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Los inútiles secretos del FBI sobre Pete Seeger
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el cantante fue investigado por sus letras

Los inútiles secretos del FBI sobre Pete Seeger

EEUU espió al cantante y activista por el contenido de sus letras y su pertenencia al partido comunista, que le incluyó en las listas negras del senador McCarthy

Foto: Foto de archivo del cantante Pete Seeger en 2009 (Reuters)
Foto de archivo del cantante Pete Seeger en 2009 (Reuters)

Todos somos sospechosos. Las filtraciones de Snowden sobre qué y cómo espían los servicios secretos estadounidenses y británicos lo ha dejado muy claro. Ahora el enemigo se llama ‘terrorismo’. Hace setenta años se llamaba ‘comunismo’ y desde la perspectiva capitalista era igual de escurridizo, estaba agazapado, listo para atacarnos en cualquier momento. Y por eso en países como Estados Unidos estaba justificado el espionaje de cualquiera cuya ideología se moviera hacia la izquierda.

En el FBI se inauguraban ficheros de sospechosos en lo que un político tarda en cortar una cinta. Lo curioso es con qué tipo de informaciones se rellenaban esos ficheros y cabe preguntarse si nuestros recursos también se invertirán hoy en engordar carpetas de supuestos terroristas a golpe de informaciones surrealistas como las que se asoman desde la que llevaba el nombre del cantante folk Pete Seeger.

Tras su muerte hace cinco meses, al FBI le cayó una avalancha de peticiones para curiosear en los miles de documentos que la agencia fue archivando sobre este músico y activista legendario cuyo pecado original fue pertenecer brevemente al partido comunista y cantarle toda su vida a la libertad y a la igualdad a través de temas como We shall overcome o This land is your land.

Seeger fue sentado en el banquillo del Comité de Actividades Antiamericanas en plena era McCarthy y se negó a declarar amparándose en su derecho a la libertad de expresión. De esta forma no solo evitó incriminarse sino que pudo evitar incriminar a otras personas. Aquello no gustó en Washington y por supuesto Seeger pasó casi dos décadas lejos de los escenarios estadounidenses, dónde se le prohibió subir tras entrar en una lista negra que incluyó a parte de la intelectualidad de su país.

Durante los años cincuenta y sesenta sobrevivió como pudo, sobre todo cantando para niños, pero para los servicios secretos aquellos conciertos infantiles debían de ser altamente subversivos porque el fichero de Seeger continuó engordando.

¿Hasta cuándo? La pregunta quedará contestada “muy pronto” según los responsables de los National Archives and Records Administration (NARA), donde la carpeta de Seeger está siendo escaneada para que cualquiera pueda curiosear en su interior a través de internet y de forma gratuita.

El interés por la información que el FBI guardaba sobre Seeger ha sido tal que NARA, que recibió los archivos sobre Seeger poco antes de su muerte, ha decidido incluso rescindir la cuota de 2.000 dólares que suele cobrarle a los investigadores por sumergirse en sus ficheros.

No obstante, la cadena de televisión Al Jazeera publicaba la semana pasada lo que sin duda puede considerarse un avance del contenido de esa carpeta. Entre la información que almacenaba el FBI de Los Angeles hay un dossier de trece páginas de los años sesenta y setenta con recortes de periódico, una denuncia formal y una carta de un médico quejándose de las letras de Seeger. En su interior hay joyas como ésta: “El oficial de la sección de Veteranos se llevó la cinta de música a casa y al escucharla descubrió parodias inflamatorias y derogatorias sobre los servicios armados y el FBI. Se alteró mucho y sintió asco, igual que su familia y los vecinos que escucharon la cinta”. El agente encargado de procesar la denuncia aconseja: “Hay que poner la cinta a buen recaudo y preparar una transcripción para determinar si es material sedicioso”.

Una semana después un supervisor del FBI le enviaba a los agentes de Los Angeles un memorando en el que confirmaban haber escuchado la cinta y no haber encontrado “nada de naturaleza derogatoria que requiera una investigación o acción por parte de esta oficina”. La carpeta sobre Seeger a la que tuvo acceso Al Jazeera también contiene una carta escrita por un angelino en los años setenta que solicita información sobre “un tal Pete Seeger. He oído que tiene algo que ver con el partido comunista. Va a dar un concierto en el Hollywood Bowl en septiembre. Si me pudieran enviar información sobre él se lo agradecería mucho”. La respuesta del FBI es que todo lo que ellos saben sobre todo el mundo es “material confidencial”. Lástima que además de confidencial sea tan inútil como el contenido de la carpeta de Seeger.

Todos somos sospechosos. Las filtraciones de Snowden sobre qué y cómo espían los servicios secretos estadounidenses y británicos lo ha dejado muy claro. Ahora el enemigo se llama ‘terrorismo’. Hace setenta años se llamaba ‘comunismo’ y desde la perspectiva capitalista era igual de escurridizo, estaba agazapado, listo para atacarnos en cualquier momento. Y por eso en países como Estados Unidos estaba justificado el espionaje de cualquiera cuya ideología se moviera hacia la izquierda.

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