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San Sebastián apuesta por el cambio generacional en el cine español
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Vermut, cobeaga o rodríguez entre otros nombres

San Sebastián apuesta por el cambio generacional en el cine español

Adiós a los nombres de toda la vida. Bienvenidas sean las nuevas miradas de nuestra industria. Vermut, Lacuesta y Cobeaga llegan al Zinemaldia

Foto: El equipo de Murieron por encima de sus posibilidades posa en la Academia de Cine (EFE)
El equipo de Murieron por encima de sus posibilidades posa en la Academia de Cine (EFE)

El cocktail tras la presentación de las películas españolas que van a participar en el Festival de Cine de San Sebastián era una reunión de amigos. Nada de nervios, poca rivalidad y mucho buen rollo entre txakoli y txakoli. Un ambiente sano flotaba en el ambiente. Alberto Rodríguez no dudaba en irrumpir en la entrevista que estaba concediendo su amigo Borja Cobeaga para saludarle, darle la enhorabuena y de paso participar en ella.

Poco después, uno de los productores de Magical Girl también se acercaba a saludar y Cobeaga preguntaba por su director, Carlos Vermut, del que sabía que estaba fuera de España. Todos ellos presentarán sus películas en el Festival de Cine de San Sebastián. Un grupo de directores que se admiran y conocen entre ellos, y que son un soplo de aire fresco para el cine español.

El Zinemaldia ha apostado este año por un cambio generacional. Adiós a los pesos pesados de nuestra industria, es el tiempo de voces nuevas, de directores que hay que promocionar y que son el futuro de nuestro cine.

Si uno mira las películas españolas de los últimos años siempre verá los clásicos nombres de siempre: Trueba (David o Fernando), De la Iglesia, Urbizu, Villaronga… grandes directores que suponen una apuesta segura para el festival.

Algo ha cambiado para esta 62 edición, en la que todos los filmes en Sección Oficial son apuestas por carreras menos conocidas y por directores más jóvenes que les queda mucho por ofrecer.

En estas películas nada de cine social, ni de guerra civil, ni de torrentismos, todos los tópicos usados para atacar a nuestra industria fallan este año.

De todos ellos el que ha tenido una carrera más regular es Alberto Rodríguez (43 años), que llegará a San Sebastián por segunda vez, ya que allí presentó 7 vírgenes. Rodríguez es una de las figuras imprescindibles de este nuevo cine español. Capaz de demostrar que en España se puede hacer muy buen cine policiaco en Grupo 7, y con ganas de hacer lo mismo con un thriller cercano al cine negro. Rodríguez confesaba a El Confidencial que no cree que por hacer cine de género sea más difícil triunfar en el Zinemaldia: “El cine negro es muy cinematográfico y tiene cabida en un festival. Nuestra película es un filme con un trasfondo político que le da sentido y dimensión a todo”.

No pretende anclarse al género para siempre, y habla de retomar la historia del espía Fernando Paesa para su próxima película. Para reforzar esa sensación de generación y colegueo Rodríguez reconoce haber visto un primer corte del filme de Borja Cobeaga (37 años), Negociador, que califica de “estupendo”.

Cobeaga está actualmente en boca de todo el mundo por ser el guionista de Ocho apellidos vascos. Antes de este fenómeno, Cobeaga ya había demostrado que era uno de los renovadores de la comedia española. La fama le ha llegado, paradójicamente, por entregar su libreto a uno de los realizadores de la clásica comedia nacional, Emilio Martínez Lázaro.

Su filme ha llegado a tiempo para el Festival de San Sebastián, pero no ha conseguido colarse en la Sección Oficial, algo que le hubiera gustado, “como a todo el mundo”.

Sabe que sobre él estarán todas las miradas para ver qué ha hecho el guionista del filme más taquillero de nuestra historia. Algo que Cobeaga cree que juega tanto a favor, como en contra: “Quienes esperen una comedia alocada no la va a encontrar, pero por otro lado puede despertar la curiosidad del que ha disfrutado con Ocho apellidos vascos”.

De momento Negociador tiene más que ver con sus cortometrajes y filmes como director que con su último guion: “Se parece, sobre todo, a mis cortos, tiene el ambiente melancólico de Pagafantas, pero se parece más a Éramos pocos en el tono y en que tiene a Ramón Barea de protagonista”.

Borja Cobeaga tiene ahora mismo a la industria a sus pies, y por eso este año no habrá vacaciones, solo trabajo. Según termine de pulir Negociador continuará con la escritura de una secuela que se toma con mucha ilusión porque sabe que va a haber “un público esperando a que llegue”, algo que no ocurre con el resto de filmes que se estrenan.

Un actor fetiche: José Sacristán

Otras dos de las películas en Sección Oficial, Murieron por encima de sus posibilidades y Magical Girl están dirigidas por dos cineastas de menos de cuarenta años: Isaki Lacuesta (39 años) y Carlos Vermut (34 años). Las dos tienen algo en común, han dado uno de sus papeles fundamentales a un clásico de nuestro cine: José Sacristán, de 76 años.

Para el actor los trabajos de Vermut y Lacuesta son dos muestras de que los jóvenes directores que tienen “coraje y traen apuestas arriesgadas, algo muy de celebrar dándose las circunstancias que se dan”.

En este discurso entre generaciones José Sacristán establece otro puente con la literatura clásica. Murieron por encima de sus posibilidades “es una película cojonuda, una comedia en clave de esperpento valleinclanesco”.

Lacuesta se siente a gusto con la etiqueta que le ha colocado Sacristán a su filme, aunque él tiene otras que también le gustan, como “comedia póstuma” o “comedia berlanguiana punk”. El director vuelve al festival tras ganar la Concha de Oro, y vuelve sin la presión de competir “No quería ir a concurso ni loco, competir no tiene ningún sentido” se sincera.

El realizador cree que más esperpéntico que su película es la portada de cualquier periódico en la actualidad. El filme de Lacuesta promete una mordaz sátira contra la crisis, y siempre en el contexto de la filmografía del director, una de las más personales e inclasificables del cine español.

Eso se nota cuando explica su proyecto, rodado sin buscar financiación a priori. “Íbamos sobre la marcha, y eso ha permitido ir incorporando la actualidad política y tener el casting que tenemos, que con un rodaje más acotado hubiera sido imposible” explica.

Un reparto con el que ha querido crear un “retrato de todas las generaciones del cine español dialogando entre sí”.

La suya ha colonizado el Festival de San Sebastián. Como confirma también la presencia de Jon Garaño y Jose Mari Goenaga (40 y 38 años respectivamente) que con su segunda película Loreak (Flores) han dado la sorpresa y estarán compitiendo por la Concha de Oro.

Distintos tipos de cine, creadores diferentes, pero todos ejemplos de que el cine español está en pleno cambio generacional y que nuestros festivales y nuestra industria tiene que apostar por ellos.

El cocktail tras la presentación de las películas españolas que van a participar en el Festival de Cine de San Sebastián era una reunión de amigos. Nada de nervios, poca rivalidad y mucho buen rollo entre txakoli y txakoli. Un ambiente sano flotaba en el ambiente. Alberto Rodríguez no dudaba en irrumpir en la entrevista que estaba concediendo su amigo Borja Cobeaga para saludarle, darle la enhorabuena y de paso participar en ella.

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