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Dios salve a Obama... del punk latino
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inspiradas por las bandas vascas de los 80

Dios salve a Obama... del punk latino

Numerosos grupos de punk en Estados Unidos expresan su descontento en español. Muchos son inmigrantes de segunda generación que no quieren perder sus raíces y a la mayoría

Foto: El grupo Adelitas (Breanna Vinc)
El grupo Adelitas (Breanna Vinc)

Numerosos grupos de punk en Estados Unidos expresan su descontento en español. Muchos son inmigrantes de segunda generación que no quieren perder sus raíces y a la mayoría les encanta el ruido de bandas vascas de los ochenta como Eskorbuto.

El trío Sudor, afincado entre Madrid y Toledo, giró tres semanas por Estados Unidos en mayo de 2013. Dieciséis conciertos en los que se encontraron a un público muy predispuesto a recibir sus esputos punk, saludaron a gente con sudaderas de Parálisis Permanente y camisetas de Cicatriz; y compartieron escenario con un montón de grupos que allí gritan su malestar en español.

“Sobre todo en Texas y California hay una gran comunidad latina punk, hijos y nietos de inmigrantes, que sienten el punk español y sudamericano más cercano que el norteamericano. Creo que no se identifican tanto con éste, que refleja una juventud establecida, aburrida, descontenta pero con menor preocupación social”, señala Héctor Melchor, guitarrista y cantante de Sudor.

Estos grupos se mueven por carreteras secundarias, muy al margen de la industria musical estadounidense, y su modo de hacer no deja espacio al beneficio económico ni a la injerencia externa. Su circuito es el del punk que se hace a sí mismo, con la única salvedad del idioma en que cantan. “Es la manera de hablar de sus raíces y su lucha, aunque hayan aprendido español de mayores y no lo hablen en sus casas. En las letras tratan de una forma directa de problemas de vivienda, trabajo, drogas,...”, indica Miguel Cuéllar, bajista del trío.

En un país con más de 53 millones de hispanohablantes, los grupos de punk que se expresan en esta lengua se reparten por toda la geografía, aunque hay núcleos más activos. Así, en Austin, Texas, el sello Todo Destruido es uno de los focos principales, en torno al que orbitan bandas como Criaturas o Deskonocidos.

Los Crudos, grupo pionero en los años noventa que desde Chicago provocó reacciones de todo tipo por himnos como Ilegal, ¿y qué?, sigue siendo una fuerza viva en este movimiento, por su influencia y por la actividad incesante de Martin Sorrondeguy, cantante e ideólogo de la banda. En mayo actuarán en España.

Y en la costa este del país, en agosto se celebrará en Nueva York una nueva edición del Latino Punk Festival, un evento en el que tocarán más de treinta grupos. Autogestionado, sin patrocinios ni ánimo de lucro, este festival ya ha pasado por Los Ángeles, Texas y Chicago.

Con la muerte a su lado

Generación Suicida es una de las bandas que forman este universo y su nombre está en el cartel del festival neoyorquino. Empezaron en 2010, tras varias experiencias en formaciones más duras. Su área de actuación, su barrio, es Watts, en el sur de Los Ángeles, conocido por los disturbios raciales de 1965 y 1992. “Hay muchas pandillas y hemos visto a gente baleada en la calle, pero creo que estamos acostumbrados a todo eso”, explica Tony Abarca, cantante y guitarrista del grupo. “Mucha gente se la pasan emborrachándose todo el día y tratando de escapar de la realidad de la vida”, añade.

Adelitas (Jaqui Rae)Con ascendientes mexicanos, guatemaltecos y nicaragüenses, y viviendo en Los Ángeles, no extraña el idioma que emplean en las canciones. “No es una cosa rara que cantemos en español. La mayoría de bandas punk en Sur Centro L.A. lo hacen así”, confirma. Las motivaciones para crear la música que crean son claras. “Lo que nos convenció para tocar punk fueron la pura frustración y el aburrimiento de cada día. Empezamos a tocar con unos catorce años, y de verdad no teníamos muchas esperanzas para el futuro. En la escuela nos decían que éramos fracasos y que nada cambiaría para nosotros. Tocar punk era la única manera de desahogarnos”.

