la institución es la siguiente: “Persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo”. Lo que viene siendo un follamigo de toda la vida.

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