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Javier Angulo: "Nadie va a invertir en cultura con una desgravación del 18%"
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entrevista con el director de la seminci

Javier Angulo: "Nadie va a invertir en cultura con una desgravación del 18%"

El director del festival de cine de Valladolid analiza las claves de la edición de este año, que comenzará el 18 de octubre, y del estado de la industria del cine

Foto: Presentación de la 58ª edición de la Seminci
Presentación de la 58ª edición de la Seminci

La Semana Internacional de Cine de Valladolid, o Seminci como todo el mundo la conoce, ha vivido momentos duros. Tras una historia en la que ha servido de escaparate para realizadores como Ken Loach, Atom Egoyan o los hermanos Dardenne, el festival se estancó desde 2006. Tras su lujoso 50 aniversario perdió el rumbo, encadenó unas cuantas Secciones Oficiales que decepcionaron a su público y los directores dejaron de ir a presentar sus filmes a Valladolid.

Había que actuar para recuperar la Seminci. Para ello se cambió de director en 2008. Javier Angulo se puso al frente de la institución en sustitución de Juan Carlos Frugone y comenzó a revitalizar el festival. El que fuera director de Cinemanía ha conseguido volver a colocar la semana de cine en el mapa.

La Seminci ha resurgido de sus cenizas, y si el año pasado ya acercó al festival a nombres como Jacques Audiard, Víctor Erice o Paul Schrader, este año hará lo propio con los hermanos Dardenne (dos veces ganadores de la Palma de Oro en Cannes y una de la Espiga de Oro en Valladolid) y Bong Joon-Ho, el director coreano de culto que este año ha dirigido Snowpiercer.

Javier Angulo cuenta a El Confidencial que esa era su misión cuando se puso al frente del festival, hacerlo resurgir: “Cuando llegué dije que este festival era una joya, pero a veces a las joyas hay que pulirlas y darles brillo”.

Para ello juega con una programación que bebe del indie americano y del cine de autor europeo, por el que Angulo confiesa predilección. Este año nombres como Liv Ullman, Volker Schlöndorff y Zhang Yimou pelearán con otros pujantes como el de Damien Chazelle, el fenómeno independiente en EEUU gracias a Whiplash.

“Trabajamos mucho para que la programación sea competente, llamativa. Para que tenga directores importantes, pero también apuestas por jóvenes directores. Este año hay seis primeras películas. Eso es una gran apuesta. Somos un festival que toma riesgos cuando selecciona”, explica.

Lucha con el presupuesto

Conseguir una programación como esta y que sus directores acudan al festival a presentarla no es tarea fácil si cuentas con sólo 2,2 millones de euros de presupuesto.

Javier Angulo asegura que trabajar con estas cantidades supone el “doble de trabajo”, ya que ha llegado a gestionar en la misma Seminci, pero en ediciones anteriores, 3,5 millones de euros, aunque han intentado "hacer de la necesidad virtud”.

Angulo espera que esta situación vaya revirtiendo en los próximos años, comenzando por el que viene, para el que confía en que haya alguna mejora para celebrar el 60 cumpleaños del festival, aunque también considera que acostumbrarse a hacer un festival con el dinero justo supone riesgos: “Lo malo es que los responsables públicos se acostumbren a que este es el presupuesto con el que se puede hacer. Mi consejo es que esto es un presupuesto de mínimos y de crisis, pero cuando las cosas mejoren habría que tener un poco más de alegría”, cuenta.

Para compensar la falta de inversión pública haría falta que creciera la privada, una situación que el director de la Seminci considera una misión imposible: “No puede crecer porque si hay algo para el cine se lo lleva San Sebastián, lo que es lógico. Como no hay desgravaciones fiscales suficientes por inversión en cultura, pues al capital privado no le interesa la cultura, le interesan los grandes espectáculos: el motor, el deporte… ¿Quién quiere invertir en cultura con una desgravación del 18% cuando en Francia es del 40 y en Alemania es del 70? Así nadie va a invertir”, critica.

Javier Ángulo también censura el anuncio del secretario de Estado para la Cultura, Jose María Lassalle, de que la prometida Ley de Mecenazgo no verá la luz. “Para colmo, la Ley de Mecenazgo, que introducía importantes desgravaciones fiscales por inversión en eventos culturales, entre ellos concretamente los festivales de cine, no va salir. No puede ser, es terrible. Mientras la inversión pública decrece no crece la privada. Hay que hacer muchos equilibrios para hacer un buen festival”, explica a este periódico.

Poco cine español

Uno de los hechos que destaca de la Sección Oficial es la ausencia de títulos españoles (sólo uno a competición). Otras ediciones incluso se había apostado por películas propias, como Todos queremos lo mejor para ella en 2013, para abrir el festival.

Este año el problema no se debe a la calidad del cine español en 2014, sino a que “Rebordinos ha echado las redes y se lo ha llevado todo”, como dice bromeando Javier Angulo, a la vez que confiesa que “hubiera matado por traer La isla mínima” al festival.

El director del festival cuenta cuáles son las grandes apuestas (la mayoría personales) para esta edición. La primera es la presencia de Bong Joon-Ho, el director coreano que no sólo estará en el festival por su retrospectiva, sino que formará parte del jurado y se exhibirán sus películas, así como aquellas que han influido en su carrera.

La segunda es participar activamente en la educación cinematográfica de los niños gracias a las secciones paralelas Miniminci y Seminci joven, a través de las cuales se proyectarán películas a centros escolares para fomentar el consumo cinematográfico entre los más pequeños, algo que Javier Angulo considera fundamental.

La Semana Internacional de Cine de Valladolid, o Seminci como todo el mundo la conoce, ha vivido momentos duros. Tras una historia en la que ha servido de escaparate para realizadores como Ken Loach, Atom Egoyan o los hermanos Dardenne, el festival se estancó desde 2006. Tras su lujoso 50 aniversario perdió el rumbo, encadenó unas cuantas Secciones Oficiales que decepcionaron a su público y los directores dejaron de ir a presentar sus filmes a Valladolid.

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