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Una máquina del tiempo para volver a la infancia
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estreno de 'boyhood', de richard linklater

Una máquina del tiempo para volver a la infancia

Richard Linklater estrena 'Boyhood' un retrato sobre la infancia rodado durante 12 años con los mismos actores. Un filme que sonará en los próximos premios

Foto: Fotograma de 'Boyhood'
Fotograma de 'Boyhood'

En un momento de Amor, el último filme de Michael Haneke, Emannuelle Riva observa sentada un álbum de fotografías. “Qué bonita”, dice ella. Su marido le pregunta de qué habla, a lo que ella responde: “La vida, es tan larga”.

Los álbumes de fotos tienen la extraña capacidad de retener el tiempo. Por ello uno disfruta tanto abriéndolosde vez en cuando y descubriendo cómo era su vida hace 15 o 20 años. Uno revive, en cierto modo, sus experiencias al ver esas fotografías. Nunca son imágenes determinantes de una vida. Nadie fotografía el primer beso, el primer amor, la primera decepción, la primera vez que uno se siente solo, pero ver esas imágenes hace que recuerdes todos esos momentos.

Boyhood (Momentos de una vida)es lo más parecido que el cine nos ha regalado a un álbum de fotos. El álbum de nuestra vida, porque aunque uno esté viendo la historia de un personaje ficticio sabe que lo que está ocurriendo en la pantallaes su propia infancia. El filme de Richard Linklater es una cápsula del tiempo que te lleva a revivir una etapa fundamental del ser humano.

Durante 12 años el director rodó esta película que habla, ni más ni menos, que de la vida. Linklater juntó a un equipo de actores, y les convidó para que cada año se juntaran una semana para realizar el filme. La idea era plasmar la infancia y el paso del tiempo. Para ello planteó un guion abierto que se iba modificando en los tiempos en los que se paraba el rodaje. Una idea estaba clara, la película tenía que trazar el arco narrativo de Mason (Ellar Coltrane), hasta que llega a la universidad, de los 5 a los 17 años.

Como los álbumes, Linklater no se detiene en los momentos supuestamente importantes. No vemos el divorcio de los padres, ni el primer beso, ni la primera relación sexual, sabemos quehan ocurrido, que han marcado de por vida a sus personajes, pero no hace falta que lo manifiesten, porque el director y los actores nos lo transmiten sin decirlo.

Ahí está la grandeza de Boyhood, en que de una forma aparentemente sencilla hace que el espectador sienta emociones complejas. Uno de los mejores (si no el mejor) retratos que se han hecho a la infancia. Sin aspavientos, sin subrayados, con sensibilidad. Cualquiera hubiera cargado las tintas dramáticas en la primera despedida de Mason de su mejor amigo. Linklater la muestra a lo lejos, casi sin que se vea. La vida sigue y este será sólo un recuerdo más.

Es cuando la película se vuelve autoconsciente cuando pierde su esencia y suena pomposa, como en esa última escena en la universidad que suena a forzada y falsamente profunda o la crítica a la sociedad ultraconservadora. Pequeñas notas discordantes que se entierran en un conjunto monumental.

Uno se siente sobrecogido al ver crecer en la pantalla al personaje principal del filme, ver cómo madura, cómo le cambia la voz, pero también la mirada o su comportamiento. Mason no es el mismo cuando tiene 5 años, que cuando tiene 13 o cuando va a la universidad, igual que su actor, Ellar Coltrane, también cambia frente a la cámara.

Este crecimiento grabadosirve a Linklater para que la película fluya sin necesidad de romper su ritmo con elipsis que deban ser explicadas mediante carteles de: "3 años más tarde…". El espectador sabe perfectamente cuándo ha pasado el tiempo porque ve su efecto en los personajes. Los cambios de look, los signos de la vejez en los padres, de adolescencia en Mason, señalesque uno identifica enseguida y que hacen que las tres horas de Boyhood se pasen en un momento.

Uno se queda con ganas de seguir pasando las hojas de este álbum familiar, que a pesar de centrarse en la infancia también habla de la soledad de una madre (inmensa y sorprendente Patricia Arquette) que ve cómo se hace mayor y pierde poco a poco a sus niños o de un padre que asume sus responsabilidades tarde y mal.

El paso del tiempo está también presente en la música de la película, que cuenta con una banda sonora plagada de temas generacionales y que se permite el riesgo de abrir con Yellow de Coldplay. Cada detalle habla del paso del tiempo, la ropa, los móviles, las videoconsolas…

Richard Linklater ha construido un filme que funciona como máquina del tiempo. Una máquina en la que puedes subirte durante tres horas y volver a ser niño de nuevo.

Boyhood

Dirección: Richard Linklater

Nacionalidad: EEUU

Género: Drama

Duración: 166 minutos

Intérpretes: Ellar Coltrane, Patricia Arquette, Ethan Hawke, Jordan Howard, Lorelei Linklater

En un momento de Amor, el último filme de Michael Haneke, Emannuelle Riva observa sentada un álbum de fotografías. “Qué bonita”, dice ella. Su marido le pregunta de qué habla, a lo que ella responde: “La vida, es tan larga”.

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