Es noticia
El éxito del cine español en San Sebastián se vuelve en su contra
  1. Cultura
  2. Cine
año de recortes y éxitos: ¿consecuencia o coincidencia?

El éxito del cine español en San Sebastián se vuelve en su contra

Las películas españolas han arrasado en el Festival y lo hacen en taquilla. El éxito de la industria también está siendo utilizado por los detractores del cine español

Foto: Carlos Vermut con el equipo de 'Magical Girl' recibiendo la Concha de Oro. (Reuters)
Carlos Vermut con el equipo de 'Magical Girl' recibiendo la Concha de Oro. (Reuters)

José Ignacio Wert ha hablado más de cine español en los últimos meses que en sus dos años al frente del Ministerio de Cultura. El fantástico curso de nuestra industria ha provocado que Wert, ausente en casi todos los actos del cine español, vuelva a escena para elogiar la calidad y los éxitos conseguidos. No ha habido declaración sobre el tema en la que no se mencionen los resultados que se están consiguiendo en 2014. Da lo mismo que la situación de la industria sea agónica. Si le preguntan por los 10 millones que todavía se deben a los productores o por las deducciones fiscales, él responderá que la cuota de pantalla es la mejor de la historia del cine español, y así sucesivamente.

Sin ir más lejos, en la entrega del Premio Nacional de Cinematografía en el pasado Festival de San Sebastián, el ministro aseguraba que a pesar de las dificultades “hay elementos muy positivos en el entorno”. “Podemos tener la seguridad de que la cuota del mercado del cine español en 2014 va a ser la más alta de la historia. Y además por el efecto de varias películas. Y no busco la menor medalla con ello”, explicaba.

Por si el triunfo económico fuera poco, el pasado Zinemaldia ha dado otro éxito al cine español. Dos películas propias, Magical Girl y La isla mínima, han reafirmado que a nuestro cine le sobra calidad. Dinero y prestigio. Wert se frota las manos ante semejante fórmula.

No sólo el ministro: un sector de los espectadores se plantea lo siguiente: si en un año en el que las subvenciones son mínimas se hace más dinero que nunca y se ganan más premios que nunca, ¿por qué se siguen dando? ¿Es coincidencia que el año con menos subvenciones sea el mejor en calidad y en cantidad? Es decir, el éxito del cine español también se vuelve en su contra, lo que puede convertirse en un arma política para seguir manteniendo las ayudas al cine bajo mínimos.

Un argumento ante el que el presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, no tiene miedo ya que “es fácil de desmontar”, aunque no duda que habrá gente del mundo de la política que utilizará “demagógicamente” este éxito en contra del sector, como reconoce a El Confidencial.

González Macho tiene claro que el cine sin ayudas sería de “peor calidad, se haría menos y sería más cutre”, aunque espera que no se llegue a esa situación. El presidente de la Academia recuerda también que todas las películas que ahora triunfan en taquilla y en los festivales “se han hecho con los criterios de la Ley de Cinematografía anterior”. “Se han hecho porque había ayudas; si no, no se habrían podido hacer”, añade.

Para rebatir el argumento de que con poco dinero se ha conseguido una añada excelente, González Macho prefiere darle la vuelta a la pregunta: “Si las ayudas hubieran sido de una forma fluida, normal y lógica, como era antes, ¿qué no hubiéramos hecho este año? Las ayudas no son un capricho, no hay un país del mundo que no las tenga, y en países de nuestro entorno son mucho mayores”.

Ramón Colom, presidente de la Confederación de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), tiene claro que “sin ayudas, no hay películas”. Colom imagina cómo sería un escenario en el que las ayudas siguieran bajando: “El cine está rebajando demasiado el coste medio de las películas. Hay filmes que, ahora mismo, sería muy difícil hacer, como Lo imposible, a no ser que haya una cadena de televisión que quiera producirla. En la actualidad ha bajado la inversión media por título, y sin ayudas se reduciría todavía más el número de cintas y las que se hicieran serían de un presupuesto inferior”.

