Una película española cuesta 14 veces más de lo que recauda en taquilla

Año 2013. El cine cierra el curso con los peores resultados en el último cuarto de siglo. IVA, recortes, desconexión con el espectador, muchos motivos para unas pésimas cifras. El nuevo panorama al que se enfrenta la industria ha hecho que las producciones tengan que trabajar con presupuestos más escasos. El Anuario de Estadísticas Culturales publicado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte despeja la incógnita sobre el coste medio de una película española en 2013: 2,6 millones de euros, cifra muy alejada de los 3,5 millones de media de 2011, pero que repunta un poco respecto a 2012, cuando se marcó un mínimo de 2,3 millones de euros.

El informe presentado por el Ministerio ofrece también la media de recaudación y espectadores que consigue una película española en cines. 182.685 euros y 28.680 personas que pasan por taquilla. Es decir, el filme español prototipo de 2013 cuesta 14 veces más de lo que gana en las salas.

El cine extranjero vive una situación más optimista, ya que la media lograda en 2013 es casi el doble que la española: 54.359 espectadores y 350.323 euros de recaudación.

Para amortizar el dinero de una película hay que recurrir a otras vías, entre ellas las nuevas ventanas de distribución, la venta de DVD, las subvenciones del Estado (más bajas que nunca) y los derechos de emisión en la televisión pública. Estos últimos, según datos del Blog del cine español, pueden oscilar en torno a los 200.000 euros de un filme como REC, que costó al ente público 188.000 euros para su primer pase.

Esos 182.685 de recaudación, no es el dinero que llega a las manos de los productores, sino que de esta cantidad un 21% irá a manos de Hacienda, un 35% para las salas y un 40% a repartir entre productores y distribuidores dependiendo del acuerdo al que hayan llegado, por lo que alrededor del 20% de esa cifra es lo que perciben los que ponen el dinero para rodar un filme.

Pese a la caída de los costes de producción, el número de rodajes aumentó el año pasado hasta llegar a los 231 (174 íntegramente españoles y 57 coproducciones). La cantidad más alta desde 2009, pese a que el Estado destine menos dinero que nunca para ello. Este mismo año llegaron a salas 158 filmes nacionales, una cifra que indica que no todos los títulos que se producen pasan por los cines.

Paradójicamente, en 2013, a pesar de todos esos filmes, las películas españolas sólo consiguieron una cuota de pantalla del 14%.

El informe del Ministerio también ofrece un perfil de la presencia del cine español en los festivales extranjeros, donde la caída ha sido estrepitosa. Hace años que ninguna cinta se cuela en Cannes o Venecia, pero el descenso es mayor aún. La presencia del ICAA en festivales internacionales con películas españolas ha caído desde 148, en 2010, hasta las 24 de 2013.

Otro de los datos destacados es el del número de festivales que se organizan dentro de nuestras fronteras. La crisis ha pinchado una burbuja que hizo que cada provincia tuviera su propio certamen. De los 158 que hubo en 2010 sólo han podido sobrevivir 44.