Los ojos de Afganistán

Afganistán es el centro de muchas noticias. Todas ellas hablan de atentados, muerte, conflictos bélicos, pobreza, hambre… Es difícil encontrar una visión del país que no se detenga en esta dramática situación.

Steve McCurry saltó a la fama por encontrarbelleza en medio del horror afgano. En 1984, National Geographic salía con una fotografía del autor en su portada. En ella, dos ojos verdes se clavaban en los lectores. Una joven afgana miraba a cámara. Hermosa y triste. Así era la imagen del fotógrafo que dio la vuelta al mundo. McCurry había encontrado algo de luz en plena tragedia.

En 2002 McCurry consiguió fotografiar de nuevo a su modelo. Sus ojos seguían igual de profundos. Su rostro mostraba una vida dura, marcada por un territorio donde la muerte es la rutina diaria.

La galería inglesa Beetles + Huxley dedica una exposición al autor en la que se muestra todo su trabajo en Afganistán desde los años 70. McCurry viajó a Pakistán en 1978 como freelance buscando historias que contar al mundo. Allí entró en contacto con los refugiados afganos por primera vez, que se convertirían en uno de los centros de su obra. Ellos le convencieron para viajar juntos a Afganistán y contar lo que ocurría en su país.

Gracias a sus imágenes el mundo pudo conocer la guerra civil que asoló el país durante nueve años y que produjo la muerte de más de un millón de afganos.

El conflicto comenzó con la Revolución de Saur. Gracias a ella Afganistán se convirtió en un Estado Socialista gobernado por el Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA). Estados Unidos comienza entonces a suministrar armas y dinero a los rebeldes muyahidines, en la denominada ‘Operación Ciclón’

El país quedó desestructurado, y el Consejo Revolucionario pidió la intervención del ejército soviético. Estos asesinaron al presidente de la RDA provocando una nueva revolución entre los muyahidines.

Tras más de nueve años de guerra, los soviéticos se retiraron en 1989, aunque las consecuencias del conflicto se arrastran hasta la actualidad.

Sin embargo el artista no sólo se centró en la tragedia, sino que mostró un país lleno de contrastes, entre la muerte y su suciedad, y el color de sus costumbres y sus paisajes.La fuerza de las mujeres en los mercados al lado de otra imagen que muestra el cuerpo de un soldado afgano.Una polaridad que plasmó en sus inmortales fotografías.