Esto afectaría a la calidad de las películas, y por tanto a la opinión que los espectadores tienen del cine. El presidente de FAPAE recurre a un símil futbolístico para explicarlo. El fútbol en los 60 y 70 contaba con tres cámaras para retransmitirlo. En la actualidad no hay menos de 12. Si a alguien en la actualidad le pusieran por televisión un partido en el que sólo se utilizarán tres cámaras no lo aceptaría, una situación que compara con la del cine español, al que si se le sigue recortando sus presupuestos tendrá que recortar en medios técnicos y la gente no lo tolerará.

La necesidad de las ayudas hace que Ramón Colom insista en la necesidad de derrumbar el prejuicio de “subvencionados” del cine español. “Uno, cuando come guisantes de Navarra, no saben la cantidad de ayudas de la Comunidad Europea y del Gobierno español para cultivar que reciben. Nadie le presta atención porque no lo saben. No somos un sector privilegiado, al contrario”, argumenta.

El éxito de la autofinanciación

Tópico número 2 a derribar sobre el cine español: si no hay medios se agudiza el talento y surgen grandes películas.

Enrique González Macho admite que en cierto modo es cierto que se agudiza el ingenio: “Si no tienes escuela tus padres te enseñarán a leer y escribir, pero no creo que esa sea la forma de leer y escribir”, cuenta. Se refiere así a un nuevo cine que surge al margen de la industria y de las productoras habituales, hechos con poco dinero y sin ayudas. Para Ramón Colom, este tipo de cine, “fuera de los circuitos normales” debe existir y complementarse con todos los tipos de cine que existen.

Este argumento sobre el ingenio con poco dinero ha tomado fuerza con la figura de Carlos Vermut, reciente ganador de la Concha de Oro en San Sebastián, que autoprodujo su primer filme y que no ha recibido ninguna subvención por la premiada Magical Girl.

Vermut reconoce a este periódico que no puede opinar mucho sobre este tema ya que él nunca ha tenido una ayuda, aunque cree que el Gobierno debe apoyar la cultura. “El debate sería entre el Gobierno, distribuidores y creadores sobre cómo debería ser este apoyo. Todo debería ser una cuestión de diálogo. Hay un talento que hay que apoyar para que el cine español sea mejor”, cuenta Vermut.

El director no se atreve a afirmar cuál debería ser ese modelo, aunque recuerda el que tomó el Gobierno de Corea del Sur, que apostó por ayudar al cine desde la base. Invirtiendo en la formación de nuevos cineastas y fomentando la distribución, más que la producción.

“No sé si es un modelo a importar, pero les fue muy bien. Lo que sí que haría sería dialogar en vez de atacar al Gobierno. Hacerles ver que si la gente apoya el cine eso nos puede servir para dar una imagen de España en el extranjero y para crear industria”, añade el realizador.

Carlos Vermut cree que siempre que desde el cine español se hagan las cosas bien la gente lo apoyará, y para ello apuesta por condenar a todos aquellos que se han lucrado con las subvenciones: “Hay que admitir que hay gente que se ha lucrado con las subvenciones. Desde dentro del cine tenemos que señalar esas personas y condenarlas porque eso nos perjudica a los demás. Tenemos que limpiarnos la cara y pensar en el espectador. Con él de nuestro lado será más fácil negociar con el Gobierno. Siempre desde el diálogo, nunca desde el insulto. Cuando tengamos a la gente de nuestro lado el Gobierno encontrará que el cine es algo positivo en lo que invertir”.

José Ignacio Wert ha hablado más de cine español en los últimos meses que en sus dos años al frente del Ministerio de Cultura. El fantástico curso de nuestra industria ha provocado que Wert, ausente en casi todos los actos del cine español, vuelva a escena para elogiar la calidad y los éxitos conseguidos. No ha habido declaración sobre el tema en la que no se mencionen los resultados que se están consiguiendo en 2014. Da lo mismo que la situación de la industria sea agónica. Si le preguntan por los 10 millones que todavía se deben a los productores o por las deducciones fiscales, él responderá que la cuota de pantalla es la mejor de la historia del cine español, y así sucesivamente.

Cine español Subvenciones
El redactor recomienda