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Dietrich Brüggemann: “Hollywood es estúpido y el cine de autor aburrido”
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el director presenta 'camino a la cruz'

Dietrich Brüggemann: “Hollywood es estúpido y el cine de autor aburrido”

El ganador del premio al mejor guion en el Festival de Cine de Berlín, y de la Espiga de Plata en Seminci, presenta en Madrid su filme 'Camino de la Cruz'

Foto: Dietrich Brüggemann posa con su premio al mejor guion en el Festival de cine de Berlín (EFE)
Dietrich Brüggemann posa con su premio al mejor guion en el Festival de cine de Berlín (EFE)

A Dietrich Brüggemann le encanta provocar. El director aparece ante los medios con su pose de rebelde sin causa. Una gorra cubriéndole el rostro que no se quita para las entrevistas y un aire de estar por encima del bien y del mal. Tras triunfar por todos los festivales este año con Camino de la Cruz (Espiga de plata en Seminci y Mejor Guion en Berlín) Brüggemann ha venido a España para promocionar su filme, un duro retrato del fundamentalismo religioso. En este caso una comunidad cristiana que ahogará la vida de la pequeña María.

14 pasos del vía crucis, como 14 son los planos secuencia que el director se saca de la manga para contar este martirio y con los que evita juzgar a sus personajes. Un filme basado en sus propias experiencias cuando de pequeño fue ingresado en la comunidad religiosa de San Pío. Un momento traumático de su niñez, que aunque breve le marcó hasta el punto de hacer un filme para exorcizar sus recuerdos.

El director se crece contando cómo en su bitácora decidió alzar la voz contra una nueva generación de creadores alemanes entre los que incluye a Christian Petzold (Barbara, Phoenix), la Nueva escuela de Berlín.

“Me refería a una serie de directores a los que han llehado a llamar ‘La nouvelle vague alemana’, y que no cuentan nada, son muy Bresonianos, muy Antonioni. Les respeto, pero no les admiro. Me parecen previsibles, formulaicos. Llegan con su mecanismo, van a la berlinale se les aplaude y todo está bien. Eso es lo que denuncié. Alguien tenía que decirlo”, critica Brüggemann. Haciendo amigos.

Un ataque al cine de autor alemán, al que él mismo se ha unido con Camino de la Cruz, una apuesta tanto formal como temática muy alejada del gran público. El realizador es consciente de ello y toma este filme como una experiencia aislada. Su objetivo como creador es juntar el cine comercial y el de arte y ensayo.

“Actualmente son dos continentes que se separaran cada vez más, y yo quiero juntar esos continentes. Si miras a la edad de oro del cine, esa distinción entre los filmes comerciales y lo que se consideraban obras maestras no existía. Mira El apartamento, fue un éxito enorme y es una obra de arte. Ahora eso no ocurre, Hollywood se ha vuelto estúpido y el cine de arte y ensayo es cada vez más aburrido”, apunta Brüggemann.

Su otro director mitificado es Terry Gilliam, cuyo Brazil considera su película favorita y con la que su próximo proyecto tendrá varios puntos en común.

Del fundamentalismo religioso a los neonazis

Camino de la Cruz habla del fundamentalismo, en este caso dentro de la religión Cristiana, ya que es la que el director conoce de primera mano: “No sé tanto sobre el Islam, y hay que contar historias sobre cosas de las que uno sabe, pero la idea de los fundamentalismos es siempre la misma, tienen la misma agenda, el mismo ADN. No a la música, no a la danza, la sexualidad de la música, el saber gobernar tus instintos…”.

También la mentalidad de una madre castradora que hace más daño a su hija que la propia religión, que aquí es mostrada como un arma para controlar a los hijos.

Su próxima aventura cinematográfica también tratará sobre extremismos, pero en un tono muy diferente al de Camino de la Cruz. Será una comedia sobre neonazis. “No es sólo una comedia sobre neonazis, eso sería muy fácil. Trata sobre todo un país que resulta ser demasiado tonto para darse cuenta de lo que hacen unos neonazis”, aclara soltando una nueva pulla.

Con semejantes declaraciones uno esperaba que la libreta que el realizador pintaba constantemente estuviera llena de insultos o algún borratajo que mostrara su hastío. Con una timidez que hasta ahora no había aparecido el director enseña el misterioso contenido de las hojas: un retrato casi naif de la mesa donde se ha realizado la entrevista que demuestra que el león no es tan fiero como lo pintan.

A Dietrich Brüggemann le encanta provocar. El director aparece ante los medios con su pose de rebelde sin causa. Una gorra cubriéndole el rostro que no se quita para las entrevistas y un aire de estar por encima del bien y del mal. Tras triunfar por todos los festivales este año con Camino de la Cruz (Espiga de plata en Seminci y Mejor Guion en Berlín) Brüggemann ha venido a España para promocionar su filme, un duro retrato del fundamentalismo religioso. En este caso una comunidad cristiana que ahogará la vida de la pequeña María.