Aunque Abarca resume a Generación Suicida como “un producto de nuestro barrio y nuestra ciudad”, escuchando su disco Con la muerte a tu lado es inevitable acordarse del País Vasco y los años ochenta. “Nos encantan bandas como Eskorbuto o RIP. Las letrasde Eskorbuto son bien desesperadas y llenas de rabia pero también son bien divertidas. Canciones como 'Mucha Policía, poca diversión' o 'Cosas de la vida' resuenan mucho con nuestras vidas”.

No es una excepción. Muchas de las bandas de punk latino en Estados Unidos se fijan en el género grabado en España a principios de los ochenta. Incluso antes: Ruleta Rusa, de San Francisco, ha recuperado 'Curriqui de barrio' de la Banda Trapera del Río, en una mezcolanza de mundos muy reveladora.

placeholder Generación Suicida

Guerrilla armada con melodías

Adelitas lleva en activo desde 2006 en Portland, Oregón, una ciudad con importante actividad musical y con una escena punk muy fértil. Nombres relevantes del estilo como Wipers, Poison Idea o Dead Moon surgieron allí, entre otros muchos grupos. “En Portland es relativamente fácil tener una banda, encontrar dónde tocar, ensayar, etc. Es una escena de punk muy grande y una ciudad con muchos sótanos, bares y espacios, aunque desgraciadamente no tantos para todas las edades”, asegura Nick, guitarrista y vocalista.

Sin embargo, el idioma en que se expresa Santa, la otra cantante, les distingue del resto de grupos punk de su entorno. “También he escuchado que por las letras de las canciones, el mensaje que transmitimos a través de ellas, por la fusión de punk con ritmos latinos, cumbia insurgente...”, enumera ella. Citan a Los Crudos como una enorme inspiración personal y musical pero no la mayor sobre su actividad. “Victor Jara y Violeta Parra son la influencia más grande en la música, letras e ideología de Adelitas. La lucha y el trabajo de ambos fueron y serán siempre una inspiración para seguir adelante”, reconoce Santa.

Generación SuicidaLa denuncia de las condiciones de vida de los inmigrantes en EE.UU. y la crítica a la política fronteriza están muy presentes en sus canciones. “La frontera no termina en la frontera geográfica entre dos países, sino que se extiende por la sociedad entera. Por ejemplo, a dos horas de Portland está el centro de detención de Tacoma, una cárcel privada donde los inmigrantes son presos a beneficio de una empresa capitalista, y donde actualmente se está llevando a cabo una huelga de hambre para protestar por las condiciones atroces en que viven. Es solo un ejemplo pero vemos las fronteras como herramientas del capitalismo global para dividir, controlar y manipular a la gente. Y obviamente es una barrera física muy real, militarizada, y muy peligrosa para quienes tienen que migrar. Cientos de personas mueren cada año en el desierto tratando de cruzar por la frontera”, analiza Nick.

Ante eso, ¿qué puede hacer un grupo de música punk? “Es una pieza más del rompecabezas de resistencia en contra de esas injusticias. Puede transmitir a través de su música y letras la solidaridad con nuestras hermanas inmigrantes en todo el mundo pero especialmente con las de aquí”, señala Santa.

Nick apela a lo personal como refugio desde el que construir lo común. “Puede ser un vehículo de cambio personal muy poderoso para muchas personas, como lo fue para mí, porque en él existe la posibilidad de una comunidad para mucha gente que no se siente parte, que no quiere o no puede ser parte de la sociedad ‘normal’ o la cultura dominante”.

Numerosos grupos de punk en Estados Unidos expresan su descontento en español. Muchos son inmigrantes de segunda generación que no quieren perder sus raíces y a la mayoría les encanta el ruido de bandas vascas de los ochenta como Eskorbuto.

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